«En estos meses la música ha sido vital»

-Ha participado en el proyecto #Yocanto. ¿En qué ha consistido?

-'la Caixa' nos informó de este proyecto en el que pretendían juntar en un vídeo las voces y actuaciones, desde casa, de gente de toda España. Eligieron una canción que me encanta ('Viva la vida', de Coldplay) y estaba muy acorde con la etapa que estábamos pasando. Decidimos unirnos diez miembros de la coral. Nos enviaron los enlaces de tutoriales de coreografías, partituras, instrucciones y pistas para lograr el espectacular resultado que obtuvimos. Los organizadores hicieron un gran trabajo. Recibieron casi 1.300 vídeos y más de 600 audios. Cada cuerda de tenor, soprano, contralto y bajo tenía diferentes movimientos y partes de la letra de la melodía. Nos contagiaron su entusiasmo. Coordinar luego ese mosaico multicolor con las diferentes voces fue todo un reto.

-El objetivo es que las 640 voces de los participantes sonaran como un coro. ¿Fue difícil? ¿Tuvo que practicar mucho?

-Enseguida nos enganchó la propuesta y nos pusimos a practicar a tope. El plazo para enviarlo desde que nos enteramos era muy corto (siete días). Varios miembros de nuestra coral nos coordinamos y en esa semana tuvimos múltiples conexiones virtuales con nuestro director, César Vinagrero, para ensayar lo indicado. Había dificultades añadidas, como el idioma. Al ser en inglés y grabarnos cada uno desde casa de forma individual, fue más complicado. También lo fueron la parte técnica de grabación de audio, dos vídeos y el envío de los archivos. Después, resultó muy entretenido seguir el estreno en directo, buscarnos en los cuadritos y plasmar los recuerdos en nuestra página de Facebook.

-De Cantabria han participado diez personas. ¿Se han conocido?

-La inscripción en este proyecto era de forma particular. En nuestra Coral Jorge Manrique nos implicamos un grupo dispuesto a participar. Incluso las familias colaboraron con la parte técnica y al final fuimos diez los que llegamos a tiempo al plazo previsto. No tenemos constancia si alguien más de Cantabria se inscribió.

-¿Cómo le ha ayudado la música en el confinamiento?

-La música estos meses ha sido vital. Echábamos en falta nuestros ensayos y las actuaciones previstas, que fueron canceladas. En especial, un viaje a Andorra en el que ya teníamos organizado un intercambio entre nuestra coral y una local de ese país. Así que impulsamos unos encuentros virtuales donde ensayamos y socializamos durante esa etapa. Lo titulamos 'Coro en casa'. Fue complicado al principio, porque no contamos con muchas habilidades informáticas. Pero ha sido realmente gratificante.

-El mensaje que 'la Caixa' quiere mandar a través de este proyecto es que la vida continúa, que hay alternativas. ¿Lo siente usted así también? ¿Cree que la música podría ayudar a más personas?

-Definitivamente, sí. Estos meses nos han servido para apreciar todavía más los beneficios del canto coral. Y en esta especial etapa nos ha mantenido en contacto, ilusionados, más cercanos y disfrutando de una pasión común. El mensaje de 'la Caixa' de que hay alternativas se refleja en cómo cada uno ha gestionado sus emociones. Involucrándose en el canto, tocando instrumentos, la fotografía, o cualquier arte o actividad que nos haya tenido motivados y con ilusión.

-¿Después de esta iniciativa se ve participando en más de este estilo? ¿Se atrevería con algún programa?

-Sí, cualquier nueva iniciativa será bien recibida. Disfruto y aprendo con este tipo de actividades. Canté en 'El Mesías Participativo', promovido también por 'la Caixa'. Nueve coros de Cantabria nos unimos con el coro de Oxford y una orquesta inglesa, dirigidos por Edward Higginbottom, en el Palacio de Festivales de Santander. Resultó todo un espectáculo. Así que estoy dispuesto a continuar participando. Lo de atreverme con algún programa ya es más arriesgado.

-Siempre le ha gustado cantar, pero no empezó a cantar en público por iniciativa propia. Hubo alguien que se le adelantó.

-En casa siempre estaba canturreando y escuchando música. Cuando recibí una llamada para participar en el coro del Centro Botín, me sorprendió. Mi mujer había conocido la primera edición de ese proyecto y pensó que era apropiado para mí y me inscribió. Ése fue para mi el descubrimiento de esta actividad, que ahora tanto disfruto.