El motorista fallecido en Villaescusa es un transportista de Santillana del Mar que residía en Laredo

Aunque la Guardia Civil de Tráfico está investigando las circunstancias del suceso, testigos presenciales lo han narrado así: la moto que conducía el fallecido circulaba por la carretera regional CA-142 en dirección a Selaya, mientras que un vehículo que transitaba en dirección contraria (hacia Santander) hizo el giro hacia la gasolinera. En ese momento, el motorista frenó y, de resultas, chocó con un segundo coche, situado justo detrás del que estaba maniobrando hacia la estación de servicio. El copiloto de este vehículo quedó herido y el conductor tuvo que ser excarcelado por los bomberos porque se quedó atrapado.

En ese tramo de carretera -recién pasado el núcleo urbano de Villanueva- todavía hay limitación de velocidad: no se puede atravesar a más de 50 kilómetros por hora. Y esto es algo que preocupa en Villaescusa, porque en el seno de la corporación municipal se han debatido en numerosas ocasiones las posibles medidas a implementar para aumentar la seguridad en sus viales. Una de las últimas veces en que trató oficialmente esta cuestión fue en la primavera de este año, cuando todos los grupos políticos respaldaron una moción para pedir a la Consejería de Fomento que tome decisiones para tres carreteras del municipio: en la CA-404 de Riosapero, en la CA-143 a la altura de la rotonda de Solía y en la CA-142, en la que ayer se produjo el accidente mortal.

El suceso se registró pocos minutos después de las 16.00 horas, informó Tráfico. Hasta el lugar se desplazaron los servicios sanitarios del 061, que no pudieron hacer nada para salvar la vida del motorista. Ceballos Rodríguez era muy conocido en Santillana del Mar, donde había vivido con sus padres en el barrio de Las Arenas, detrás de la colegiata.

También se movilizó a los bomberos del Parque de Emergencias de Villacarriedo, Guardia Civil, 061 y a los operarios del mantenimiento de Carreteras de Cantabria.

Con la defunción de este domingo, son ya 15 las vidas que se han cobrado las carreteras de Cantabria a lo largo de este año. El anterior accidente mortal tuvo lugar el pasado 10 de diciembre, cuando un hombre de 46 años y vecino de Santander, que circulaba solo, se salió de la vía con su vehículo en la autovía A-8, a la altura de Reocín. Por causas que se desconocen, el turismo (un Fiat Bravo) colisionó contra el terraplén derecho de la carretera, lo que provocó su fallecimiento. En el accidente no se vieron implicados otros vehículos.