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La gota fría ha engordado los últimos días el caudal de los ríos cántabros y es justo lo que precisa el salmón para emprender el remonte. En uno de esos puntos críticos que atraviesa el pez rumbo al desove, en el río Pas a la ... altura de Puente Viesgo, decenas de técnicos de Medio Natural trabajaron este fin de semana para contarlos, registrarlos y capturar algunos de ellos de cara a renovar la diversidad genética del centro de reproducción que el Gobierno regional tiene en Arredondo.
«Hemos probado a ver cuántos animales remontaban el río ahora que hay más agua. El objetivo es contarlos para ver cómo está la salud de la especie y también coger a algún adulto para llevarlo al centro ictiológico de Arredondo», concreta Ángel Serdio, jefe de Servicio de Conservación de la Naturaleza. «Necesitamos ejemplares para la reproducción porque allí ya hay peces que son viejos y mueren, y cada año necesitamos renovar el 20%», explica.
La mayor parte de ellos se sueltan de nuevo para que continúen su camino río arriba. El resto pasará a engrosar el centenar de 'padres' que llegan a alumbrar hasta 400.000 alevines. «Son todos esos peces los que luego soltamos para repoblar el ecosistema cántabro», concreta Serdio. Los que permiten, también, que siga existiendo una práctica pesquera tan arraigada en esta tierra.
Los técnicos se fueron turnando, acomodando el trabajo a la intensidad del caudal. «Lo lógico es que este lunes -por hoy- ya no haya tanta agua y sea inútil mantener la labor, así que nos iremos. Luego, ya avanzado noviembre, el caudal es más continuo, volveremos a trabajar en esta escala y en el resto que tenemos por toda la región».
Hay otras dos donde se cogen ejemplares: en el río Asón (Batuerto) y en el Deva (en el río Urdón). Son los tres puntos claves donde se realizan capturas, «porque luego, las otras escalas que pretenden construirse van a estar más enfocadas al control de la especie más que a cogerlos», remarca el responsable del Servicio de Conservación de la Naturaleza. Está proyectado construir una en el río Miera, a la altura de Liérganes, y otra en el Besaya, a la altura de La Lechera. «Nos vendrá bien tener control de los peces que remontan el río en estos dos enclaves». Y es que conocer el número de ejemplares que regresan a 'casa' para la reproducción es fundamental de cara a regular las políticas de repoblación que se desarrollan desde el Gobierno cántabro.
El proyecto de Torrelavega es el más ambicioso, La Consejería de Medio Rural iniciará próximamente las obras de su construcción con un contador de peces con grabación subacuática, un sistema que se instala por primera vez en cauces de la región.
Al cierre de la temporada de salmón del presente ejercicio se registraron 67 ejemplares capturados en los cuatro ríos cántabros habilitados para su pesca. Es una cifra muy lejana a los 100 que había establecido la Consejería de Medio Rural, Pesca y Alimentación como cupo máximo. Todo tiene que ver con las restricciones de días y horas para abrir los cotos y con que es una afición que se está perdiendo con las nuevas generaciones.
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