Muere un joven de 18 años en un accidente de tráfico en Torrelavega

Gorostiza, que viajaba en la parte trasera del coche y no llevaba abrochado el cinturón de seguridad, salió despedido por una de las ventanillas. Cuando llegaron los sanitarios no pudieron hacer nada por salvar su vida debido a la gravedad de sus heridas. Los otros cuatro ocupantes del BMW tuvieron que ser trasladados al Hospital Sierrallana de Torrelavega y uno de ellos tuvo incluso que ser excarcelado por los bomberos.

El atestado no se ha cerrado aún porque pese a que el supuesto conductor dio negativo en las pruebas alcohol y drogas, los agentes dudan si alguno de los otros ocupantes estaba al volante.

La Policía no descarta por ahora ninguna causa del accidente. Se estudia si hubo un despiste, algo sobre lo que los agentes tomaron declaración a los heridos tan pronto como fueron trasladados a Sierrallana para comprobar su estado de salud. El siniestro también pudo ser causado por un exceso de velocidad en una curva que es muy cerrada y que, de noche, puede tener poca visibilidad.

Desde el Club Deportivo Cayón, donde jugaba el joven fallecido, se lanzó ayer por la mañana un mensaje a redes sociales en el que lamentaba «la trágica pérdida de Pablo Gorostiza, jugador de nuestro equipo juvenil» y donde se enviaban «las más sinceras condolencias a familiares y amigos». El mensaje fue acompañado de una fotografía del vestuario con todos los integrantes del equipo. La foto, que se publicó en blanco y negro, destacó a Pablo en color. Además, se suspendió el encuentro que estaba previsto disputarse ayer por la tarde entre el EDM Santillana y el Juvenil A del Cayón donde militaba el fallecido.

«No nos lo creemos, pensamos que es imposible», afirmaba Dionisio Humara, presidente del club, tras conocer la noticia. «Es un chico que se hacía querer por sus compañeros, que tenía una gran calidad y que, pese a que era algo tímido, resultaba encantador». Juan, el hermano menor de Pablo, juega también en las filas del club. «Estamos un poco en shock porque no lo podemos creer», insistía Humara entre lamentos.

El funeral de cuerpo presente se oficiará hoy, a las 16.30 horas, en la Iglesia Parroquial de Sarón. A continuación se procederá a la incineración del cadáver en el Crematorio de Raos.

En lo que va de año ya son cuatro las personas que han fallecido en las carreteras cántabras. La última víctima antes de Pablo Gorostiza fue María del Carmen Quintana Cobo, de 66 años y vecina de El Astillero, que invadió el pasado 10 de abril el carril contrario en el kilómetro 8,4 de la CA-142 –a la altura de Obregón (Villaescusa)– para impactar frontalmente con una furgoneta y perder la vida.