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«El miedo al desabastecimiento provocado por la huelga de transportistas unido a la preocupación y la solidaridad que la guerra de Ucrania viene generando en las últimas semanas nos han vuelto a dejar muchos huecos en los lineales, como en el caso de ... la leche que, en algunos casos, llenaban su espacio con papel higiénico, el producto que simbolizó la compra irracional en los primeros días de pandemia». Esta es la explicación que ofrece la consultora Nielsen -que monitoriza las ventas de manera continua de todas las cadenas- tras concluir que los supermercados de Cantabria incrementaron sus ventas un 21% entre el 7 y el 13 de marzo sobre la misma semana de 2021 (para poner en contexto esta cifra, el promedio de las semanas anteriores se situaba alrededor del 6%).
Con respecto a las categorías de productos que más han visto dispararse sus ventas, aunque la mayoría crecen muy por encima de las semanas anteriores, sí que existe una diferencia significativa entre la evolución de los productos envasados (+27%) frente a los frescos (+13%). Y dentro de los envasados, el protagonismo ha sido para las categorías de despensa, las que permiten un almacenamiento más prolongado y las más adecuadas para ser transportadas a donde más se necesita en estos momentos: alimentación seca creció un 47% (con los aceites evolucionando al +289% sobre el año anterior), conservas un 45% y leches un 35%. Pero no sólo la alimentación, también la droguería (+24%) y los productos de higiene y belleza (+20%) han seguido el mismo camino. Y en productos frescos, las ventas de huevos crecieron un 27% esa semana.
El director de Carrefour en Torrelavega y representante de la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged), Rubén Santiago, explica que con el comienzo de la guerra se produjo, sobre todo en determinadas categorías como el aceite y la harina, «más demanda de la habitual». «La gente, en previsión de que esos productos pudieran faltar, hizo más acopio de mercancía de lo habitual. En ese sentido hemos vendido más producto», describe.
En los primeros días de la huelga también se produjo una mayor venta, según apunta Santiago, «porque la gente tenía miedo a quedarse sin producto». «Como ahora ya están faltando determinados productos de ciertas categorías, porque hay proveedores que no pueden servir, la situación ya se ha estabilizado. Pero la verdad es que tanto con el inicio de la guerra como de la huelga se ha notado un incremento de ventas en ciertos productos».
Desde Supermercados BM señalan que «el pico de venta se ha producido en todas las secciones y productos». «En los primeros días estuvo más centrado en los aceites y se han ido extendiendo al resto de referencias, como la leche, conservas y pastas». Según comentan, actualmente la situación es «compleja» y están registrando los «problemas lógicos» en la cadena de suministro que, por el momento, «no han afectado de forma grave al abastecimiento de nuestros productos; si bien es cierto que hemos empezado a registrar escasez en algunos, como la leche». De ahí que estén «preocupados y tensionados» por la situación.
Mientras que desde Mercadona e Hipercor apuntan a carencias puntuales «más por el acopio de la gente que a la propia falta de suministro de producto», pero no hacen mención al incremento de sus ventas, en Lupa aseguran que «estas situaciones no benefician a nadie y tampoco provocan un aumento de ventas». No obstante, reconocen que debido a la guerra de Ucrania «sí que se notó que algunos clientes estaban comprado más producto de las familias de aceite, pastas, arroz, legumbres y sopas por el temor infundado a un posible desabastecimiento».
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