Secciones
Servicios
Destacamos
Justo detrás de la casa de sus padres, en San Martín de Elines, no muy lejos de esa joya que es la colegiata, los hermanos Montero no dejan de parir ideas. Una antigua cuadra es ahora un espacio que lo mismo es plató de televisión ... que escenario para un festival de cine en pleno verano. Entre huertos, vacas, baños en el Ebro, ermitas rupestres y tractores. Allí han creado la Fundación Agro y Cultura, de la que Rodolfo Montero presume cada vez que tiene ocasión. 'Ofo', como le llaman en casa, es insistente: hay que defender la vida en el campo y los que saben de ello son, justo, los que viven allí. Y eso es, precisamente, lo que el cineasta cántabro ganador de dos Goya defendió en Valladolid. En la gala de los premios del cine español, celebrada el pasado fin de semana. En plena 'revuelta' campesina. Quiso ir en tractor, pero no le dejaron.
No es broma. Hizo campaña –con el lema 'A los Goya en tractor' en los días previos– y pidió permisos, pero no obtuvo finalmente la autorización. Así que le tocó dar un rodeo para visibilizar el mensaje. Cuando le llevaron a la Feria de Muestras en autobús junto al resto de invitados, se bajó y se acercó a los manifestantes que estaban allí para recordar las demandas del campo –y a los que, en general, el mundo del cine hizo muy poco caso–. Detrás de la valla. «Rodolfo Montero, te quiere el mundo entero», le cantaban los cabecillas de la protesta (eran, en total, unas seiscientas personas, según la Delegación de Gobierno), que destacaban que fue «el único» en prestarles algo de apoyo.
«Reivindico la movilización de los agricultores y los ganaderos, de los pescadores, de los camioneros y de todo el medio rural porque tienen graves problemas», dijo ante los medios con un lazo verde en la solapa de su chaqueta. Y en sus redes sociales y en los mensajes que ha enviado estos días incluyó también a pastores, juglares, artesanos, abuelos, nietos... A los que hacen «de esa España olvidada una España de esperanza». A los que ponen, insistió, «alimentos en la mesa». «No nos falta de nada porque ellos están cada día intentándolo y lo tienen muy difícil porque, cada vez más, los que mandan en el campo no están en el campo ni se les espera».
Lazo sí (le puso uno a una figura enorme del premio Goya), pero etiquetas ninguna. Montero se aleja de luchas partidistas e insiste en que «no tiene ninguna ideología más que la de ver este país y a sus campesinos contentos, haciendo bien su trabajo».
A caballo entre Madrid (o donde toque por trabajo) y San Martín de Elines, ese sentimiento de pertenencia al mundo rural está presente en su vida y en su trayectoria profesional. Primero, porque 'Fofo' está allí. En el pueblo. Es su casa. La de verdad. Y no está sólo. Los Montero van y vienen por Vaderredible. Están. Hermanos, sobrinos, primos... Lo mismo se encargan de guiar a los turistas por la historia de la colegiata que resucitan la barra del tele-club (sí, el tele-club) que da vida a las noches de verano.
¿Saben de qué iba el documental por el que recibió el segundo de sus Goya? Pues de cuatro niños, los últimos que quedan, en un pueblo. 'En la cuna del aire' se titula.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.