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Isabel Durán (Madrid, 1965) es una mujer combativa. Nunca se ha callado lo que piensa y lo ha defendido con vehemencia en las numerosas tertulias en las que ha participado, tanto como invitada como moderadora (cuenta con una Antena de Oro). La defensa de lo ... que consideraba justo la llevó a ganarse enemigos y a estar amenazada por ETA. Esta fue la razón de que terminara pasando los veranos y todo el tiempo libre que puede en Comillas. «El País Vasco y Navarra son las tierras de mis orígenes, pero tenía que ir escoltada. Así que decidí buscar otro lugar donde me sintiera segura y encontré el mejor: Comillas», cuenta. Tras años en la primera línea de los medios de comunicación más punteros, ha dado un giro a su vida y se ha metido de lleno en el mundo de las nuevas tecnologías: «Al contrario que en la política, estoy rodeada de mentes brillantes y egos muy pequeños».
-Habitual de las tertulias, directora y presentadora de programas de radio y televisión hasta hace un par de años, ha pasado de las trincheras de la política a la trinchera tecnológica ¿Por qué?
-Desde mi programa de televisión tuve el privilegio de vivir en directo la renuncia de una Papa (Benedicto XVI), de un rey (Juan Carlos I), la proclamación de otro (Felipe VI) y el fin del bipartidismo. Pero me he dado cuenta de que lo importante es invisible a los ojos. Vivimos un cambio de época donde las tecnologías exponenciales lo están modificando todo y la gente debe ser consciente si no quiere que le pille el tsunami.
-Acaba de presentar su libro 'Todo comienza ahora. Buen viaje por el siglo XXI'. En él habla sobre la revolución tecnológica y cómo va a influir en la sociedad. ¿Debemos preocuparnos?
-Debemos preocuparnos y ocuparnos. Es muy importante que los españoles sepan lo que está pasando ya. No es cosa del futuro. Por eso he escrito este libro, que por ahora solo se vende en Amazon en versión digital. Esta revolución lo está cambiando todo a una velocidad de vértigo: los modelos de negocio, nuestra forma de vida, de relacionarnos. Muchos trabajos están desapareciendo y lo harán muchos más en los próximos años. A día de hoy, en España hay más de tres millones de parados y, sin embargo, hay 300.000 puestos de trabajo sin cubrir por falta de capacitación profesional. Hay que ponerse las pilas. Los primeros, los políticos. La mayoría están a por uvas.
-¿Se necesitaría un gran pacto por la educación?
-Las formaciones políticas se miran demasiado sus ombligos (las siglas y los sillones) y se olvidan de las necesidades reales de la gente. La obsolescencia programada de (casi todos) nuestros trabajos es una realidad. No podemos permitirnos no coger el tren de la digitalización. Y para eso hay que cambiar la educación de arriba abajo. La nueva vida de aprendizaje continuado requiere formación continua. No podemos vivir con políticas del siglo XX.
- La mujer ha conseguido grandes avances después de muchos años de lucha. ¿Estamos en riesgo de perder parte de este terreno conquistado si no nos involucramos más en la inteligencia artificial, dominio de los hombres?
-Vivimos un momento apasionante. La revolución digital genera oportunidades increíbles y en especial para las mujeres, porque está haciendo que todo el mundo parta de cero, que todos tengamos que volver a la casilla de salida. Es una oportunidad histórica.
-Usted defiende que los medios de comunicación deben ser independientes de los partidos políticos, pero que deben posicionarse ideológicamente. ¿Cómo uno puede aislarse de lo otro?
-Los medios tienen que posicionarse. En Estados Unidos lo hacen con naturalidad. Sin embargo, deben tener independencia para ejercer de contrapoder. Un medio puede ser conservador o de izquierdas, pero eso no significa que sea de un partido, debe criticar a los que sean más afines cuando lo merezcan. Una democracia sin periodismo libre e independiente no es democracia. Los editoriales únicos son propios de sociedades aborregadas y tiránicas. Pero también, por desgracia, muchos políticos viven a golpe de 'hashtag'.
-Los lectores se enfadan cuando los periódicos hacen pagar por su edición digital...
-Los medios han dejado de tener el monopolio de las noticias, la información y la opinión. Internet ha empoderado a los ciudadanos. La revolución generada por los GAFA (Google, Apple, Facebook y Amazon) ha hecho que la tarta publicitaria mundial se la merienden Google y Facebook y ha arruinado el modelo tradicional de los medios de comunicación. La confianza y la credibilidad, junto con la calidad y la creatividad, son la única solución para el periodismo. Las 'fake news' hacen que la gente se pierda. Somos la única brújula para la sociedad, en cuanto a aportar información. Pero tenemos que ganárnoslo. Hay que ofrecer nuevos modelos. Lo hace el New York Times y tiene más suscriptores que nunca. Es un buen espejo al que mirar.
- ¿Cómo ve el fenómeno Revilla?
-El populismo es el mal de nuestra era. Revilla es un fenómeno. Se gana a la gente, dice lo que quieren oír. Le gusta más la tele y la demagogia que solucionar los problemas reales, sin cuentos chinos y sin echar la culpa siempre a los demás. ¿Qué queremos? políticos simpáticos o buenos gestores.
-¿A qué político le vendría mejor venir a relajarse en Cantabria?
-A todos. Estos parajes son un alimento para el alma. Unos cuantos paseos por Gerra, con San Vicente y Picos al fondo, les dejaría como nuevos.
-¿Qué no falta en su nevera de su casa de Cantabria?
-Tomates y lechuga del mercadillo. Suelen traerlos recién sacados de la huerta. Me vuelven loca. Las anchoas y el queso de Tresviso también.
-Si husmeo en su cesta de la playa, ¿qué menú me encontraría?
-Siempre me llevo ensaladas, picoteos, frutos secos, fruta. Aprovecho la playa para comer sano. Bastante tenemos con las cenas veraniegas. Es un no parar.
-Usted veranea en un de las zonas más turísticas. ¿Me recomienda algún lugar en el que los precios no sean abusivos y la comida esté rica?
-En general se come de cine en todos los lados. Si tengo que elegir uno, me quedo con Adolfo, el pescado es imbatible. Pero me encanta el Filipinas y Raúl, el hostelero del Club Estrada, que ha abierto este verano Panceroti y es la bomba.
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