Los ministros de la UE destacan en Santander el papel de la ciencia ante los desafíos de Europa

Santander entero estuvo tomado por un gran despliegue policial. Los agentes estuvieron presentes en las calles por las que transitaron los coches oficiales, hasta los alrededores del Centro Botín, donde la noche del jueves los ministros disfrutaron de una cena de trabajo. Y por supuesto la seguridad se intensificó hasta límites insospechados en el propio palacio de La Magdalena, que estuvo vigilado por decenas de uniformados por mar, con la fragata de la Guardia Civil; por tierra, con agentes a pie, motorizados e incluso a caballo; y por aire, con el helicóptero y los drones que se desplegaron para asegurar que la cumbre comunitaria se desarrollara sin sobresaltos. Tal fue la exhibición de músculo policial que a nadie en Santander le pasó desapercibida la noticia de que en La Magdalena se estaba celebrando una cita importante.

Y entre tanto, en las aulas de la que durante estos meses es la sede de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), la ministra continuó hablando de futuro. «Nos encontramos frente al desafío de reindustrializar Europa. Pero debemos hacerlo de manera sostenible y pensando en las próximas décadas», argumentó Morant. Para ello, coincidieron todos los responsables de ciencia de sus correspondientes estados, «es fundamental trabajar de forma conjunta en incrementar la diplomacia científica». El éxito de esta estrategia se demostró recientemente con colaboración sin reparos de la comunidad científica internacional para diseñar una vacuna contra el covid en tiempo récord, «y debe servirnos de ejemplo para afrontar futuros desafíos sobre los que deberemos trabajar», aseguró Morant.

En la cita, a la que acudieron los 27 países de la Unión Europea además de Suiza, Noruega e Islandia, se insistió en que esa mejora de la diplomacia científica es fundamental también para fortalecer el liderazgo europeo. Algo clave en el actual contexto internacional en que los grandes desafíos de seguridad, energéticos y medioambientales serán claves para posicionarse en el tablero de juego mundial.

Serán relaciones que no quedarán circunscritas al continente europeo, «se establecerán también con otros aliados que nos ayudarán a aprovechar las conexiones que ya existen entre personal de los diferentes centros de investigación», expresó la ministra, que atendió a los medios a primera hora de la mañana, en un tiempo previo a la celebración de las reuniones, y que luego estuvo acompañada por el director general de Investigación y de Innovación de la Comisión Europea, Marc Lemaitre, para ofrecer una rueda de prensa en la que desgranó las conclusiones del simposio.

Fue precisamente Lemaitre quien desgranó los detalles de algunas de las incertidumbres que más preocupan en Bruselas. «Cuestiones que tienen que ver con tecnología y ciencias que son innovadoras pero también distorsionadoras, como la inteligencia artificial o el uso de los drones», especificó. «Europa necesita una acción coordinada para regular estos asuntos y para ello tiene que trabajar de manera cooperativa».

El objetivo es definir medidas concretas que preserven los derechos de los ciudadanos, y garanticen los principios democráticos que son los pilares de la Unión.

Es la premisa para diseñar el Plan Horizonte Europa -el nuevo Programa Marco de Investigación e Innovación de la Unión Europea para el periodo 2021-2027 con una dotación de unos 100.000 millones de euros-. «Esa herramienta que utilizamos para alinear los objetivos y las políticas nacionales y las de la Unión Europea para trabajar de modo más coherente y con mayor impacto».

En la reunión presidida por Morant participan la ministra de Educación Superior e Investigación francesa, Sylvie Retailleau; el ministro austríaco de Investigación, Martin Polaschek; la ministra de Educación de Estonia, Kristina Kallas; el ministro de Economía de Finlandia, Timo Sakari Haapelehto; el ministro de Innovación y Educación Superior de Hungría, Balázs Dr. Hankó; el ministro rumano Bodgan Gruia Ivan; el ministro esloveno Igor Papic; la ministra de Ciencia, Tecnología y Educación Superior de Portugal, Elvira Fortunato; y la secretaria de Estado alemana, Dóring-Feger Sabine, entre otros.

Durante este encuentro también se abordó el proyecto Ifmif Dones sobre energía de fusión nuclear. El objetivo es construir un acelerador de partículas cuyo centro de operaciones se levantaría a partir de 2025 en Granada.

Este proyecto forma parte del ambicioso programa que la UE está desplegando para desarrollar la fusión como fuente de energía, en una colaboración internacional que incluye a socios de ITER (Reactor Termonuclear Experimental Internacional). También constituye un pilar fundamental para el objetivo europeo de construir una Planta Demostradora de Producción Eléctrica de Fusión (DEMO) a mediados de este siglo.

El presupuesto estimado de construcción y puesta en marcha de Ifmif-Dones es de 700 millones de euros. Además, el coste de operación será de 50 millones anuales durante la vida útil de la instalación. España se han comprometido a financiar el 50% del coste de construcción y el 10% del coste de operación y Croacia se hace cargo del 5%. «Es un gran hito internacional para desarrollar la que será la energía del futuro y nuestro país está llamado a liderarlo», insistió la ministra española de Ciencia.