«El mercado cántabro es escaso y Marruecos tiene múltiples atractivos en los que invertir»

–¿Cómo son actualmente las relaciones comerciales entre Cantabria y Marruecos?

–Modestas. El volumen de exportación, que se ha mantenido en crecimiento en los últimos años, alcanza los 60 millones de euros. Por eso hemos organizado esta jornada sobre las oportunidades de negocio e inversión en Marruecos. Es decir, a partir de lo que tenemos ahora, empezar una nueva dinámica positiva como la que tenemos con otras comunidades autónomas de España.

–¿Cuántas empresas cántabras están instaladas allí ahora?

–Desconozco la cifra concreta, pero hay unas decenas de empresas que negocian y comercian en Marruecos.

–¿Y qué actividades llevan a cabo?

–Hay de todos los sectores y de cada uno de ellos hay dos o tres empresas grandes y un tejido de empresas pequeñas.

–¿Por qué tendría que invertir una empresa cántabra en Marruecos? ¿Cuáles son los atractivos del país?

–Los atractivos son múltiples. En primer lugar, como el mercado cántabro es escaso, cualquier empresa que quiera desarrollarse debe internacionalizarse y Marruecos es la puerta de África porque tenemos el puerto de Tánger, que es el quinto más grande del mundo. Además, Marruecos es el segundo país que más invierte y el primer productor de automóviles de África, tenemos en Casablanca la conexión con 34 países africanos, y tenemos la segunda red bancaria más grande.

–¿Qué sectores son más propicios para invertir allí?

–La energías renovables (eólica y solar) son el sector que más se puede desarrollar porque somos uno de los países pioneros del mundo en este ámbito. También la industria automotriz, el sector agrícola, el de la instalación de ascensores, el de los muebles y el ámbito turístico, ya que recibimos a 12 millones de turistas y hay construcción de hoteles.

–En 2017, su antecesor Kamal El Mahdaoui planteó en Cantabria la oportunidad que podía suponer para el Puerto de Santander la conexión con el de Tánger. En ese momento al presidente de la Autoridad Portuaria de Santander pareció muy interesado. ¿En qué quedó aquella idea?

–Habría que retomarla. Los dos puertos pueden verse beneficiados: Santander tiene conexión con Gran Bretaña y Tánger tiene destinos directos con sesenta puertos en el mundo.

–Qué me dice de esas trabas burocráticas que había en Marruecos hace años para aquellas empresas que querían desarrollar proyectos. ¿Se han solucionado?

–Sí, cuando accedió al trono, su majestad Mohamed VI realizó una serie de reformas estructurales para luchar contra la burocracia y que el tiempo de creación de empresas fuera el más corto posible.

–Actualmente hay un vuelo muy económico entre Santander a Marruecos, pero ¿son mejorables las comunicaciones con Cantabria?

–Sí, hay que mejorarlas y nuestra tarea es facilitar una mejor comunicación porque las posibilidades de colaboración son muchas y solo hay que buscarlas y unir esfuerzos.

–¿La jornada que han celebrado ha servido para captar algún inversor?

–Sí, hay varias empresas interesadas en comercializar sus productos allí. Hay empresa de ascensores que se producen en Cantabria que quiere venderlos en Marruecos, otra de plástico de embalaje que ya había realizado alguna venta allí esta decidida en instaurarse en nuestro país. También hay otra empresa del sector del mueble que tiene previsto vender producto finalizado y construir una fábrica en el norte de Marruecos para ensamblaje de muebles.

–Usted es el cónsul General de Marruecos en Bilbao. No sé si por cercanía conocía ya Cantabria. Y sí es así, ¿qué es lo que más le gusta de esta tierra?

–Tuve la ocasión el año pasado de mantener un encuentro con el presidente Revilla, una personalidad emblemática. Y al mismo tiempo, a nivel personal, unas dos veces al mes, a finales de semana, me gusta venir con mi esposa y con mi hija y mi hijo a una de las playas de Cantabria. Me gusta esta zona, me siento tranquilo y me gusta divisar el oceáno Atlántico desde su lado Cantábrico.