El «mejor» hombre de Revilla

El mismo día en que explotó el 'caso Obras Públicas' con la detención del jefe de servicio de Carreteras Autonómicas, Miguel Ángel Diez, su mujer y sus hijas, y los cuatro empresarios implicados en la trama, el consejero José Luis Gochicoa apenas tardó unas horas en salir en rueda de prensa a dar la cara. Desencajado por unos hechos de los que «no sospechaba», se limitó a señalar que si existía cualquier irregularidad en los contratos, el Gobierno se personaría como perjudicado y que no podía «permitir» que las irregularidades empañasen «una labor tan importante» como la de su Consejería.

Al día siguiente, en el programa 'La Lupa' de El Diario Montañés dio un paso más y abrió por primera vez la puerta a su dimisión, aunque esa decisión la supeditó a la resolución del problema «para que esto, si es que ha sucedido tal y como sospechamos, no se vuelva a repetir». «Dimitir ahora sería la actitud más egoísta porque yo no tengo ningún interés personal en seguir», añadió, para recordar a continuación que el abandono de la política le devolvería a su puesto de funcionario, «donde el sueldo es prácticamente el mismo y donde tendría la mitad de estrés y el doble de tiempo para mi vida personal, algo que me agradecería mi familia, sobre todo después de lo que he vivido en los últimos años». La próxima semana materializará su renuncia, pese a no a estar implicado en la trama.

Nacido en Vitoria en 1970, Gochicoa cursó sus estudios de la antigua EGB en el colegio Los Escolapios de Santander, donde ya sobresalía por su expediente académico sobre el resto de alumnos de su clase. De hecho, alguno de esos compañeros que compartieron pupitre con él recuerda una vez en la que 'Gochi' -como le llamaban entonces- rompió a llorar porque un profesor le puso un notable en un examen, lo que suponía romper su inmaculada media de sobresaliente. En aquella época, su padre regentaba un estanco situado justo enfrente de su colegio.

Años después, Gochicoa obtuvo el título de ingeniero de Caminos, Canales y Puertos por la Universidad de Cantabria y la licenciatura en Derecho por la Universidad Nacional de Educación a Distancia. Y, antes de incorporarse a la Administración pública, trabajó para la ingeniería Apia XXI en la autovía variante de Almería.

En 1997 fue nombrado funcionario en el Cuerpo de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos del Estado desarrollando, hasta 2003, las tareas de técnico superior en el Área de Fomento de la Delegación del Gobierno en Cantabria, con funciones relacionadas con las infraestructuras y el urbanismo.

De ahí pasaría a ocupar el puesto de director de gabinete de la Consejería de Presidencia, Ordenación del Territorio y Urbanismo hasta 2007. Posteriormente, sería director general de Protección Civil del Ejecutivo regional hasta 2011, para volver al puesto de técnico superior del Área de Fomento desarrollando, entre otras funciones, la de secretario del Jurado Provincial de Expropiaciones de Cantabria.

En julio de 2015 fue nombrado director general de Obras Públicas, cargo que desempeñó hasta su nombramiento como consejero de Obras Públicas y Vivienda en marzo de 2019. El 8 de julio de ese año, tras las elecciones, fue nombrado de nuevo consejero de Obras Públicas, puesto por el que ha recibido una remuneración anual de 65.221 euros.

Quienes han trabajado a su lado durante estos últimos cuatro años destacan su «prudencia», su «educación» y su «capacidad infinita» para solucionar problemas, a la par que su «discreción» y su «entrega». «Nunca se quiere poner medallas». «Es muy trabajador, como una hormiga, y brillante. Al principio puede parecer muy serio, porque es introvertido, pero cuando coge confianza es muy cercano».

Al igual que Revilla, sus compañeros de trabajo ponen la mano en el fuego por él. «El día de las detenciones estaba K.O., desencajado, no daba crédito». «Con la legislatura que ha pasado no se merece esto», apuntaba ayer un subordinado, que recuerda el accidente que sufrió a mediados de 2020 y que le llevó a la UCI de Valdecilla por una fractura del cráneo. «Nunca ha tenido problemas con nadie y todos los alcaldes, de cualquier signo político, hablan bien de él». En el ámbito personal, sus amigos le definen como una persona «bonachona» y «muy familiar», a la vez que resaltan su «cercanía». Entre sus aficiones destacan su pasión por el esquí, por su vínculo campurriano, y el ciclismo (sale a andar en bici los fines de semana). Es aficionado al fútbol y seguidor del Racing y del Athletic de Bilbao.

En la presente legislatura, Gochicoa -del ala más progresista del PRC- ha logrado sacar adelante una Ley del Suelo consensuada con sus propios compañeros y con el PSOE (aunque no era la que él quería), ha dejado avanzado el futuro Plan de Carreteras plurianual y ha garantizado el agua a Cantabria al cerrar un acuerdo con el Estado sobre el bitrasvase del Ebro.

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