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El consejero de Obras Públicas, José Luis Gochicoa, ha llevado este miércoles a la sede del Ministerio de Transportes muchos asuntos en la cartera. Un amplio dosier de temas pendientes del departamento que dirige la socialista Raquel Sánchez en Cantabria para poner sobre la mesa ... de su secretario general de Infraestructuras, Xavier Flores. En la reunión, en la que también ha participado el diputado José María Mazón, se repasaron plazos, estados de ejecución y presupuestos de los principales proyectos ferroviarios, pero los regionalistas han salido del despacho sin grandes novedades en esta materia. El foco estaba centrado en asuntos como el tren rápido a Bilbao –ese que tiene que conectar la capital cántabra y la vizcaína en 50 minutos–, pero el principal avance que presentó el área de Fomento fue en carreteras. Y más concretamente en el tercer carril entre Santander y Torrelavega, que en el lento avance de su tramitación ha dado un nuevo paso.
El Gobierno central les comunicó que es «inminente» la aprobación provisional del estudio del proyecto a efectos expropiatorios. Un punto imprescindible, pero está por ver si suficiente para que la obra puede licitarse a lo largo de 2022. Esa fue la promesa de la Delegación del Gobierno el pasado otoño, cuando se marcó ese objetivo para justificar que los Presupuestos Generales del Estado incluyeran dos millones de euros para activar los trámites y empezar a buscar la empresa que se encargue de los trabajos. En cualquier caso, las máquinas no estarán sobre el terreno este año.
Serían los primeros dos millones de euros de los cerca de 149 que el Ministerio de Transportes calcula que costará la actuación. En su programación presupuestaria de aquí a 2026 ha detallado que irá reservando anualidades para el proyecto hasta alcanzar esa cifra. El tercer carril sumará alrededor de 13 kilómetros y servirá para aumentar la seguridad y aliviar la intensidad de vehículos en las horas punta. Se iniciaría en Polanco, justo en el punto donde se conecta con el nuevo ramal de continuidad que acabará con el nudo de Torrelavega, la obra más importante por presupuesto de cuantas tiene actualmente el Estado en Cantabria.
Más atrasado va el proyecto homólogo del tercer carril de la A-8 entre Solares y el límite con Vizcaya llamado a solucionar los atascos en esta zona. Todavía no ha pasado los trámites ambientales y apenas hay planos acabados, así que con los 400.000 euros que ha reservado el Ministerio para la ampliación de esta autovía apenas se podrá avanzar en la redacción del anteproyecto.
«Poco a poco vamos viendo cómo se dan pasos en cumplimiento de los compromisos asumidos por el Estado con Cantabria», valoró el consejero Gochicoa al final del encuentro, quien pidió «agilidad» al Ministerio para que todos estos trámites «se materialicen a la mayor brevedad». Si se trató en la cita, el titular de Obras Públicas no dijo nada sobre la fecha del inicio de las obras para la reforma integral de la carretera del desfiladero de La Hermida, proyecto ya adjudicado y que supera los 100 millones.
En la nota de prensa difundida por el Gobierno de Cantabria, Gochicoa se limitó a hablar del tercer carril Santander-Torrelavega, el estudio del tren a Bilbao y una última actuación, la de los tramos pendientes del AVE a Madrid. Respecto a este punto, Flores reiteró lo que ya se sabía, que el estudio informativo del tramo Alar del Rey-Reinosa se encuentra únicamente a expensas del trámite ambiental. Revilla viene manifestando que, como muy tarde, saldrá a licitación en 2023.
De la cita de este miércoles se desprende que el Ministerio tiene ya acabado el primer estudio del tren rápido entre Santander y Bilbao en el que se recogen las distintas alternativas de trazado, así como los tiempos estimados de trayecto de cada una de ellas, sus costes y las paradas que tendría la línea. Está finalizado, pero Transportes tiene sus propios plazos y lo dará a conocer durante el mes de marzo. Ya lo dijo la titular del departamento a preguntas de José María Mazón en el Congreso hace unas semanas y hoy se lo confirmó el secretario general de Infraestructuras también a José Luis Gochicoa.
De esta forma, el primer borrador del documento técnico –un proyecto básico–, encargado en junio de 2020 a la UTE compuesta por WSP Spain-Apia y Sener Ingeniería y Sistemas por 1,2 millones de euros, acumulará medio año de retraso, ya que tenía que estar acabado y presentado en septiembre de 2021. O como tarde en el mes de diciembre, la segunda fecha que desde el Gobierno de España trasladaron al de Cantabria, tal y como adelantó Miguel Ángel Revilla.
Junto al estudio de alternativas también aparecerá el de viabilidad socioeconómica, que en el peor de los escenarios podría echar por tierra todo el trabajo. Tras quedar excluido por Bruselas el tren a Bilbao de la Red Básica Transeuropea, el Ministerio también ha ratificado su intención de proponer a la Unión Europea la incorporación de este tramo ferroviario en la Red Básica Ampliada del Corredor del Cantábrico, un segundo carro al que subirse para captar financiación europea.
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