Casi un millar de ganaderos recibe los pagos por mantener la actividad en zonas loberas

Los pagos son de concesión directa y la cuantía es una prima anual por cabeza de ganado en régimen de ganadería extensiva en alguno de los municipios incluidos en la Zona 1 (según especifica el Plan de Gestión del Lobo en vigor desde 2019). Estos términos municipales son Anievas, Arenas de Iguña, Cabuérniga, todos los de Liébana, los de Campoo al completo, Soba, Ruente, Lamasón, Rionansa, Polaciones, algunos ayuntamientos de los valles pasiegos y Luena, entre otros.

Los precios establecidos son 20 euros por cabeza de ganado ovino o caprino, 15 euros por equino y 10 por bovino, y los ganaderos que se acogen al plan deben contar con explotaciones activas en los municipios de la citada zona.

El consejero del ramo, Pablo Palencia, ha destacado la importancia de estos pagos para que los condicionantes que la presencia de un depredador como el lobo produce en la ganadería extensiva no hagan inviable o comprometan el mantenimiento y mejora de la actividad porque el lobo causa muchos tipos de problemas.

Palencia ha precisado que estos pagos son independientes de las indemnizaciones por daños, que se abonan en toda la región y a todos los afectados, sean o no ganaderos profesionales, y de las ayudas para la adopción de medidas preventivas, a las que pueden concurrir todos los titulares de explotaciones y para cuya concesión se aplican criterios de incidencia de daños, entre otros.

También ha insistido en que su departamento reiterará ante el Ministerio para la Transición Ecológica que modifique, como ya le ha pedido la Unión Europea y la mayoría de las comunidades autónomas, un estatuto de protección del lobo para que pase de estar «estrictamente protegido» a «únicamente protegido». Cantabria también aspira a que se flexibilice la gestión de las poblaciones loberas.

Según Palencia, Cantabria necesita volver a controlar la especie con el anterior Plan de Gestión del Lobo, que permitía la extracción de entre 19 y el 20% de la población, como sucede con éxito en otros países como Francia. Lo contrario, ha señalado, «nos hace estar en desventaja competitiva».