Un modo de llevar turistas al interior

«Hacía tiempo que buscábamos la zona apropiada y esta lo es. Está al lado del río, en las inmediaciones de la vía verde y cerca del pueblo, pero no dentro para que no afecte», explica la alcaldesa, Mónica Quevedo. Cuenta con 40 plazas, videovigilancia durante las 24 horas del día, puntos de luz y conexiones para la toma y descarga de agua.

La regidora presume de que los autocaravanistas han reconocido este área en 2022 como la mejor de Cantabria: «Es buena porque ha habido una inversión importante, aunque la mayor parte de la financiación ha llegado de la Consejería (50.000 euros) y el Plan Leader (80.000), por lo que nosotros solo pusimos los 20.000 euros restantes», recuerda Quevedo, que pone Ontaneda como ejemplo de desarrollo sostenible de este tipo de turismo, frente a lo que ocurre en Liencres y Oyambre porque «no genera problemas y sí muchos beneficios económicos y sociales».

Este verano ha estado durante los fines de semana casi al 100% y «vemos que la demanda va a más», con estancias de no más de 48 horas, como marca la legislación regional y como se ha regulado en las ordenanzas municipales, y con familias asiduas «que repiten» de un año a otro.

Ese modelo es el mismo que se ha implantado en Ruente. «Ha sido todo un éxito. Todo el mundo aquí está encantado, sobre todo el comercio y la hostelería», celebra su alcalde, Jaime Díaz Villegas. No solo ha dinamizado la economía local, sino que ha acabado con un problema previo.

De una crisis se generó una oportunidad. El caos que generaban las autocaravanas que estacionaban sin control en la zona del Consistorio –hasta 50 vehículos lo llenaban de forma ilegal en temporada alta– no solo es historia, sino que dio la idea para encontrar una solución: la construcción de un área regulada de 30 plazas y todos los servicios. Al contrario que en Ontaneda, esta es de gestión privada, aunque el Ayuntamiento apoyó la iniciativa y respaldó a sus impulsores para reducir todo lo posible los plazos de los trámites.