El Ministerio del Interior comenzará la reforma integral de El Dueso este otoño

Es el proyecto más caro porque también es el más ambicioso. Las especiales características de El Dueso, por su privilegiada localización, su tamaño, su distribución, el hecho de tratarse de un complejo con más de un siglo de antigüedad y la larga lista de trabajos a acometer, justifican la partida. El grueso de esta actuación consiste en la reforma integral del módulo 1, el que alberga a la mayoría de los cerca de 450 internos que, de media a lo largo del año, cumplen condena en esta infraestructura.

Desde la dirección del centro aún están elaborando la operativa para realizar la actuación. En principio, está previsto que se haga por mitades. En un primer momento, los presos de la parte en la que comiencen las obras se trasladarán a la otra mitad, por lo que tendrán que duplicarse algunas celdas, que ahora son individuales, para acoger a dos personas.

En la segunda fase se hará lo mismo, pero en la otra ala del módulo. Por razones de espacio esto no podrá aplicarse en todos los casos y es posible que alrededor de un centenar de internos sean desplazados temporalmente a otra cárcel cercana. No pueden moverse a otros módulos dentro de Santoña no sólo porque no caben, sino porque las otras estancias, a día de hoy, están reservadas por si surge en el penal algún brote o contagio por covid.

También se modernizarán la actual sala de estar, el Edificio de Tratamiento, el módulo de mujeres y sus tres naves, además de actuaciones parciales en las oficinas, el edificio de ingresos, las garitas de vigilancia y el polideportivo. Uno de los trabajos de mayor alcance es el que afecta a las naves, una de las cuales, en la actualidad, carece incluso de cubierta. La que está en mejor estado, que se emplea como almacén, será reconvertida en escuela y biblioteca; la segunda, la que únicamente mantiene su estructura, albergará un salón de actos y las salas de tratamiento -Plan Regional de drogas-, así como el espacio destinado al culto. Al tercero de estos edificios se trasladará el almacén.

Renovar las instalaciones de El Dueso supondrá a la vez mantener la singularidad del centro, con una superficie de 334.494 metros cuadrados, una distribución arquitectónica completamente diferente a la de cualquier otro penal -más espacios comunes y vistas a la marisma y a la playa- y una gran oferta de actividades. Los presos pueden practicar deportes (tenis, baloncesto, pádel, bolos, fútbol, rugby), actividades ocupacionales (pintura, carpintería, albañilería), seguir programas formativos (contra la violencia de género, control de impulsos, antidroga), y trabajar en talleres para obtener una remuneración.

«La reforma es una noticia muy esperada en Cantabria que tenía el compromiso del Ejecutivo de Pedro Sánchez desde el inicio de su mandato», apunta la delegada del Gobierno, Ainoa Quiñones, que recuerda que el volumen de la inversión es el mayor que se realiza por parte de Interior para el mantenimiento de las prisiones. Todo para «mejorar las instalaciones del recinto y también la atención que se da a los reclusos y reclusas».

Eso, y aumentar las condiciones de seguridad en las que trabajan los funcionarios de prisiones. De hecho, son ellos, a través de sus representantes, los que han venido insistiendo durante años en la necesidad de llevar a cabo estas labores. También reclaman cubrir las vacantes que han ido quedando por la no reposición de plazas de compañeros jubilados, un problema que se arrastra desde hace una década. A pesar de las últimas incorporaciones, la plantilla aún está muy por debajo de las exigencias y los números recomendables para este servicio.