Miguel Ángel vuelve a la calle a repartir suerte

Después de semanas de confinamiento, incertidumbre y, en muchos casos, penurias económicas «la gente viene a vernos en busca de la buena suerte». Los vendedores de la ONCE abrieron el pasado lunes sus puntos de venta después de casi tres meses de parón. Y lo hicieron con más éxito de lo previsto. Muchos de ellos aseguran que el primer día fue «excepcional». «Nunca pensé que fuéramos a ser así de bien recibidos», cuenta Miguel Ángel González desde su puesto situado en la calle Calvo Sotelo, esquina Isabel II. González, separado y con una hija, explica cómo ha vivido este parón: «No ha sido fácil para nadie. Comenzamos el ERTE el 5 de abril y nos hemos incorporado este lunes, día 15 de junio».

Otro compañero, Miguel Ángel Serrano, explica desde su puesto en la calle Cádiz cómo han afrontado la situación: «Lo cierto es que desde la ONCE se han portado muy bien. Yo tenía cuatro 'perrucas' ahorradas, pero quien lo precisara, podía solicitar un adelanto a la organización».

«Hoy (por ayer, martes), la cosa está más tranquila. Llueve y hay menos gente por la calle, pero el lunes los clientes volvieron con alegría a comprar», describe ilusionado. Añade que además de los de «toda la vida», se acercaron a comprar el cupón «mucha gente que no lo hace habitualmente. Todos tienen ganas de suerte».

Alejandro Ruisoto, de 20 años, lleva casi un año con su punto de venta en la plaza Porticada. Asegura que le «alegra mucho que vengan mis clientes de siempre. También mucha gente mayor, que pensé que igual tenía más reparo, pero que se han animado y han acabado viniendo». Añade que numerosas personas «vienen a preguntar por el Sorteo Extraordinario del Día del Padre (retrasado por la crisis) que se celebra este domingo, día 21».

Desde la dirección, su delegado regional, Óscar Pérez, también se muestra satisfecho con el retorno a la actividad. «Estábamos deseando que llegara este momento. En Cantabria, son 200 familias las que dependen económicamente de que se volviera a la normalidad cuanto antes». Confía en que «tanto aquí como en toda España, la sociedad siga confiando en la suerte y en nosotros». Para ayudar en ese camino, Pérez señala que «todos nuestros empleados han sido adecuadamente informados de las medidas de seguridad que deben tomar. Por supuesto, todos van con mascarilla y algunos incluso también con máscara protectora, además de los guantes».