Las muertes de mastines se incluirán en el nuevo baremo por daños de la fauna silvestre

La Consejería de Ganadería trasladó ayer al sector ganadero y agrícola de la región sus propuestas para la nueva baremación en una reunión en la que estuvieron presentes sindicatos agrarios, cooperativas, asociaciones de distintas razas y de criadores. El objetivo es que esta nueva baremación se apruebe el primer trimestre del año y que se aplique con carácter retroactivo desde el 1 de enero.

Entre las novedades que propone el Gobierno destaca la actualización de los pagos en daños al ganado, la apicultura, pequeños animales y producción agrícola y forestal. Además se contempla incluir el lucro cesante en el caso de las hembras que están en edad de producción del ganado bovino, ovino y caprino e incluir también la pérdida de los perros mastines cuando se producen ataques del lobo, algo de lo que este último años se han producido varios casos.

La propuesta también apuesta por simplificar la clasificación del ganado bovino por aptitud (calidad del animal) y no por raza e incluir un nuevo tipo de daño por el oso en la producción de miel, además de incrementar las indemnizaciones por daños en arbolado, maizales, praderías o pastizales provocados por diferentes especies de fauna silvestre.

El consejero de Ganadería, Guillermo Blanco, destacó la importancia de revisar periódicamente estas compensaciones por daños y ha hecho especial hincapié, por su elevado volumen, en los provocados por el lobo sobre la ganadería extensiva, teniendo en cuenta que entre 2018 y 2022, con datos aún provisionales en este último año, el lobo ha provocado la muerte o ha herido a 8.186 reses, de las que 3.402 eran de ganado ovino, 2.157 de equino, 1.742 de bovino y 885 de caprino.

La reunión también sirvió para informar al sector-que ahora deberá presentar sus propias propuestas- de la intención de la Consejería de revisar en 2023 la zonificación del Plan de Gestión del Lobo para adaptarla a la «creciente expansión» de las poblaciones de lobos . La nueva zonificación, que sirve para facilitar la gestión de la especie, los pagos y la prevención, tendrá en cuenta criterios como el área actual de distribución de la especie y el número de grupos con cría confirmada; la disponibilidad de presas silvestres; el grado de humanización del territorio; la presencia de ganadería extensiva y daños, y la coherencia y homogeneidad de las unidades de gestión resultantes.

En la actualidad, la zona 1 está integrada por 36 municipios y 3.024 kilómetros cuadrados; la zona 2, por 18 municipios y 844 kilómetros cuadrados, y la zona 3, por 48 municipios y 1.453 kilómetros cuadrados.

Finalmente, se informó sobre el proceso de revisión de los expedientes de daños causados por el lobo en los años 2021 y 2022, con la aprobación de un nuevo modelo de acta de inspección que refuerce la seguridad del procedimiento, además de establecer sistemas de control interno para detectar variaciones significativas en los porcentajes de expedientes estimados y desestimados que pudieran deberse a problemas de interpretación de las actas de inspección.

En la reunión estuvieron presentes las organizaciones profesionales agrarias (UGAM-COAG, ASAJA, UPA y AIGAS), las cooperativas agrarias (AgroCantabria, Ruiseñada Comillas y Valles Unidos del Asón); la Federación de Asociaciones de Razas Cárnicas y las asociaciones de las distintas razas; la Asociación Frisona de Cantabria (AFCA); la Asociación de criadores de ganado equino de raza hispano bretona, y las Asociaciones de criadores de ovejas y de cabras