Minutos de récord para Revilla, Ana Botín y el chef Jesús Sánchez en la final de 'MasterChef Celebrity'

Revilla y Botín formaron parte del grupo de probadores de los platos cocinados por los concursantes. Les tocó degustar un entrante de la ganadora de esta edición, la actriz Raquel Meroño, que elaboró una 'coca crujiente de sardinas y ensalada de pamplinas' que los dos alabaron sin perder de vista su objetivo, ya que ambos rentabilizaron con mensajes cortos y directos sus alrededor de cuatro minutos de aparición en pantalla en un breve diálogo con Samantha Vallejo-Nájera (una de las chefs del 'talent show') en uno de los salones del restaurante de Villaverde de Pontones con tres estrellas Michelin.

Al comentario de Vallejo-Nájera de que se acerca siempre que puede al Centro Botín, la presidenta del Santander replicó con un «tienes que volver en un par de años porque espero que puedas visitar el 'Museo Pereda'. Estamos haciendo obra en la sede tradicional del banco y vamos a traer la colección (de arte) del Santander de Madrid». Botín también se declaró defensora de la alimentación sana: «Tengo la teoría de que si uno no se cuida a sí mismo, no puede cuidar a los demás y lo que comemos es fundamental. En el banco he intentado inculcar a todo el equipo que hay que adoptar hábitos más saludables».

«No hay mejor embajador que tú de Cantabria», le dio pie acto seguido la presentadora a Revilla, que contestó: «Es que es muy fácil. Tenemos de todo: vacas, becerros, caballos, carnes naturales, pescados del Cantábrico (de aguas frías)... El presidente dijo que «no podía faltar» al programa por su condición «de enamorado de la comida y sobre todo de la de Cantabria. Yo mantengo que su nivel es el número 1 de España. Aquí tenemos más estrellas Michelin por habitante que nadie», recordó. No es la primera vez que el Gobierno regional utiliza el programa para difundir las bondades de los productos de la región y su cocina: el Parque de la Naturaleza de Cabárceno sirvió de plató para un 'MasterChef Junior' y Santander y Santoña se han podido ver en los formatos de adultos.

Revilla explicó que había animado a Botín («una cántabra-cántabra extraordinaria», introdujo) a participar en el espacio y ella -que se marchó sin que hubiera terminado la degustación- confirmó con un «no podía decir que no a una llamada del presidente». Junto a ellos, la productora del programa había reunido a una docena de jefes de sala y sumilleres de varios establecimientos bandera de la región como El Serbal, el Balneario de Puente Viesgo, Annua, Cañadío, El Tronky, La Cigaleña, La Bicicleta y El Molino (representantes de todos tuvieron su frase televisiva) en lo que se planteó como un homenaje a unos profesionales que son pieza básica en la buena marcha de los negocios. También se pudo ver en la mesa a Óscar Solana, referente nacional en coctelería.

Todos dieron cuenta del menú propuesto por el chef Jesús Sánchez, quien supervisó las evoluciones de los concursantes en sus cocinas tanto metiendo prisa como pidiendo serenidad para acabar las presentaciones. Entre las recetas, una ensalada de bogavante con crema de su coral y estragón, lomo de mero con mantequilla de algas y acelgas, un solomillo de vaca tudanca con sangre de tierra así como la versión del Cenador de la tarta San Marcos. A ellas se aplicaron los cuatro competidores que quedaban: la soprano Ainoa Arteta, el actor Nicolás Coronado, el estilista Josie y Meroño, quien ganó en Cantabria la chaquetilla para convertirse en finalista y luego tuvo que competir con el humorista Florentino Fernández (Flo para los amigos) en la gran final, donde se alzó con el triunfo a las 1,35 horas de la madrugada.