una mujer diez

Esta es una situación que ni sé cómo afrontar, porque si fuera un accidente o una enfermedad... pero esto es muy duro. Cuando empecé a jugar ella ya era una gran jugadora; una pequeña estrella. Desde el primer momento siempre me acogieron tanto ella como su madre. Desde el momento en que me vio siempre tuvimos un vínculo muy importante. Una relación muy especial conmigo y yo con ella. La recuerdo mucho. Cada vez que hacía un buen puesto era la primera en llamarme y felicitarme. Es una gran trayectoria paralela que se ha separado.

A nivel deportivo, de verdad que ahora mismo me da igual lo que se pueda decir. Yo lo que he perdido ha sido a una amiga tremenda, una amiga que siempre estaba ahí. Pero sí que es verdad que, además de todo esto, el golf español pierde un referente. Hace un par de meses había sido campeona de Europa y era el referente español. De hecho, estaba en Estados Unidos sacándose la tarjeta de la PGA. Estaba haciendo las cosas muy bien y muy confiada en ello, pero eso queda ahora en segundo plano.

La última vez que jugué con ella fue en Santa Marina este mismo mes de julio, cuando estuvo de vacaciones, y ya no la volví a ver. Jugué con ella un par de veces y la última vez conseguí ganarla por fin, que para mí fue espectacular. Pero sobre todo porque pasamos ese gran rato, como siempre que jugábamos juntos.