Mayor inversión para la puesta al día de la red, condiciones laborales que frenen la fuga y devuelvan el prestigio a la profesión, y apoyo ciudadano para controlar la demanda
José Antonio García del Río - Médico de familia en Isabel II
«Si no se actúa, se impondrán los que entienden la salud como un negocio»
Se pueden enumerar los problemas de la Atención Primaria y no acabar nunca. Responder a uno o dos no garantiza nada. Se debe actuar globalmente. En los 80 se construyó un sistema sanitario ejemplar a partir de una Atención Primaria fuerte, dotada de profesionales competentes. Por aquel entonces, podíamos responder al 85% de las demandas en salud de la población. Después de 40 años se ha incrementado la supervivencia a enfermedades crónicas y degenerativas, la sociedad está medicalizada y es demandante, estimulada en parte por instancias políticas, que en los 90 promovían la barra libre sanitaria y después, la fascinación tecnológica. Casi nunca los estilos de vida saludables. Y así, mientras la carga de trabajo crecía en Atención Primaria, su presupuesto ha ido menguando con independencia del partido a cargo. Menos dinero para contratar, para formación continuada, para incentivar el trabajo de calidad. Más agobio en el día a día, decisiones rápidas y difíciles, usuarios enfadados... Y es que la respuesta del sistema sanitario a los problemas es la misma que hace años: rígida, burocratizada y jerárquica. Dependiente del hospital de referencia y sus circunstancias. Así que propongo lo mismo que cuando fui gerente: colocar a los especialistas de la Atención Primaria, médicos y enfermeras, y de atención hospitalaria al mismo nivel, con el paciente en el centro; usar las TIC para ser eficientes; incentivar por resultados, y premiar más los méritos y menos la antigüedad. De lo contrario, en poco tiempo nuestra sanidad caerá en manos de grupos que entienden la salud como un negocio.
María José Martínez Chamorro - Pediatra en Polanco
«Nunca ha habido tantos médicos, pero no quieren venir a la Atención Primaria»
Los puntos fuertes de la Atención Primaria (cobertura casi universal, gran accesibilidad, geográfica y horaria, profesionales bien formados, continuidad en los cuidados, amplia cartera de servicios, sin copago) han sido el principio de su fracaso: hiperdemanda, alentada a veces por los políticos de forma electoralista, inmediatez (que no urgencia) e hiperfrecuentación en algunos casos, que se ha traducido en aumento de la presión asistencial. Debido a ello, ha ido perdiendo sus funciones esenciales de prevención de la enfermedad y educación para la salud. Para que siga funcionando es preciso aumentar los recursos, pero dado que son limitados, es imprescindible una educación sanitaria que posibilite a los pacientes realizar autocuidados disminuyendo la dependencia de los sanitarios. La escasez de médicos no es real, ya que nunca ha habido tantos como en los últimos años, sino que la Atención Primaria no les resulta atractiva. Por eso, eligen otra comunidad, el hospital, la medicina privada o el extranjero. El mejor médico para atender a los niños es el pediatra. En nuestro país, a diferencia de otros, hay pediatras en los centros de salud, con excelentes resultados. Pero su continuidad está en peligro si no se toman medidas urgentes, fundamentalmente mejorando sus condiciones laborales: no hacer contratos precarios, sustituir las ausencias, incentivar curricular o económicamente las plazas de difícil cobertura, centralizar los servicios de pediatría de pueblos distantes, convocar oposiciones y traslados anuales y planificar el recambio generacional.
Guzmán Alonso - Médico de familia en Vargas (Santander)
«Estabilidad laboral, mayor resolución y educación sanitaria desde el colegio»
Hace más de una década que las jubilaciones y otras pérdidas de facultativos superan a las incorporaciones: urge un plan de recursos humanos actualizado. Primaria ha dejado de ser atractiva para los médicos jóvenes. Un 10% hace un segundo MIR, otros buscan trabajo en Urgencias u otras comunidades y cada vez más se van a otros países europeos, donde la carga es menor, las retribuciones doblan o triplican las nuestras y es una especialidad valorada. Es fundamental mejorar las condiciones laborales (contratos estables e incentivos). Tampoco ayuda la visión social de que «no se es especialista» pese a tener que hacer cuatro años de MIR o de que solo sea noticia los conflictos en Primaria y no sus logros. Los políticos suelen decir que somos el eje del sistema pero infrafinancian la Atención Primaria. Se precisa una gestión profesionalizada, con gestores de prestigio y cierta independencia del partido gobernante de turno. Abogo por una Sanidad nacional, no autonómica; sería más eficiente. La Primaria debe aumentar su capacidad de resolución de problemas. Se ha facilitado el acceso a pruebas diagnósticas y debemos continuar por ese camino, y abrir canales ágiles de comunicación con otras especialidades que evite derivaciones. Y para revertir la alta demanda –predomina el paciente que en diez minutos te plantea dos o tres motivos de consulta– el reto está en educar a la sociedad desde el colegio para que sepa manejar los problemas triviales de salud y evitar medicalizar los reveses de la vida cotidiana.
Antonio Martínez - Médico de familia en Los Castros
«Hemos pasado de curar pacientes a tener que cumplir objetivos de productividad»
Me parece cínico aducir que el modelo de Atención Primaria está caduco cuando lleva años descapitalizándose, del 25% del gasto sanitario que recomienda la OMS al pírrico 15%. Así que sí, hace falta más presupuesto para mejorar infraestructuras (algún centro no puede usar agua corriente porque sale marrón de óxido), para dotar de nuevas tecnologías y medios diagnósticos, para formación de sus trabajadores y para Recursos Humanos, porque sin todo eso no se podrá ofrecer una atención digna. Es imprescindible una reflexión sensata con medidas a corto y medio plazo y con un esfuerzo extra por parte de todos, incluidos los ciudadanos, que han de asumir que el tiempo de consulta es un bien preciado a compartir. Hace falta prestigiar y dar mayor responsabilidad a todos los estamentos de los equipos, más coordinación con los hospitales, desburocratizar las consultas y dotar al ciudadano de acceso directo a informes, bajas, análisis, etc. Pero estoy convencido de que el gran problema es la excesiva politización de la gestión sanitaria primando las decisiones con impacto mediático y fines electorales en detrimento de la resolución de los problemas diarios de salud de la población. Ronald Epstein, posiblemente el médico de familia más influyente del mundo, explica cómo hemos pasado de curar pacientes a tener que cumplir objetivos de productividad. Estamos en un periodo desalentador para el ejercicio de la medicina, con signos de agotamiento mental y físico y con falta de ilusión por ejercer en algo que es maravilloso, el ofrecer ayuda a las personas enfermas.
Ana Galván - Médico de familia en Castilla-Hermida
«Hacen falta contratos dignos y estables para que nuestros MIR no se nos vayan»
Necesitamos que los gestores sanitarios conozcan nuestro día a día. Nos sentimos prejuzgados y menospreciados. No podemos tener como única solución para ser escuchados una huelga a la que no hemos llegado por capricho sino por hartazgo. Necesitamos una revisión total del sistema sanitario en Cantabria. La nefasta visión a corto plazo (lo que dura una legislatura) lleva a la toma de decisiones 'populistas' que quedan muy bien de cara a la opinión pública pero que no mejoran la calidad de la asistencia a la población. ¿De qué sirve el último capricho tecnológico si no tienes un médico de familia que cuide de tu salud? Necesitamos un buen plan de Recursos Humanos. No hay pocos médicos, lo que no hay es un sistema de contratación eficaz. Hacen falta contratos dignos y estables para que nuestros MIR no se nos vayan. Necesitamos tiempo para dedicarle a nuestros pacientes: ¡Qué menos que 10 minutos! Cuando escucho a algún gestor decir que se puede atender a un paciente en minuto y medio solo puedo pensar dos cosas: O nunca ha trabajado con personas o nos está incitando a la negligencia. Tener tiempo puede marcar la diferencia entre un buen acto médico o un error grave. Necesitamos campañas de prevención y promoción de la salud. Soportamos demandas de más de 50 pacientes al día, pero muchos son problemas cuya solución no pasa por una receta o una prueba, sino por una vida más sana, ejercicio, etc. Una Atención Primaria de calidad precisa la colaboración de todos: gestores, profesionales de la salud y pacientes.
Luis Gutiérrez Bardeci - Médico de familia en Puertochico
«Ofertar contratos con reducción de jornada a profesionales que se jubilan»
La medicina de familia ha perdido atractivo por la sobrecarga de trabajo y el poco reconocimiento a la labor preventiva y de promoción de la salud que realizamos. Si cuesta tanto atraer profesionales para Atención Primaria, hay que cuidarlos: con agendas retribuidas fuera del horario laboral, contratos de larga duración, ofertas atractivas y compensaciones para quienes obtienen mejores resultados en salud. Y abrir la posibilidad a profesionales que se jubilan de optar a contratos de jornada reducida para seguir aprovechando su experiencia y conocimientos. Además, las vacantes de enfermería deberían ser cubiertas por enfermeras especialistas en Atención Primaria. Pero el problema de fondo es que falta planificación a largo plazo y el presupuesto es insuficiente. Al tener menos recursos y aumentar la demanda, la accesibilidad disminuye. También debe mejorarse la comunicación con el hospital y establecer protocolos para acceder a pruebas, como la ecocardiografía. A la vez, hay que consolidar la ecografía en Atención Primaria. Todas las especialidades deben asumir la actividad administrativa que generan y no derivarlas sistemáticamente. Las agresiones verbales y físicas a los trabajadores han aumentado en parte porque existe una necesidad social de conseguir las cosas de forma inmediata. Yo me siento muy reconocido por los asegurados de mi cupo. Es el principal incentivo que tengo para seguir trabajando. Creo que cuando se generaliza la queja hacia la Atención Primaria se dirige a la organización y no contra las personas.
Manuel Otero - Médico de familia en Saja
«Es la especialidad más bonita, pero no está considerada como debería»
Se avisó: La tasa de reposición es insuficiente. Necesitamos formar más médicos y que no se vayan fuera. Cuando has trabajado en otras comunidades, pese a lo que muchos creen, sabes que nuestra Primaria es mejor que muchas (pruebas, resolutividad, servicios...) pero habría que publicitar nuestras bondades y corregir fallos. Las plantillas y bolsas de trabajo no están preparadas para la actualidad sociolaboral: en España disponemos de derecho a más permisos y reducciones que antes, lo cual es un avance, pero al mantener los servicios ofertados, no habiendo sustitutos, estos se resienten mucho, y los profesionales más. Nuestra hija dice: 'Papi, yo quería ser médico de familia como vosotros, pero viendo cómo andáis... me lo replanteo, me iré fuera'. Medicina Familiar es la especialidad más bonita y satisfactoria pero le queda mucho para estar considerada como debe. Un médico es el resultado de ser uno de los mejores estudiantes en bachiller, superar una nota altísima de acceso a la facultad, 6 años de carrera, un examen MIR y una formación especializada de 4 ó 5 años. Es una preparación larga, difícil y constante de los mejores. Claro que habría que pagar mejor a los médicos, nunca lo negaré. En un mundo globalizado, hay que ser competitivo con otros países, pero a la mayoría nos preocupa más poder trabajar con seguridad, tiempo y dignidad. Durante años los políticos alimentaron que el usuario haga un uso 'fast-food' de la medicina. La Primaria estable y programada se adelanta a los problemas, es más eficiente y satisfactoria para usuarios y profesionales.
Elvira Martínez - Médico de familia en Polanco
«Deberíamos cambiar el 'Sanidad para todo' por 'Sanidad cuando se necesite'»
Para mí es un privilegio y un orgullo ser médico de familia. El conocimiento de las circunstancias personales, familiares y sociales de mis pacientes es básico y me permite poder realizar un buen diagnóstico de sus problemas de salud, evitando muchas veces pruebas y derivaciones innecesarias y onerosas. Mi trabajo incluye prevención y control de patologías crónicas, pruebas complementarias, educación para la salud en la comunidad, cuidados paliativos, urgencias... Y esto es imposible hacerlo en el tiempo de consulta que tenemos actualmente.Creo que deberíamos cambiar el 'Sanidad para todos y para todo' por 'Sanidad para todos cuando realmente se necesite' y eso precisa la colaboración de la población. Los recursos sanitarios hay que gestionarlos bien sin influencias políticas. El objetivo es la salud. Para desburocratizar nuestras consultas es fundamental que los médicos especialistas del hospital gestionen sus pacientes y se ocupen de las recetas, analíticas, resultados y citas que de ninguna manera son competencia de los médicos especialistas en Atención Primaria. Las residencias de ancianos deberían tener su propio personal sanitario para mejorar la atención de sus usuarios y disminuir la sobrecarga de nuestras consultas. Hay que racionalizar los recursos y es fundamental aumentar el presupuesto para Atención Primaria. Confío en que a partir de ahora mejoren las condiciones laborales de los médicos de familia. Yespero volver a tener la Atención Primaria que merecemos y necesitamos.
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