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Raúl Ruiz salió a pasear con su perra Kira por el parque situado junto al balneario de Alceda. Daniel Pedriza
Raul Ruiz: «No hay nada mejor que el helado de Ontaneda»

Raul Ruiz: «No hay nada mejor que el helado de Ontaneda»

El segundo entrenador del Spartak de Moscú lleva diez años entre Ucrania y Rusia, pero siempre que puede tira hacia su tierra, de cuya gastronomía presume por el mundo

Mariana Cores

Santander

Viernes, 3 de agosto 2018, 07:57

Raúl Ruiz (Ontaneda, 1960) partió la semana del 9 de julio hacia Austria, donde se concentró con su equipo, el Spartak de Moscú, marcado por dos grandes recuerdos: la muerte de su padre pocos días antes y haber podido disfrutar de su querida tierra. «Para mí, no hay un lugar mejor en el mundo», presume. Su vida profesional no se entiende sin el fútbol. Ahora es el segundo entrenador del Spartak y tuvo que ver cómo la selección rusa mandaba de vuelta a casa a la española, durante el Mundial de Fútbol. Pero está convencido de que fue una «pura anécdota». No descarta volver a Cantabria, «porque como aquí no se vive en ningún lugar», afirma. Ontaneda es su punto de referencia. El lugar al que vuelve en cuanto tiene oportunidad. «Ni Caribe ni nada. No hay nada más bonito que Ontaneda», afirma.

-¿Cómo es la afición rusa? ¿Tiene algo que envidiar la española?

-La española es una afición mucho más caliente. ¡Se nota en todo! Aunque los ultra rusos son más fundamentalistas. España vive el fútbol con pasión. Es algo muy arraigado en la sociedad, tanto por el fútbol como por cualquier deporte en equipo. Los rusos se tuvieron que enfrentar, entre otros muchos problemas, a que todos sus equipos se desperdigaran tras la desaparición de la Unión Soviética. Desde hace unos diez años han empezado a resurgir esos equipos.

-Rusia nos sacó del Mundial. ¿Están más en forma que nosotros?

-En absoluto. El fallo ha estado en que España llegó al Mundial sin identidad y se reflejó en su juego. Ello les llevó a cometer numerosos errores. Su fútbol no ha evolucionado. Decían que su juego se basaba en el 'tiqui-taca' de los años buenos de Guardiola. Pero nada que ver. Ahora debe de comenzar una nueva etapa. Toca tener un poco de paciencia, porque la selección española debe nutrirse de los nuevos jugadores que vienen con fuerza y ellos deben de dar esa nueva identidad al equipo.

-Antes del Mundial se temió mucho por la seguridad, dada la fama de violentos de los seguidores rusos. Sin embargo, no hubo ningún incidente reseñable

-Llevo diez años entre Rusia y Ucrania. En el Rubin Kazan, Dinamo de Kiev, la selección de Ucrania y ahora el Spartak. Te puedo decir que no hay mucha diferencia con los hinchas españoles. Es más, diría que he visto menos problemas en los campos rusos que en los españoles.

«He visto menos problemas de violencia en los partidos rusos que en los españoles»

-Tuvo un inicio muy peligroso en el Dinamo de Kiev.

-Acababa de firmar con el equipo ucraniano. Nos tocaba jugar la primera eliminatoria de la Liga Europa contra el Valencia, el 20 de febrero de 2014. Si era un jueves, los disturbios más graves tuvieron lugar el miércoles, con 25 muertos. Yo estaba en Kiev y fue un momento muy duro, aunque donde nosotros estábamos concentrados no nos esteramos de nada. Aun así, no sabíamos si iba a haber revolución y cómo iba a evolucionar la violencia. Los jugadores estaban inquietos porque en el centro había francotiradores. Pero nunca temí por mi vida.

-¿Cómo se soporta el frío en Rusia?

-Está todo tan bien organizado que no hay problema en llevar una vida normal, teniendo en cuenta que hablamos de Rusia. Los meses más duros van de octubre a marzo-abril, que es la época de nevadas, pero las calles siempre están limpias de nieve y los centros comerciales son increíbles. Tienes de todo lo imaginable. En las zonas más modernas son unas grandes construcciones, bien equipadas. Las más antiguas están en el subsuelo, en el entramado del metro. Puedes pasar el día sin pisar la calle.

«Suplico a la afición del Racing que tenga paciencia porque sin ella el equipo desaparecerá»

-¿Cómo ve al Racing? Mucha gente le ha hecho sangrar desde dentro.

-Hubo un proyecto con la llegada de Manolo Higuera que consistía en su saneamiento. Tengo esperanza en su evolución deportiva, pero no va a ser fácil. Hubo una época en la que el equipo se convirtió en un mercadeo de compra-venta y perdió su identidad. Surgió la hecatombe. Debíamos de haber seguido el ejemplo de otros clubes, como el Athletic de Bilbao.

-Cuatro temporadas seguidas en Segunda B, ¿cree que son demasiadas para una afición que lo ha dado todo por Racing?

-Sólo tengo una palabra para ellos: 'terpeniye', que es paciencia en ruso. El mejor patrimonio que tiene el Racing es su afición. Ni su estadio, ni los terrenos, ni los jugadores. El día que la afición deje de apoyar, el Racing desaparecerá. Así que yo suplico que siga ahí y que tengan la paciencia que tienen, por ejemplo, los del Real Oviedo, que estuvieron incluso en Tercera y ahora han peleado por subir a Primera de nuevo.

-¿Se ve de nuevo en Cantabria?

-Es mi sueño. Cada vez que tengo una oportunidad, vuelvo a mi tierra. Cuando tenemos vacaciones o un descanso, la gente me pregunta que si voy al Caribe o a algún otro país. Yo siempre respondo lo mismo: me voy al mejor lugar, mi casa. Para mí no hay lugar más bello que este. Quizá sea porque soy muy familiar y me encanta estar con mis amigos de toda la vida. Hasta ahora, todo giraba entorno a mi padre. Él era nuestro centro. Ya no está, pero sí sus valores. Nos enseñó la importancia de estar juntos. Ha sido un modelo de vida para mi.

-Dicen que el mejor helado de Cantabria está en Ontaneda. ¿Cuál es su sabor preferido?

-¡Es el mejor del mundo, mundial! (risas). No hay mejor helado, ni mejores arándanos que los de Ontaneda. Si los mezclas, no hay un sabor más delicioso. Nadie querría otra cosa. Me encanta el de queso, avellana, el de manteca... ¡Creo que todos! Han hecho uno nuevo de sobao que me parece que está muy logrado. Y es que los sobaos son otra de mis debilidades. En enero, durante las pretemporadas, con los equipos ucranianos y ahora con el Spartak, en Marbella, les llevo de todo: sobaos, anchoas, queso de Cantabria. Les abastezco bien y ellos están felices, porque saben apreciar lo bueno.

-Si no es en Ontaneda, ¿dónde se le puede encontrar en Cantabria?

-Soy más de interior, aunque también me gustan las playas, pero las pequeñas, como Covachos o La Arnía, sobre todo en junio o en septiembre. Pero recuerdo con mucho cariño los baños en el río Pas o en la piscina del balneario de Alceda. Allí nos reuníamos, cuando yo era pequeño, familias enteras. De allí salió mi cuadrilla. ¡Éramos como los de 'Verano Azul'! Ahora también me gustan las rutas de montaña y me he aficionado mucho a la bicicleta, ¡pero a la eléctrica, eh!

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