Mirian Martínez, nueva presidenta del Consejo de Estudiantes tras una polémica campaña electoral

Según establecen los Estatutos de la Universidad de Cantabria, las personas llamadas a votar han sido los representantes claustrales del Consejo, así como los delegados de centro. Según ha confirmado la UC hace escasos momentos, estos han depositado su confianza en la propuesta de la estudiante de Relaciones Laborales, la única que quedaba en pie tras la renuncia de los dos aspirantes que comenzaron con ella esta carrera electoral: Iván García Prado, actual vicepresidente del CEUC, y César Haya López.

Por lo general, las elecciones a presidir el CEUC no captan una atención mediática excesiva. Este año ha sido distinto. Una sucesión de tuits escritos desde el perfil oficial del CEUC en la red social X dinamitaron la campaña hace algo más de una semana. Los tuits fueron calificados como «homófobos», como «mensajes de odio» y, cuanto menos, como expresiones «intolerables» por asociaciones, sindicatos y por casi todos los partidos políticos -PP, PSOE, PRC, IU o Cantabristas-, que expresaron su «rotundo» rechazo al fondo y a las formas, y exigieron que se depuraran responsabilidades. El consejero de Educación, FP y Universidades, Sergio Silva, condenó lo ocurrido y también lo hizo en redes sociales la ministra Diana Morant.

La Universidad, por su parte, ha tomado cartas en el asunto y, más allá de condenar los tuits, ha abierto una investigación interna para dilucidar el calado y la autoría de los mismos. Las claves de las redes sociales, precisó la institución que gobierna Ángel Pazos, están en manos la dirección de un Consejo que hasta hoy ha presidido Álvaro Moreda.

Este proceso electoral tan convulso ha impedido a Martínez desplegar su campaña tal y como la había diseñado. Por eso, la ya presidenta del CEUC se propone, a partir de ahora, «abrir un diálogo» con las delegaciones de estudiantes y con los representantes claustrales para conocer sus necesidades. La remuneración de las prácticas a la luz del nuevo Estatuto del Becario; las consecuencias de la LOSU para la plantilla de la UC –es preciso garantizar unas «condiciones laborales dignas»–, o la búsqueda de «alternativas de conciliación» para aquellos alumnos que tienen que estudiar y trabajar son asuntos que ya pone sobre la mesa la nueva presidenta del CEUC.

Además, lo ocurrido en las últimas semanas ha hecho que Martínez y su equipo vean la urgencia de actuar sobre la vida y la convivencia en el campus. Así, se van a poner en contacto con decanos y con el Defensor Universitario para «acercar posiciones» y conocer de su mano las preocupaciones de los estudiantes de la UC. «Además, queremos hacer una campaña contra el acoso y en contra de la 'lgtbifobia', la misoginia, etcétera. Queremos que sea una universidad libre de todas estas cosas», ha precisado Martínez Alameda.

Sin dejar de lado la convivencia, la nueva titular del Consejo también se propone incentivar la participación estudiantil en la Universidad de Cantabria para hacerla «crecer y hacerla más atractiva». Y que esa participación se note en la elección de los representantes del alumnado. Los niveles de abstención en las votaciones, la escasez de candidaturas a delegado de centro en algunos centros, o la falta de cobertura de los puestos en el Claustro del CEUC son prueba de ello. «No se da la promoción suficiente a estas actividades, además de que la pandemia ha generado mucho estancamiento», ha analizado Martínez Alameda, que quiere revertir la situación y hacer de la UC un campus más implicado, más vivo. «La universitaria es una etapa bonita, a veces larga, que hay que aprovechar y disfrutar. La universidad es además un espacio que ayuda a fomentar tu creatividad: tiene grupos de música, de teatro, de canto, grupos artísticos; si te gusta la ciencia, tienes opciones; también tienes la Liga de Debate...», enumera la presidenta, que cree que todas estas actividades tienen que darse a conocer mucho mejor. «Lo que queremos es que haya esa participación; recuperar ese gen de la universidad».

Además de la mencionada Ley del Sistema Universitario o del reglamento de la Ley de Convivencia Universitaria, Martínez Alameda no olvida la necesidad de hacer un «buen uso de las redes sociales» -un tema que conoce a fondo y en el que se ha formado con un certificado de profesionalidad-. «Hoy en día todo el mundo las usa y tenemos que educarnos en ello. No hay una educación real en el uso de redes sociales y no se pueden permitir ciertos comportamientos en ellos. Es cuestión, al final, de tener todos una socialización mucho más sana, tanto online, como presencial». Su meta, en definitiva, va en esa dirección: «Yo busco que el estudiantado se involucre en la universidad, porque eso es beneficioso para los alumnos, para los profesores, para la institución y para Cantabria»