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daniel martínez | javier gangoiti
Lunes, 30 de septiembre 2019, 07:17
El Ministerio para la Transición Ecológica insiste en la isla de Solvay, un espacio de tierra que rodea el río Saja ubicado en la localidad de Suances pero frente a Requejada, para construir la nueva depuradora de Vuelta Ostrera. La decisión la han ... tomado tanto la Confederación Hidrológica del Cantábrico como la Dirección General de Agua, ambos organismos dependientes de la cartera que dirige la ministra Teresa Ribera, después de estudiar las alegaciones presentadas por el Gobierno de Cantabria, diferentes colectivos ecologistas y diversos ayuntamientos de la zona. Según el documento definitivo, este lugar -también conocido como la isla de Monti- es el más idóneo desde el punto de vista ambiental, económico y de afección a la población.
La determinación por parte del Gobierno central es firme, pero a la vez es el propio Ministerio para la Transición Ecológica el que podría poner alguna traba y enmendar la plana. En concreto, la Dirección General de Evaluación Ambiental, que tendrá la última palabra y que, salvo sorpresa mayúscula, dará su conformidad para empezar a poner fin a un conflicto que se inició en 2005, cuando el Tribunal Supremo confirmó que la actual estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de Vuelta Ostrera se había construido en dominio público marítimo-terrestre y debía ser derribada. Esta Dirección General ya tiene en su poder tanto el informe de impacto ambiental que debe revisar como la adenda, que se creó a raíz de recopilar los argumentos a favor y en contra de los afectados y que también se sometió a consultas.
El Gobierno regional. Las alternativas que proponía el Gobierno ya fueron descartadas por los técnicos. Sobre la isla de Solvay, el consejero Blanco ha dicho en varias ocasiones que no es el mejor lugar.
Los municipios y Solvay. Suances y Miengo creen que esta es la mejor opción, al igual que el PP y Ciudadanos. En cambio, Polanco, el municipio más afectado aunque la EDAR no está en su término municipal, no lo ve con buenos ojos, al igual que Solvay, que alega motivos medioambientales.
El Ministerio. Asegura que la decisión es firme y que sólo la evaluación ambiental puede echarlo atrás. Recuerda que aquí solo intervienen los técnicos y no los políticos.
Como recordó el pasado lunes en el Parlamento de Cantabria el consejero de Medio Ambiente, Guillermo Blanco (PRC), todas las alegaciones se tienen en cuenta, pero no son vinculantes. Como el Ayuntamiento de Polanco, que previsiblemente será el más afectado por la circulación de camiones para la extracción de lodos o los olores a pesar de que la instalación se levantará en terrenos de Suances, el Ejecutivo autonómico nunca se mostró partidario de la isla de Solvay. Hoy mismo, Blanco tendrá ocasión de recordárselo a la ministra Ribera en una reunión que se celebrará en Madrid a partir de las 15.00 horas. De hecho, para los regionalistas la solución ideal sería buscar un mecanismo para legalizar la actual depuradora, algo que a estas alturas ya dan por imposible. Eso sí, exigen que la sentencia de derribo de Vuelta Ostrera 1 no se ejecute hasta que se levante y esté en pleno funcionamiento Vuelta Ostrera 2.
La Confederación Hidrológica y la Dirección General de Agua insisten en que aunque son ellos los que dirigen el proceso de decisión, sí se han tenido en cuenta las alegaciones presentadas por las partes. Y el ejemplo es que han dado como resultado modificaciones significativas en el proyecto definitivo.
La empresa química Solvay, propietaria de la isla, basaba su negativa a la ubicación en que la construcción de la nueva depuradora en estos terrenos «endebles» podía dañar los diques de contención que existen y provocar «un grave problema» ambiental y de seguridad para la comarca. Estos diques soportan grandes acumulaciones de materiales de origen industrial, depósitos de antiguas balsas de decantación de los líquidos residuales de la fabricación de carbonato sódico. La idea anterior ya había tenido en cuenta este hecho y por eso incluía una cimentación profunda mediante pilotes de todos los elementos de la EDAR. En el actual, para solventar esta situación, se da un paso más y se opta por colocar la depuradora fuera de la zona de diques, en los terrenos que no están afectados por esta contaminación. Además, por este mismo motivo, el edificio será -si sale adelante, como todo parece indicar- más pequeño y compacto.
2001 El Ministerio de Medio Ambiente, dirigido por Jaume Matas, aprueba el proyecto de construcción de Vuelta Ostrera.
2003 ARCA denuncia el acuerdo para construir en la marisma de Cortiguera una depurada dentro del plan de saneamiento Saja-Besaya.
2005 Finalizan las obras. Ese mismo año, el Tribunal Supremo ordena demolerla por encontrarse en dominio público marítimo-terrestre.
2007 Se inaugura la estación y empieza a depurar las aguas de la Comarca del Besaya.
2013 El Estado solicita al Tribunal Supremo una moratoria de otros siete años para demoler la instalación.
2016 Medio Ambiente decide construir la nueva instalación en el mismo entorno. Comienza el baile de alternativas y de informes técnicos.
2017 El Supremo amenaza con clausurar Vuelta Ostrera si el Ministerio sigue retrasando las decisiones para sustituirla.
2018 El Ministerio comienza a tramitar el proyecto para demoler Vuelta Ostrera 1.
2019 El Estado detalla en sus informes que la isla de Monti es el lugar más adecuado para construir la nueva depuradora.
Falta por saber si esta modificación de última hora supone también una modificación en el presupuesto de la obra, que asciende a alrededor de 111 millones de euros, incluyendo cerca de 40 millones para el emisario submarino y la construcción de un puente para que los camiones puedan llegar hasta la isla a recoger los lodos. El coste podría ser incluso inferior si finalmente no es necesario sacar de la isla los 300.000 metros cúbicos de tierra que figuraban en el anterior documento y que iban a ser retirados por un gestor autorizado por su potencial contaminante.
La ubicación de Vuelta Ostrera será uno de los asuntos que esta tarde trate el consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Guillermo Blanco, con la ministra Teresa Ribera, con la que se reúne a partir de las 15.00 horas en la sede del Ministerio para la Transición Ecológica. También solicitará su implicación en el Plan de Recuperación Ambiental Saja-Besaya 2030, uno de los proyectos de legislatura de su departamento, y en la lucha contra las especies invasoras a través de una ayuda económica del Fondo del Patrimonio Natural. Igualmente, solicitará un mayor impulso a los procedimientos de aprobación de los trasvases del embalse del Ebro y la conclusión de las obras del saneamiento de las marismas de Santoña, Victoria y Joyel.
Desde el Ministerio señalan a este periódico que el expediente que está pendiente del 'OK' de Evaluación Ambiental «está bien tramitado y bien justificado» para salir adelante. «Creemos que ese es el camino y esperamos que haya un posicionamiento favorable. Es un tema importante y relevante para mucha gente, pero depende de la carga de trabajo que tengan los funcionarios. Lo lógico es que antes de finalizar el año hubiera un posicionamiento, pero es difícil saberlo», apuntan desde el Gobierno central, que insisten en que la decisión será puramente técnica y en ella no intervienen los políticos.
Además de Solvay, tampoco estarán conformes con esta solución en Polanco. Todos los grupos políticos del Ayuntamiento, que invitan a la ministra Ribera a que conozca la zona, se han posicionado e incluso han anunciado movilizaciones si la depuradora se sitúa en este lugar, donde las viviendas más cercanas se encuentran a 300 metros. Su alcaldesa, Rosa Díaz, recordaba la pasada semana que en el anterior estudio de impacto ambiental, antes de las alegaciones y la adenda, la isla de Monti no era la primera opción desde el punto de vista de afecciones al ecosistema, sino la cuarta. Posteriormente se han modificado los criterios.
En cambio, como la mayoría de grupos ecologistas, el Ayuntamiento de Suances sí apoya esta alternativa. También ven con buenos ojos la isla de Monti desde Ciudadanos, que en el último pleno de la Cámara autonómica acusaron al Gobierno de Pedro Sánchez de «ocultar una decisión que ya está tomada» sobre Vuelta Ostrera por motivos «electoralistas» y también al bipartito PRC-PSOE de ser cómplice de este juego.
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