Secciones
Servicios
Destacamos
Revista del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Número 716, correspondiente a julio y agosto de 2021. Hay un artículo titulado 'Nuevos retos para el Corredor Atlántico' (Adif intensifica el desarrollo de los trabajos de sus primeras líneas, pone en el subtítulo). Es un ... repaso amplio a los planes para el periodo 2021-2027. Financiación, objetivos, trazados... Casi comunidad por comunidad. ¿Y qué pone sobre la región? Que «aunque la red ferroviaria de Cantabria no se incluye en el Corredor Atlántico Europeo, es preciso apuntar la importancia de las actuaciones complementarias que se están realizando en este ámbito». Que sí, que se ha finalizado la renovación del Palencia-Santander, que se trabaja en la duplicación de vía entre Santander y Torrelavega, que se mejoran la instalaciones de seguridad entre Mataporquera y Bárcena o que se adaptan apartaderos a trenes de 740 metros -todo eso lo pone-. Incluso, hacen referencia al arranque de la construcción «de la nueva conexión por alta velocidad con la Meseta, la que unirá Palencia y Reinosa». Pero no, la revista del Ministerio confirma que Cantabria no está incluida en el trazado. Es más, el tren Santander-Bilbao, la vía por la que el Gobierno regional quiere colarse en 2023 en el Corredor, no aparece mencionada en todo el artículo.
La importancia viene dada porque el artículo lleva la firma de María Luisa Domínguez, entonces directora general de Planificación Estratégica y Proyectos de Adif, y que ha sido nombrada hace dos semanas presidenta de Adif, es decir, su máxima responsable.
Cantabria aparece citada dos veces. Y en las dos dice básicamente lo mismo. Una es la del párrafo anterior. «Sin duda alguna -empieza la otra-, la mejora de las prestaciones de las líneas que componen el Corredor Atlántico beneficiará a las comunidades autónomas por las que discurre: Galicia, Asturias, Castilla y León, Extremadura, Andalucía, País Vasco, Castilla-La Mancha y Madrid, y también Cantabria, donde se realizan actuaciones complementarias» (las que especifican en el otro apartado). Pero se limita a eso, a actuaciones «complementarias».
Que Cantabria está fuera del Corredor ya se dijo hace menos de un mes. Lo pubicó este periódico. Que con motivo de la aprobación por parte de la Comisión y el Parlamento de la Unión Europea del Mecanismo Conectar Europa (MEC, en sus siglas en inglés), que ponía sobre la mesa 33.710 millones de euros para el impulso de estas redes, la región no aparecía por ninguna parte. Entonces desde el Gobierno regional se dijo, básicamente, que ya contaban con ello. Incluso, que lo raro hubiera sido haber figurado entre las señaladas con este mecanismo de financiación. Y que, tras no aparecer en el mapa de 2011 ni en la modificación de 2018, el objetivo es estar en la actualización de 2023. Y ahí fijaban, precisamente, la importancia de los pasos que se están dando en el trazado Santander-Bilbao. Que la unión temporal de empresas (UTE) formada por las firmas cántabras Apia y WSP Spain y la vasca Sener Ingeniería trabaja desde junio del año pasado en la redacción del trazado para unir ambas capitales en 40 minutos, con paradas en Castro y Laredo, si no cambian las premisas de los técnicos del Ministerio. Que con esos documentos es con los que se licitaría posteriormente la obra y, para entonces, si todo sale bien -es la esperanza del Ejecutivo-, esta línea ya debería haber entrado en el nuevo mapa de la Red Transeuropea de Ferrocarriles.
Lo que sorprende, al hilo de esto, es que en el artículo de la revista oficial del Ministerio no se cite ese trazado para enlazar con Bilbao, la actualización de 2023 y, menos aún, la posibilidad de que Cantabria entre finalmente en el Corredor Atlántico. Y preocupa aún más si, al leerse el texto, uno ve escrito que se refiere al periodo 2021-2027. Sólo esas obras «complementarias».
«Uno de los mayores desafíos para el desarrollo de las infraestructuras en nuestro país» y un Corredor «que tendrá un papel fundamental en el fomento de la competitividad de la economía productiva en la mitad oeste de España», definen en la publicación, que habla, además de un elemento decisivo para la conexión «de los grandes puertos, terminales logísticas intermodales, zonas industriales y aeropuertos». Ponen un ejemplo: «Sirve de nexo entre el puerto de Algeciras, el primero del país por volumen de mercancías y los puertos gallegos; en ese recorrido beneficiará tanto a las fábricas de automoviles, como las ubicadas en Vigo y Valladolid, como a productores de madera gallegos, la siderurgia en Asturias, la producción agrícola de Extremadura y las dos Castillas y las grandes terminales logísticas ferroviarias de Adif». No aparece Cantabria. Y tampoco en un mapa en el que están Vitoria, Bilbao, León, Gijón, Valladolid, Orense, Vigo y La Coruña. Santander se queda en medio de todas las líneas sin que llegue ninguna.
De hecho el documento dedica varios párrafos a las «actuaciones destacadas» en Castilla y León, recuerda, para Asturias, que el Corredor incluirá «la red convencional Venta de Baños-Palencia-León-Gijón» y, al otro lado, repasa, entre otras, las actuaciones en la «'Y' vasca» o los estudios informativos «en tramitación» de su conexión con la Meseta. Pero en Cantabria se queda en acciones «complementarias» y de la conexión con Bilbao no se dice nada.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.