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Cinco agentes atienden la sucesión de avisos recibidos en la sala del 112. Foto: Roberto Ruiz / Vídeo: Héctor Díaz

Los mil avisos de un día de temporal

Cinco personas atienden las llamadas en la sede del 112, donde el teléfono suena con más insistencia cuando la lluvia y el viento arrecian

José Carlos Rojo

Santander

Viernes, 3 de noviembre 2023

La sala del 112, en Santander, está en una nave industrial de la calle César Llamazares, junto a la avenida de Parayas; por eso cuando la lluvia arrecia y golpea el techo con fuerza, suena como un traqueteo que opaca otros muchos sonidos. Si a ... eso se le unen las fuertes rachas de viento de estos días en la capital, el concierto parece una suerte de partitura para percusión que avanza que el teléfono va a sonar más de lo habitual. Es la alerta que pone en acción a los trabajadores que sostienen este servicio, donde recalan todos los avisos mandados por los ciudadanos para advertir sobre accidentes, incidencias y demás problemas que se dan en el día a día y que se multiplican cuando los temporales arrecian. «Estamos gestionándolo muy bien porque lo habíamos previsto, pero el incremento de llamadas es significativo», concreta Samuel Ruiz, director del servicio.

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