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El espíritu navideño se respira en cada rincón de la plaza Pombo, donde el tradicional mercado navideño de Santander despliega un mundo de posibilidades para vecinos y visitantes. Con casi medio centenar de puestos -46 en concreto-, este mercadillo ofrece una experiencia que combina artesanía ... y creatividad. Así, en este céntrico marco se pueden encontrar productos de todo tipo, desde joyería artesanal hasta decoración navideña, juguetes y artículos especializados para montar belenes. El mercado, que está abierto hasta el próximo 6 de enero, funciona en horario de 10.30 a 14.30 horas por las mañanas y de 17.00 a 21.30 horas por las tardes.
Entre los puestos que captan la atención de los visitantes está el de Jesús Sicilia, que lleva catorce años viajando desde Córdoba para participar en el mercado con su oferta de figuras y accesorios para belenes. «Aquí encontramos todo para montar un nacimiento: figuras, cuevas, árboles, carnicerías, pescaderías, fuentes o molinos. Es temporada alta para nosotros. Nos encanta Santander», expresa. Otro de los puestos llamativos es el de Pilar Gutiérrez con su marca Sincio Nomad. Allí ofrece joyería étnica y colecciones de ropa con diseños exclusivos que reflejan su vida nómada. «Este proyecto surge de mis viajes alrededor del mundo. Traigo piezas únicas de mercados de la India y diseño ropa con tejidos naturales. Intento ofrecer algo diferente y especial, que capture la esencia de mis experiencias», explica. Sus creaciones, realizadas con materiales como latón, piedras semipreciosas y plata, atraen a quienes buscan un regalo único y con historia.
El talento local también tiene cabida en este mercado navideño. Eloisa Aja, del puesto Paso Palma, es un ejemplo de ello. «Produzco complementos hechos a mano aquí en Cantabria. Me encanta asesorar a los clientes y ofrecer productos que sean especiales. Creo en generar talento y riqueza en la región», comenta. Entre sus clientes se encuentra Noelia Aedo, una empresaria que cada año acude al mercado en busca de regalos únicos para sus trabajadoras. «Siempre busco cosas distintas. Este año estoy barajando la opción de riñoneras o bolsos pequeños, algo que sea práctico y bonito», comparte.
Otro ejemplo de dedicación lo aporta Nieves Villegas, de Las Fraguas, con su marca De Mí y de Ti. Comenzó su andadura en la artesanía hace apenas dos años, en los que ha conseguido crear una línea de productos de piel hechos a mano que incluye desde bolsos y mochilas hasta cinturones y monederos. «Empecé con 50 años, lo cual no es fácil. Pero estoy aquí para mostrar lo que las mujeres rurales podemos hacer. Este mercado me da la oportunidad de llegar a miles de personas, y estoy feliz con la acogida que están teniendo mis productos», explica.
En el ámbito de la joyería, Marimar Calvo está a cargo del puesto Marcos Mendivil, especializado en piezas de autor elaboradas con piedras naturales y semipreciosas. «Todas las joyas son únicas y la aceptación del público ha sido muy buena este año. Llevo mucho tiempo vendiendo aquí y es una experiencia muy gratificante», señala.
Para muchos, como José Demetrio Gómez y su pareja, visitar el mercado es ya una tradición anual. «Venimos todos los años. Esta vez hemos comprado una chapa para nuestro perro y ahora buscamos un collar y una correa», relatan.
Así, Pombo se convierte durante estas semanas en un espacio lleno de vida, creatividad, artesanía... y ambiente navideño.
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