El Ministerio encarga el enésimo estudio de la nueva Vuelta Ostrera y dilata su derribo

Esta última opción es la que el Ministerio que dirige Teresa Ribera considera más adecuada. De hecho, el pasado mes de marzo afirmó que esa sería la «definitiva». El Gobierno central señaló entonces que no tenía dudas sobre la idoneidad de esta opción, pero cabe recordar que en hasta en cuatro ocasiones Medio Ambiente ya dio por seguros otros lugares que también eran definitivos y que finalmente fueron descartados. Lo más curioso de todo es que esta ubicación de Cortiguera es la misma que se puso sobre la mesa en un primer momento. Fue en marzo de 2015, cuando el Ministerio elaboró un estudio de alternativas -otro de tantos- que resolvió que esta era la que tenía mejor puntuación desde el punto de vista ambiental y también en base a otros criterios como el económico.

Entonces, ¿por qué ahora se encarga un nuevo estudio? La explicación técnica es que el órgano ambiental lo ha requerido. No sólo en relación a las diferentes alternativas propuestas para la ubicación de la nueva Vuelta Ostrera, también para detallar la obra de demolición de la actual depuradora. Políticamente, responde a la carta que la ministra Ribera envió el pasado mayo, dos meses después de que se diera Cortiguera como solución definitiva, al consejero de Obras Públicas, José Luis Gochicoa. Aseguraba que el proceso para elegir la ubicación se está haciendo exclusivamente bajo el paraguas de un criterio «técnico y ambiental».

La ministra confirmaba que se había «reelaborado» el estudio de alternativas después de descartarse Isla Monti por la inestabilidad de los terrenos de Solvay y el riesgo de que los suelos contaminados de este espacio pudieran afectar al ecosistema como consecuencia de la obra. Y que las conclusiones volverían a salir a información pública.

El informe tendrá un coste de 467.780 euros y un plazo de ejecución de doce meses. Más tiempo para seguir dilatando los plazos y retrasar la demolición que falló el Supremo en 2005, dos años antes de su entrada en funcionamiento. Desde entonces, el Tribunal no ha exigido la ejecución de la sentencia y se viene conformando con que Medio Ambiente informe puntualmente de los pasos que da. Informes, adendas, estudios, negociaciones, alegaciones de los vecinos y ayuntamientos afectados... Han pasado dieciséis años desde que se produjo el fallo y quedan otros once para 2032, cuando Vuelta Ostrera acabará su vida útil. Con independencia de lo que ocurra en la vía judicial, como tarde en ese momento la actual depuradora pasará a mejor vida.