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La primera vez en que el presidente regional, Miguel Ángel Revilla, se refirió al proceso de desescalada del confinamiento en Cantabria lo hizo de manera muy prosaica: «¿Qué hay de peligroso en ir a arreglar la huerta, pescar, hacer surf o recoger setas?». ... Pero de fondo traslucen las intenciones del ejecutivo de la comunidad de retomar cuanto antes la plena actividad económica. El principal caballo de batalla es aquí el turismo y la hostelería, que según las previsiones podrían reiniciar su actividad a mediados de junio. Primero abrirían los pequeños comercios, «y así hasta volver a trabajar todos a pleno rendimiento, siempre con las medidas de prevención debidas», matiza Revilla.
Existen dos corrientes opuestas de pensamiento en este debate: la de los economistas que abogan por la puesta en marcha de la actividad comercial tan pronto como sea posible; y la de los sanitarios, que ven en esta 'urgencia' un paso en falso que puede dar al traste con todo lo logrado hasta ahora con semanas de encierro. «Pero es que si no retomamos pronto la actividad, siempre con las medidas de cautela pertinentes, el daño de la crisis económica en la sociedad va a resultar aún mayor que el que ya nos ha causado el coronavirus», advierte Revilla.
Fue él quien lideró este lunes una reunión de expertos que implicó al Grupo de Economía de la Salud de la Universidad de Cantabria, liderado por el profesor David Cantarero, y al epidemiólogo Reinhard Wallman, entre otros, para el diseño de una estrategia de reactivación social y económica. Cada comunidad elaborará un plan por separado, diseñando estrategias con las que plantear al Gobierno de España medidas «sensatas» de acuerdo con la realidad sanitaria de cada caso.
Pero antes de iniciarse esas desescalada, el Gobierno de Cantabria ha pedido a Madrid flexibilizar los supuestos previstos a partir del 2 de mayo para que las personas puedan acudir a cultivar los huertos, pescar o realizar el mantenimiento de sus embarcaciones deportivas, siempre que la evolución la pandemia sea favorable. Quiere con ello atender a las especificidades propias de la región y la demanda poblacional.
Así se lo ha trasladado la consejera de Presidencia, Paula Fernández Viaña, al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en otra reunión, la mantenida con el Comité Estatal de Coordinación del Sistema de Protección Civil , celebrada esta esta tarde. En ella, el ministro ha confirmado a las comunidades autónomas que se permitirán, tras casi 50 días de confinamiento, a partir del 2 de mayo, la actividad física individual y los paseos de las personas mayores, como segunda medida de «alivio» del confinamiento.
David Cantarero. El profesor lidera el Grupo de Economía de la Salud de la Universidad de Cantabria
Reinhard Wallman. Epidemiólogo, especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública.
Álvaro Plaza. Director del Instituto Cántabro de Seguridad y Salud en el Trabajo (Icasst).
El plan cántabro es ambicioso. «Pero no más que los que han diseñado en las comunidades limítrofes. El del País Vasco, por ejemplo, que está sanitariamente hablando peor que nosotros, está muy a favor en la pronta reactivación económica». El presidente cántabro opina que este contexto «en que no puedes estar cerrado mientras los de alrededor están abiertos», también inclinará la balanza hacia la paulatina reactivación de comercios en Cantabria. Primero serán los más pequeños, luego las empresas de menor tamaño y finalmente las grandes firmas, que son precisamente las que tienen mayores recursos para capear el temporal unos días más de inactividad. Para el sector turístico, el Gobierno tiene preparado un 'Plan de Despegue' dotado con 8,3 millones de euros
«Lo más lógico es que a la posibilidad de salir a la calle a pasear y hacer deporte, que se ha anunciado para el próximo sábado, día dos, le sigan en semanas sucesivas la apertura de pequeñas tiendas», afirma el presidente. «No tiene sentido que estén abiertos los supermercados y no lo estén los pequeños comercios». Revilla aboga por extremar las precauciones: aforos limitados, mascarillas, guantes, desinfección...
El presidente de la asociación de hosteleros, Ángel Cuevas, avanzó la pasada semana que su aspiración era iniciar la actividad paulatinamente a inicios de junio. «Quizá no pueda ser a inicios pero sí a mediados», avanzó Revilla. «Lo que está claro es que tenemos que poner todos los esfuerzos para salvar el verano turístico en nuestra región porque es algo fundamental de cara a no sufrir más la crisis de lo que ya se va a sufrir».
Dice el presidente que se buscará captar sobre todo al cliente nacional «y para eso vamos a ayudar en todo lo que esté en nuestra mano al sector», zanjó el máximo responsable del Ejecutivo regional.
El problema que existe a la hora de tomar estas decisiones es que muchas veces serán a ciegas. «Hasta que no tengamos los resultados del estudio de seroprevalencia que ha puesto en marcha la Carlos III, no tendremos una idea clara del nivel de inmunidad de la población», asegura Cantarero. «De momento todo apunta a que estamos muy lejos de la llamada inmunidad de rebaño y por eso es importante ir con cuidado, barajar las medidas de desescalada con carácter muy paulatino y reservarse siempre la posibilidad de volver a un estado anterior en el caso de que la situación se complique».
El máximo responsable del Grupo de Economía de la Salud de la Universidad de Cantabria avanza que sería posible contemplar una desescalada asimétrica según municipios; «son sobre todo entornos rurales donde no ha habido casos de infectados y que podrían hacer una vida más normal que el resto pero siempre manteniendo su aislamiento del resto de la región».
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De hecho, en una nota de prensa, el Gobierno regional ha señalado esta tarde que «los municipios cántabros con nula o escasa incidencia de la epidemia pueden ser los primeros en comenzar la vuelta a la normalidad, una vez que finalice el estado de alarma». Una desescalada que no solo será territorial sino también por sectores económicos. En cualquier caso, el Gobierno señala que todo se hará «a partir de las directrices sanitarias definidas por el Estado y la Consejería de Sanidad», algo que ha dejado muy claro Madrid, que las comunidades no podrán actuar por su cuenta.
En la reunión han participado el presidente, Miguel Ángel Revilla; el vicepresidente, Pablo Zuloaga; los consejeros de Sanidad e Interior, Miguel Rodríguez y Paula Fernández, respectivamente; las directoras generales de Salud Pública, Paloma Navas, y del Servicio Cántabro de Salud, Celia Gómez; el director del Instituto Cántabro de Seguridad y Salud en el Trabajo (Iccast), Álvaro Plaza; el presidente de la Federación de Municipios de Cantabria, Pablo Diestro, y el profesor David Cantarero, responsable del Grupo de Investigación en Economía Pública y de la Salud de la UC.
A día de hoy, solo 26 de los 102 municipios de Cantabria se encuentran libres de casos positivos. Potes, Valdeolea y Arenas de Iguña, municipios que hasta ahora permanecían indemnes al coronavirus, han 'caído' en los últimos días y la lista de los que tienen casos asciende a 76.
El consejero de Sanidad ha apuntado en la reunión que Cantabria cumple en este momento todos los requisitos para ser una de las primeras autonomías en iniciar la desescalada y ha destacado la utilidad para su planificación del estudio serológico iniciado hoy en todo el país y que en la región tendrá una precisión muy elevada, cifrada en el 1,6 por ciento.
El presidente ha pedido a la comisión un análisis pormenorizado de las especificidades de Cantabria, con el fin de favorecer a corto plazo y con todas las garantías sanitarias la recuperación de actividades habituales, como el cuidado de huertos, la pesca deportiva o la práctica del surf. Aunque todavía no se ha puesto negro sobre blanco en el documento, el presidente sí dio algunas pistas el domingo sobre por dónde irán las propuestas de Cantabria. La principal tiene que ver con la reapertura del pequeño comercio en los primeros momentos de la desescalada, manteniendo precauciones similares a las que se dan ahora en los supermercados. Librerías, tiendas de ropa o concesionarios a los que incluso se podría acudir con cita previa.
Por su parte, el vicepresidente ha propuesto la participación de la sociedad y de cada consejería del Gobierno en el ámbito de sus competencias, para «no sólo plantear medidas de desescalada social, sino también de ámbito empresarial y económico».
Por su parte, el director del Iccast ha señalado que su departamento ya está procediendo a la adaptación de las guías de riesgos laborales a la nueva realidad sanitaria.
Finalmente, el presidente de la Federación de Municipios ha expresado la disposición de los ayuntamientos a colaborar en el diseño del plan y ha comentado algunas propuestas concretas de los ayuntamientos, que básicamente coinciden con la reanudación de actividades planteada por Revilla.
Según los últimos datos del Servicio Cántabro de Salud (SCS), actualizados hasta anoche y consultados por Europa Press, en Potes, la capital de Liébana se han registrado dos positivos, convirtiéndose así en el segundo municipio de Liébana -de las comarcas que más ha resistido al COVID-19- afectado, tras el que hubo en Cillorigo de Liébana, que ya está curado, informa E. Press.
Por su parte, en Valdeolea y Arenas de Iguña hay un caso activo en cada uno de ellos.
De esta forma, la epidemia del coronavirus se ha extendido casi al 75 por ciento de los municipios de Cantabria, lo que suponen tres de cada cuatro.
Sin embargo, la expansión del COVID-19 por territorio cántabro, parece seguir ralentizada y en la última semana se han sumado solo tres municipios, un ritmo mucho menor que el que se registró en las primeras semanas del estado de alarma.
Por ahora, entre los que no tienen ni han tenido casos figuran Camaleño, Vega de Liébana, Tresviso, Cabezón de Liébana y Pesaguero, en Liébana, o los municipios costeros de Ruiloba, Liendo y Argoños, los únicos que resisten de la franja litoral, que es una de las zonas que más casos concentra.
Lo mismo ocurre con los municipios de Valdeprado del Río, Las Rozas de Valdearroyo, San Miguel de Aguayo o Pesquera, en Campoo; Peñarrubia, Lamasón, Polaciones y Tudanca, en el Saja-Nansa, o Bárcena de Pie de Concha, en el Besaya.
Tampoco por ahora han caído más municipios de los Valles Pasiegos, de modo que Saro, Selaya, Luena, Miera o San Roque de Riomiera.
La lista de los municipios por ahora sin coronavirus se completa con Guriezo, Valle de Villaverde, Solórzano y Arredondo.
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