«Mirar el móvil al volante causa el 30% de los accidentes y por eso vamos a sancionarlo más»

-Hay muchos cambios. Es complicado decidir por dónde comenzar.

-Por donde quieras. Tenemos la nueva norma sobre adelantamientos en vías convencionales; el uso del teléfono móvil, el uso del cinturón de seguridad... Podemos comenzar por el primero. A partir de la entrada en vigor de esta nueva Ley está prohibido ejecutar maniobras de adelantamiento en vías convencionales si se supera en 20 kilómetros por hora el límite permitido.

-Puede tener su contrapartida también.

-Sí, el argumento en contra es obvio. Cuanto más rápido pueda adelantar, menos tiempo dura la maniobra de peligro; pero es que en el fondo de lo que se está hablando es de hacer el adelantamiento sólo cuando se tengan máximas garantías.

-Buscan, al final, que se adelante menos.

-Evidentemente. Es una acción que, año tras año, está reflejada en las estadísticas como una de las que más siniestralidad con muertos desencadena.

-El uso del móvil al volante. Ahora se castiga con seis puntos. No es ninguna broma.

-Se está constatando que las distracciones al volante, y el móvil está detrás de la mayoría de ellas, son causa del 30% de salidas de vía.

-¿Por encima del alcohol o del exceso de velocidad?

-Exactamente. El alcohol o las drogas, de las que podemos hablar más adelante, están detrás del 27% de los casos. Y pisar en exceso el acelerador trae un 26% de los siniestros. También hay que pensar que esta Ley por puntos tiene ya muchos años y cuando se diseñó no existían teléfonos como los que hay ahora. Entonces servían, básicamente, para llamar. Ahora son ordenadores.

-Por suerte para los infractores todos los puntos podrán restablecerse si pasan dos años sin que haya ninguna denuncia.

-Eso es una manera de animar a la gente para que sea responsable. También habrá otros incentivos que ayudarán a que se pueda recuperar la totalidad de los puntos.

-¿Cuáles?

-Se están diseñando cursos de formación en conducción responsable, por ejemplo, que pueden servir para esto que hablamos.

-Hablaba también de no llevar abrochado el cinturón de seguridad.

-Pasa de tres puntos de sanción a cuatro, y todo por el mismo motivo. Nos hemos dado cuenta de que un gran porcentaje de los fallecidos en turismo o furgoneta no lo llevaban.

-¿Cómo es posible a estas alturas? ¿Todos los coches accionan un aviso sonoro irritante para combatir esa infracción?

-Pero no todos lo tienen. Los más antiguos no. Ese es otro asunto. Las posibilidades de sufrir un accidente grave se duplican si el vehículo tiene más de siete años de antigüedad. Y si tiene más de diez, se multiplican por diez. Así lo dice la estadística.

-Pero es que el cinturón es la medida de seguridad básica en todo vehículo.

-Y se comprueba cuando los compañeros de la Guardia Civil ven los accidentes y me cuentan que tal persona, fallecida, podría haber sufrido tan solo una fuerte contusión o una costilla rota de no ser porque iba desprotegida, sin el cinturón. No tiene sentido que aún hoy en día sucedan estas cosas y por eso se ha endurecido el código en este sentido.

-Me llama la atención que se ha hecho hincapié en todo caso en la penalización por puntos y no en el incremento de las sanciones económicas.

-Con el paso de los años nos hemos dado cuenta de que hay cierta gente a la que la sanción económica no le supone tanto trastorno, y más si la resuelve con un pronto pago. Creo que es más justo e igualitario sancionar con puntos, y es lo que se ha decidido desde la Dirección General de Tráfico (DGT).

-Lo que hace falta ahora es que la vigilancia lleve a la práctica todo este plan de sanciones.

-Evidentemente tenemos que mantener esa vía a través de nuestra presencia en las carreteras, claro.

-En Cantabria hay 180 agentes de la DGT. ¿Haría falta más?

-¿Qué voy a responder? Pues que son suficientes, sí. Pero estaría bien contar con más personal, por supuesto. Sobre todo en verano, cuando tenemos que cuadrar los calendarios por vacaciones.

-Y cuando Cantabria multiplica su población por el turismo.

-Claramente. En otras comunidades en verano sobran agentes, como en Aragón, de donde soy, porque todo el mundo huye hacia el Mediterráneo o el Cantábrico. Pero aquí sucede al revés.

-Este pasado año, 2021, cerró con 13 fallecidos en las carreteras cántabras. La misma cifra que en los dos años anteriores.

-No podemos decir que sea una buena cifra, y es que siempre repito lo mismo. Mientras haya un solo muerto, será una cifra mala. El objetivo es cero fallecidos; pero obviamente es un objetivo difícil de conseguir. Dicho esto, creo que, en proporción a otras comunidades, estamos bastante bien. Somos bastante tranquilos al volante en esta comunidad.

-Pero continúan muriendo muchos motoristas.

-Siete de esos trece fallecidos han sido motoristas. La gente ha salido más con la moto y eso se está notando.

-¿La causa son las imprudencias?

-No es ese perfil. En ocasiones ni siquiera es culpa suya. Pero si incrementas el número de usuarios, hay más casos, irremediablemente.

-¿Qué se puede hacer para frenar esa problemática?

-Concienciación y educación. Y luego, aunque parezca algo raro a día de hoy, creo que el chaleco airbag podría salvar muchas vidas. Hay que hablar más sobre eso.