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Amarillo para los envases, azul para el papel y cartón, verde para el vidrio y todo lo demás al gris, que en algunas localidades también tiene otra tonalidad, aunque se distingue fácilmente del de cristal por su forma. Esa era la lección que tenían aprendida ... los cántabros para reciclar correctamente y que tendrán que revisar. Porque la comunidad autónoma, como todos los territorios de la Unión Europea, tiene que tener plenamente implantado antes de 2024 un quinto contenedor para los restos orgánicos (básicamente, los restos de comida). A día de hoy, once municipios ya cuentan con él. Los primeros contenedores marrones -ese es su color identificativo- llegaron hace medio año a cuatro ayuntamientos, se han extendido a otros siete en este tiempo y de forma progresiva harán acto de presencia en los cerca de 85 municipios -los más pequeños, porque los grandes actúan por su cuenta- en los que la empresa MARE gestiona los residuos.
Separar más, ¿para qué? Pues para aprovechar al máximo la segunda vida de los residuos y que la basura que se incinere o se entierre sea cada vez menor. Por eso la Consejería de Medio Ambiente construirá en el recinto ambiental de Meruelo una nueva planta para el tratamiento de este tipo de residuos, a los que se les dará una segunda utilidad. La instalación, que entrará en servicio en el plazo previsible de un año, servirá, entre otras cosas, para la elaboración de compost, un abono sin ningún tipo de componentes tóxicos y que es muy beneficioso para las plantas. La idea del departamento dirigido por Guillermo Blanco es dar una salida comercial a este compost y también facilitárselo a los ayuntamientos y administraciones públicas que lo requieren para el cuidado de espacios verdes y jardines.
400contenedores marrones ya se han instalado en 11 municipios.
Además de los residuos orgánicos que recojan los camiones de MARE, la futura planta también gestionará los provenientes de los grandes ayuntamientos de Cantabria. Hasta que esté en funcionamiento este centro de tratamiento específico para el material depositado en el contenedor marrón, lo que están haciendo en Meruelo es el estudio y caracterización de lo recogido. El objetivo es analizar el comportamiento de los vecinos de los once municipios donde ya hay cubo marrón, ver en qué fallan y realizar campañas informativas para corregirlo. «Se trata de recoger información de utilidad para prever la evolución del proceso de fermentación en el futuro sistema de túneles de compostaje», explican desde MARE.
NORMATIVA EUROPEA
«Con la creación de esta área especial en Meruelo abordaremos la gestión de la materia orgánica para su conversión en abono de calidad, cumpliendo con la normativa de eliminación de depósito en vertedero», declara Blanco a El Diario Montañés.
El Valle de Iguña fue la primera zona de la región en contar con uno de los contenedores marrones, desde el pasado mes de enero. Cuatro ayuntamientos de esta comarca -Anievas, Arenas de Iguña, Bárcena de Pie de Concha y Molledo- fueron los primeros en estrenarlo. Haciendo un análisis de los primeros cuatro meses de funcionamiento, en el valle se han colocado un total de 190 contenedores y en ese tiempo se han recogido aproximadamente 80.000 kilos de residuos. ¿Mucho? ¿Poco? ¿Suficiente para nutrir la futura planta de compostaje? Desde MARE afirman que «todavía es pronto para hacer un balance exhaustivo, ya que aún nos encontramos en una fase piloto» con respecto a la puesta en marcha de este sistema de reciclaje.
A continuación de la primera fase, la implantación prosiguió a partir de mayo por Cartes, Castañeda, Los Corrales de Buelna, Puente Viesgo, Reocín, San Felices de Buelna y Santillana del Mar. Ahora mismo, los once ayuntamientos que ya participan de la iniciativa cuentan con un total de 400 contenedores.
A partir de aquí, además de la construcción de la planta -se está trabajando en el proyecto y no se conoce aún el presupuesto-, lo que toca es extender la implantación del quinto contenedor a otros municipios cántabros. En MARE destacan que «la implicación municipal y la participación ciudadana están siendo elementos claves para consolidar la implantación del quinto contenedor» e inciden en que «la ciudadanía responde» en la lucha por el medio ambiente «cuando tiene medios para ello».
En el caso de las localidades con más de 10.000 habitantes, como Santander o Torrelavega, la empresa pública señala que la fecha límite para disponer de los contenedores es este mes de julio. Sin embargo, aún no se ha procedido a su colocación en ninguno de los dos ayuntamientos más poblados de la región.
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