La ministra traslada a Blanco que el enclave de Vuelta Ostrera no está decidido

Así se lo comunicó la propia Ribera al consejero de Medio Ambiente, Guillermo Blanco, en la reunión ministerial que mantuvieron este lunes. El emplazamiento de la nueva planta depuradora sigue siendo una cuestión controvertida, porque las partes implicadas no consiguen ponerse de acuerdo sobre cuál de las alternativas barajadas es la más idónea.

El Gobierno regional y el Ayuntamiento de Polanco discrepan abiertamente del traslado de la nueva estación a la isla de Solvay, sin embargo es la opción preferida por los colectivos vecinales y los municipios de Suances y Miengo. La alcaldesa de Polanco, la regionalista Rosa Díaz, la más beligerante, ha invitado por carta a la ministra a que visite Polanco para que conozca de primera mano los «efectos negativos» que tendría para los vecinos la instalación de la nueva depuradora en su municipio. Blanco tuvo ocasión de expresar personalmente a Ribera lo poco que le gusta la opción barajada por el Ministerio. El consejero aprovechó el encuentro para recordar a la ministra los informes técnicos desfavorables de la Dirección General de Medio Ambiente tanto al emplazamiento en la isla de Solvay, como al resto de las propuestas que planteó el Ministerio. En base a esos estudios, el Gobierno regional rechaza todas y cada una de las seis alternativas ministeriales: Cuchía, Vuelta Ostrera 2 (a 300 metros de la actual instalación), Requejada, Hinojedo, 'Matadero' y la propia isla de Solvay, también conocida como isla Monti. Esta última ha sido desde el principio la opción preferida del Ministerio, obligado por una sentencia judicial a derribar la actual Vuelta Ostrera antes del año 2020.

Blanco se trajo a Cantabria el compromiso «claro» de la ministra Teresa Ribera de que «la actual depuradora no se derribará hasta que no esté construida y en funcionamiento la nueva», aunque el Ejecutivo regional sigue sin mostrar cuál sería su propuesta. Con el argumento de que el Ministerio es «el único y exclusivo responsable de tomar la decisión definitiva», el consejero cántabro mantiene que no desvelará su postura hasta que «sepamos lo qué va a hacer el Ministerio con Vuelta Ostrera». En cualquier caso, «nuestra opinión no será vinculante», insistió.

Y mientras el Ministerio de Transición Ecológica deshoja la margarita sobre el futuro de la planta, el PP reclama al consejero cuente «a todos los cántabros la verdad de lo que ha tratado en Madrid sobre Vuelta Ostrera». El diputado Roberto Media insta a la ministra y a Blanco a que «hablen claro entre ellos sobre la realidad del expediente administrativo» para que «los cántabros conozcan la verdadera situación en que se encuentra la alternativa a la depuradora». Los populares creen que PRC y PSOE están «engañando» a los vecinos de Polanco y de la comarca y acusan al Gobierno y a la alcaldesa de ocultar los informes de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico por estar en periodo electoral. El PP defiende que deben ser los técnicos quienes adopten una decisión sobre la alternativa idónea, después de que se hayan analizado «absolutamente todas las posibilidades».