Borrar
Roberto Ruiz
El mundo en una residencia
Uneatlántico.

El mundo en una residencia

Estudiantes de más de 40 nacionalidades comparten vida en la Universidad Europea del Atlántico, que ha tenido que adaptar la convivencia para evitar contagios por el covid

Pedro Fomperosa

Santander

Sábado, 17 de octubre 2020, 07:40

El Salvador, México, Panamá, Guatemala, Colombia, Costa Rica, Argentina, Brasil, China, Corea del Sur, Guinea Ecuatorial, etc... Los 250 alumnos que comparten vivencias en la residencia de estudiantes de la Universidad Europea del Atlántico proceden de más de 40 países, pertenecientes a cuatro continentes. Un mundo concentrado en una única instalación. Todo un ambiente universitario que no es ajeno a la pandemia del coronavirus, que los estudiantes viven con preocupación a miles de kilómetros de sus casas. Hasta el momento, la residencia se ha mantenido libre del virus. ¿Cuáles han sido las claves?¿Cómo lo han vivido sus protagonistas?

Algunos pasaron el confinamiento en Santander. Por ejemplo, Camila Yada, estudiante de Comunicación Audiovisual, es una de las que lo ha vivido lejos de su San Salvador (El Salvador) natal. Ella cuenta cómo transcurrieron los meses de marzo y abril: «Al principio fue horrible por esa incertidumbre de no saber cuándo volvería a estar con mi familia y que tanto ellos como yo éramos vulnerables, pero me fui adaptando y logramos estar más unidos que nunca. Las videollamadas me ayudaron a sobrellevar la situación», confiesa. Tras esa travesía inicial, su compañera de habitación se convirtió en «una de mis mejores amigas», añade. La situación estrechó su vínculo.

Estas residencias de estudiantes se caracterizan por el ruido, el movimiento y las estrechas relaciones de sus inquilinos, pero, en este momento, en Uneatlántico no es así. La prioridad es el aspecto sanitario y el centro ha tomado todas las medidas preventivas para cerrarle la puerta al virus. Los residentes no se pueden reunir ni visitar otras habitaciones a partir de las nueve de la noche. Además, no pueden salir del edificio a partir de la 1 de la madrugada -tampoco los fines de semana- y en todo el recinto tienen que usar mascarilla, hasta en las cocinas y salones comunes.

«Al principio fue horrible no saber cuándo volvería a estar con mi familia, pero me adapté y gracias a las videollamadas estamos más unidos que nunca»

Camila Yada -El Salvador

«Es muy frustrante porque antes de ir al extranjero uno imagina disfrutar y sentirse cómodo, pero no hemos podido»

Juan Pablo Gómez - México

Así que a Camila le parece «muy difícil» que se expanda el virus dentro de la residencia. Sin embargo, ve «exagerado» tanto control. Ella lleva varios cursos viviendo en la residencia y apunta que, ahora, la vida «es muy diferente a cómo era antes de la pandemia». Aunque está a gusto, confiesa que le cuesta asumir los horarios de la residencia.

Roberto Ruiz

No todos son tan positivos. «Es muy frustrante porque la experiencia que uno se imagina al venir del extranjero es disfrutar y sentirse cómodo pero, con toda esta situación, no hemos podido hacerlo», comenta Juan Pablo Gómez, estudiante mexicano. Tampoco está cómodo con los horarios y la prohibición de reunirse, pero se adapta cómo puede.

Hay personas que comparten habitación. De ahí que la panameña Sharon Cabrera asuma que si se contagia su compañera, ella no se librará. «Tenemos una relación cercana y para nosotras esta es nuestra casa. Ya que estamos viviendo una situación tan complicada necesitamos estar bien aquí», afirma.

Roberto Ruiz

Una prioridad

En la cúpula de la universidad están «muy contentos con el resultado de las medidas», afirma el rector, Rubén Calderón. «Desde el principio la prioridad era que no se contagiara nadie y, en concreto, que no hubiera una transmisión comunitaria entre los residentes», comenta. Calderón compara a los más de 250 convivientes con una familia, por lo que entiende que si no hubieran tomado medidas se podría haber propagado el virus entre todos los residentes. Desde marzo no ha habido ni un contagio entre los estudiantes, así que está «especialmente contento con la conducta de todos ellos». Un comportamiento que tilda de «extraordinario».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes El mundo en una residencia