Secciones
Servicios
Destacamos
CORRESPONSALES
Cantabria
Lunes, 7 de diciembre 2020, 07:07
Torrelavega
Por J. I. Arminio.
Una vez superado el grave brote de covid que provocó el confinamiento parcial del populoso barrio de La Inmobiliaria en septiembre y el aumento de casos en noviembre por la segunda ola de la pandemia, Torrelavega afronta el último mes de este difícil año entre los municipios cántabros en riesgo extremo de contagio, aunque con una incidencia por debajo de la media regional (menos de 200 casos por cada 100.000 habitantes). Se espera que los datos sigan mejorando en las próximas semanas, pese a que persiste el riesgo de nuevos brotes, especialmente con motivo de las celebraciones navideñas, aunque la gran mayoría de los vecinos sigue respetando las normas establecidas para tratar de frenar la pandemia, según destaca el concejal de Salud Pública, José Luis Urraca.
Mientras la crisis sanitaria y económica sacude con dureza a la segunda ciudad de Cantabria, el Ayuntamiento trata de paliar la preocupante situación de los más afectados con sucesivas convocatorias de ayudas a las familias, autónomos, pequeños negocios, ocio nocturno... Son iniciativas tendentes todas ellas a evitar la exclusión social de los más desfavorecidos.
El edil de Seguridad, Pedro Pérez Noriega, afirma que, mientras llega la vacuna que ponga fin al virus y continúan las restricciones de movilidad impuestas en Cantabria, la ciudad sigue adelante con su actividad en la medida de lo posible, como ocurre, por ejemplo, en el sector de la cultura y los espectáculos. Sólo están abiertos el Teatro Cocha Espina y las salas de exposiciones (Mauro Muriedas y CN Foto), instalaciones municipales que cuentan con las lógicas limitaciones de aforo y en la que es obligatorio el uso de mascarilla, gel hidroalcohólico, etc. El sábado se celebró una nueva edición del festival de magia (Festimagia) y continúa el ciclo teatral Escena Cantabria, a la espera de la gran cita en esta época del año, el Festival de Invierno que, como es tradicional, traerá a Torrelavega artistas de primer nivel entre los meses de enero y marzo. Algunos espectáculos deportivos también se están celebrando, pero sin público. Un ejemplo de ello fue la reciente concentración previa al campeonato de Europa realizada en la ciudad por la selección española de balonmano femenino. Las Guerreras se enfrentaron a Eslovaquia en dos partidos amistosos con las gradas vacías.
También han sufrido restricciones las clases en las escuelas deportivas municipales, que han pasado de ser prácticas a teóricas para sus cientos de alumnos. Una excepción podría ser la velada internacional de boxeo programada para el día 19 en el Bolera Severino Prieto, pero todo depende del visto bueno de la Dirección General de Salud Pública. Es más que posible que el héroe local, Sergio García 'El Niño', tenga que defender por primera vez su título europeo superwelter sin la presencia de sus cientos de seguidores.
Castro Urdiales
Por Samira Hidalgo
Castro está siendo uno de los lugares con más contagios en Cantabria, con 237 casos activos el pasado viernes, según datos del Instituto Cántabro de Estadística (Icane). Como se recordará, el municipio sufrió hace unos días el cierre total de uno de sus tres institutos, el Ocho de Marzo (650 alumnos y 72 profesores), por un importante brote del virus, volviendo a abrir sus aulas el pasado 1 de diciembre. Además, no hay que olvidar que en esta pandemia la Residencia de La Loma fue uno de los centros que contó con más fallecidos en la primera ola. Actualmente hay una veintena de residentes contagiados.
Con todo esto, el cierre perimetral de la región no se ha notado de una forma drástica en el municipio castreño, pues son muchos los vecinos que acuden a Vizcaya a diario para trabajar. En términos de consumo, el cierre de las fronteras tanto dentro de la región como fuera de ésta, es un arma de doble filo, ya que, por una parte, favorece que los castreños se queden en el municipio a comprar y no se desplacen a las grandes superficies del entorno de Baracaldo, pero impide que los vecinos vizcaínos –muchos con segunda residencia en Castro (se han impuesto numerosas denuncias)– no puedan hacer gasto en la ciudad cántabra.
En esta excepcional situación, los comerciantes de la calle Ardigales, en pleno corazón del casco histórico, están viendo cómo las ventas son más bajas. «Estoy defendiendo los días porque mi clientela suele ser gente del pueblo, pero me he tenido que reinventar para hacer la compra lo más fácil posible, con el pago desde el teléfono móvil, aumentando el plazo de devolución hasta el 11 de enero, guardando los regalos que vayan comprando y llevando yo los pedidos a casa por si no quieren salir a la calle», explica la gerente de la tienda de ropa Ops, Maite Zaballa, quien ha encabezado una de las iniciativas para incrementar las ventas esta campaña navideña: adornar por su cuenta la calle Ardigales para crear más ambiente y fomentar el consumo. «Las tardes están bastante más flojas, por eso nos hemos reunido los comercios de la calle y, entre todos, poniendo 50 euros cada uno, hemos puesto luces en la calle y adornado cada negocio. Tenemos muchísima unión, desde la carpintera, hasta la cafetería, pasando por la peluquería y otras tiendas», destaca Zaballa.
Por su parte, desde el Ayuntamiento indican que la gente está «más recelosa» a la hora de gastar. «Tienen la incertidumbre de la segunda ola. Esperemos que diciembre sea el mes en el que los vecinos se animen a bajar a la calle a comprar, que vean las calles iluminadas, que entren a las tiendas y vean todo lo que les puede ofrecer el comercio local», comentan. Insisten en que esta situación ha hecho que varios comerciantes castreños hayan optado por una mayor digitalización de su comercio, vendiendo a través de internet.
Laredo
Por Abel Verano.
Desde hace ya varias semanas, Laredo es uno de los municipios de Cantabria más sacudido por la pandemia a la vista del incremento de casos que se han ido registrando hasta superar el centenar (su población es de 11.000 habitantes). Esta alta incidencia ha provocado esta semana un pequeño brote entre los profesionales (enfermeras y auxiliares de enfermería) del hospital pejino, en el que trabajan unas mil personas entre personal fijo y contratado. Como consecuencia de esta incidencia y ante la falta de personal, algo que afecta a toda la región, el centro sanitario se ha visto obligado a derivar al Hospital Valdecilla a los nuevos pacientes covid, mientras atiende una veintena de ingresados por el virus.
Frente a otros municipios donde se va notando un ligero descenso en los casos, en Laredo todavía no han apreciado la mejoría, al menos así lo señala la gerente del hospital, Mónica Hernández, con la esperanza de superar cuanto antes esta «difícil situación» que están atravesando en el centro. Pero no solo ahí, porque la elevada incidencia en Laredo ha llevado a la alcaldesa Charo Losa a pedir a la Consejería de Sanidad un cribado masivo a la población, a propuesta de Unidos x Laredo. De momento no ha tenido respuesta y la regidora cree que será negativa «teniendo en cuenta que Salud Pública no está utilizando este tipo de actuaciones en estos momentos».
Junto a esta petición, el Ayuntamiento ha procedido al cierre de todas sus instalaciones públicas: casa de Cultura, polideportivos, centro social, antiguo ayuntamiento... Todo salvo el Consistorio, donde se atiende vía telefónica y mediante un sistema de cita previa. «Esperemos que con todas estas medidas y la responsabilidad de los vecinos, que al final es lo más importante, empecemos a reducir el número de casos activos», apunta la alcaldesa, al tiempo que resalta que, por lo menos, en la residencia de mayores «de momento no se ha registrado ningún caso tras un cribado reciente».
Y, mientras tanto, los hosteleros pejinos, como los de otros municipios aprovechan sus terrazas –quien cuenta con ellas– y el buen tiempo (aunque estos últimos días ya ha aparecido la lluvia y el frío) para poder trabajar dentro de las limitaciones, que no son pocas. Eso el que pueda, porque hay otros que se han visto obligados a cerrar, como es el caso de José Ángel Furiol, el propietario del Bar Buenos Aires, que con 42 años de historia es de los más antiguos de cuantos hay en la Puebla Vieja. «Llevamos unos cuarenta días cerrados porque no puedo estar con cuatro mesas en la calle con el tiempo que hace. Además, desde que confinaron por comunidades y luego por municipios no hay movimiento de gente, no merece la pena abrir ni siquiera estando yo solo atendiendo. Hasta que no dejen volver a atender dentro, no vamos a poder retomar la actividad», apunta este hostelero.
Santoña
Por Ana Cobo.
En Santoña, parece que los vecinos han aprendido la lección. Tras el duro revés del cordón sanitario que sufrieron la primera quincena de septiembre, han conseguido sobrellevar esta segunda ola con una incidencia acumulada en torno a los 200 casos por 100.000 habitantes en la mayor parte de las jornadas de noviembre.
El municipio está siendo uno de los menos golpeados, aunque no baja la guardia. Los santoñeses, que han vivido los episodios más llamativos de esta pandemia en Cantabria, saben mejor que nadie que todo puede cambiar de un día para otro.
En estos últimos días la cifra de contagios en la localidad se ha situado por debajo de la treintena. No obstante, la villa ha tenido que lamentar en noviembre dos nuevos fallecimientos, habiendo perdido la vida un total de diez vecinos por el covid. Respecto a la residencia de mayores Santa Ana, en Berria, todo ha cambiado esta pasada semana cuando un cribado masivo en el centro ha detectado 15 casos. La dirección ha activado el protocolo de actuación para evitar con medidas la propagación del brote.
El virus no solo ha hecho mella en la salud de los vecinos sino que ha afectado duramente a la economía de muchas familias. El sector de la hostelería, por ejemplo, con un centenar de bares, tiene un importante peso en Santoña y son muchos los trabajadores del gremio que se han visto afectados por los ERTE o directamente han perdido su empleo.
Desde Cáritas Santoña y la Asamblea Local de Cruz Roja confirman que el covid ha aumentado el número de familias que demandan ayudas. Habitualmente, desde Cruz Roja atienden a unas 80 familias y, a raíz de la pandemia han llegado cubrir, en momentos puntuales, necesidades de hasta 110.
El presidente de la Asamblea Local, Jaime Ruiz, explicó que, debido a la situación, los trámites para ser receptores se agilizan al máximo y que las ayudas se están centrando en la entrega de alimentos, lotes de higiene personal y del hogar y, en algunos casos, apoyo económico para la compra de libros.
Desde Cáritas Parroquial la atención alcanza en estas fechas a una treintena de familias al mes. «Lo que más demandan cuando hay menores es tener para comer y les remitimos a un supermercado local para que hagan un gasto concreto o al albergue municipal», explica José Francisco Rodríguez. Eso es lo prioritario, pero también se les echa una mano con otras cuestiones como el pago total o parcial de las facturas de luz, agua, hipoteca, alquiler o medicinas. «Ademas, llamamos a las familias cada dos semanas para que noten que estamos cerca de ellos, acompañándoles».
El Ayuntamiento también rubricó en agosto con el Banco de Alimentos de Cantabria un convenio de colaboración. En ese sentido, esta semana se ha realizado la segunda entrega, que ha llegado a 57 familias.
San Vicente de la Barquera
Por Vicente Cortabitarte.
El municipio costero de San Vicente de la Barquera está logrando sortear la pandemia sin grandes sobresaltos. La incidencia en estos momentos se encuentra estabilizada en torno a la veintena de casos activos y sin haber sufrido brotes de importancia a pesar del temor que se vivió en un municipio de gran atracción turística tras una temporada que desbordó todas las previsiones de afluencia. San Vicente fue de los primeros municipios en registrar algunos casos en diversos establecimientos de hostelería. Sin embargo, ese peligro se logró controlar. También cabe destacar que su residencia para mayores ha logrado evitar, por lo menos de momento, que el virus llegue a los residentes y al personal.
A diferencia de lo que sucedió en la primera ola de la pandemia todos los servicios municipales están en la actualidad funcionando con plena normalidad, tras haber tomado en todos las áreas y centros de trabajo las medidas preventivas establecidas por las autoridades sanitarias, como regular los accesos, el aforo, la distancia de seguridad o el establecer horarios tanto para la entrada como para la salida del trabajo. A pesar de que las restricciones han dejado al municipio sin visitantes, funciona en su horario habitual la Oficina de Turismo, así como el Castillo del Rey, el principal centro de visitantes de la villa que habitualmente registra la entrada de centenares de personas y que en estos momentos hay días en los que no ha entrado ningún turista.
El alcalde San Vicente, Dionisio Luguera, ha destacado el «buen comportamiento y la concienciación de la que han dado muestras mayoritariamente los barquereños, incluidos la juventud», por lo que no se han tenido que registrar actuaciones especiales contra actividades ilegales o botellones, habituales en otros momentos.
Sin embargo, este comportamiento no ha sido de igual manera por parte de algunos turistas en verano, por lo que tanto la Policía Local como la Guardia Civil tuvieron que intervenir en bastantes ocasiones, la mayor parte de las veces para advertir, pero también para sancionar, además de mantener el Ayuntamiento una campaña constante de información mediante cartelería especial en las calles y en los principales lugares de tránsito, como son los puentes.
Asimismo, el alcalde ha querido resaltar el «apoyo» que se ha brindado desde el Ayuntamiento para un sector de gran importancia en la villa como es la hostelería, ampliando sin coste las terrazas, lo que les ha permitido disfrutar de una gran temporada de verano, que sin embargo no compensa las limitaciones de las últimas semanas y la ausencia de turistas fuera de la temporada alta. El comercio también se ha visto beneficiado con medidas como la que se acaba de poner en marcha para estas navidades con 11.000 euros que recibirán los barquereños para gastar directamente en el comercio local.
Medio Cudeyo
Por Héctor Ruiz.
Desde el comienzo de la segunda ola, Medio Cudeyo pasó a formar parte de la lista de los doce municipios que se encontraban en riesgo extremo ante el avance de la pandemia de coronavirus. Pronto se desbordó la situación en el Colegio Apostolado del Sagrado Corazón de Ceceñas, que fue el primer centro educativo de la región que las autoridades sanitarias tuvieron que cerrar durante varios días. Esa situación, que tuvo lugar en octubre, se estabilizó, mientras que la pasada semana se descontroló en otro colegio concertado del municipio, el Torreánaz, y el Ejecutivo regional mandó también a sus 913 alumnos a casa durante al menos 10 días. Actualmente el municipio de Medio Cudeyo se encuentra con una tasa de incidencia acumulada en los últimos 14 días de 437 casos, con 61 activos, aunque ha llegado a tener 72 en su peor momento, el pasado 17 de noviembre.
Tanto desde el Ayuntamiento de Medio Cudeyo como desde el Centro de Salud de Solares confirman que los brotes en ambos colegios han repercutido notablemente en la situación a nivel municipal. De hecho, hace unas semanas los datos habían mejorado y, tras lo ocurrido en Torreánaz, se volvieron a disparar de nuevo. En cuanto a la atención primaria, se ha organizado la agenda para intercalar visitas presenciales (para lo que hay una espera de tres días) y no presenciales de tal forma que no se sature la sala de espera. Por eso mismo, hace un par de semanas se recuperó la posibilidad de pedir cita a través de internet. La plataforma llevaba cerrada desde el mes de marzo, con el inicio de la pandemia.
Sin embargo, ese intento por compaginar con la teleasistencia no impide que en los dos días a la semana que se hacen extracciones acudan al centro en torno a 110 personas, por lo que se optó por ubicar una carpa junto a las instalaciones médicas de Solares que sirve para guarecer a los pacientes mientras esperan a ser atendidos por los profesionales sanitarios. Dicha medida se tomó el pasado mes de octubre, en plena campaña de vacunación contra la gripe, para lo que acudían cerca de 200 personas al día, sumadas a las 110 de extracciones. «A veces la sala de espera está vacía, pero eso es porque está coordinado todo para que no se amontone la gente», señala una de las enfermeras del centro de salud, que también incide en el aumento de trabajo que supone para ellos el seguimiento de los casos positivos, para lo que hay que hacer «muchas» llamadas.
Desde el inicio de la pandemia en el mes de marzo, ha habido momentos en los que la atención del centro de salud, sobre todo por vía telefónica, ha despertado quejas por la tardanza, aunque es cierto que ahora está todo mucho más organizado para dar un mejor servicio al respecto. Actualmente, además de las extracciones, el Centro de Salud de Solares mantiene las consultas (también las de pediatría), fisioterapia, trabajadora social, odontología y matrona. Además, según detalla el personal médico, «se mantiene la atención en los domicilios de las personas inmovilizadas».
Los Corrales de Buelna
Por Nacho Cavia.
En el municipio de Los Corrales de Buelna, señalado por encontrarse en riesgo extremo, se vive con la incertidumbre de la disparidad de los datos sobre contagios que marca el mapa de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Cantabria con respecto a los registrados por el centro de Atención Primaria ubicado en la localidad. Esta semana Sanidad apuntaba cifras por encima del centenar de positivos, mientras en el centro de salud no llegaban a sesenta los contabilizados.
Con todo, el alcalde, Luis Ignacio Argumosa, ha firmado un bando en el que pide a la población que cumpla con las normas establecidas para evitar la expansión del virus (distanciamiento social, mascarillas, higiene), solicitando el autoconfinamiento voluntario «en la medida de lo posible». Del mismo modo, se ha vuelto a establecer el sistema de cita previa en los servicios municipales y se ha advertido de que el incumplimiento reiterado de las medidas establecidas para las terrazas podrá acarrear la retirada a los establecimientos hosteleros de los permisos para la instalación de sillas y mesas en suelo público. Todo ello, en un municipio en el que no se han abierto aún los parques infantiles y en el que instalaciones como el teatro mantienen aforos inferiores a los indicados.
En Los Corrales no se ha detectado ningún brote concreto de consideración y todo apunta a que el incremento de casos registrados en las últimas semanas se debe principalmente al aumento de la interacción social registrada en reuniones de familiares y amigos.
Respecto al área de la educación, al igual que ocurre en muchos municipios de Cantabria, los contagios han estado por debajo de la media. Desde el inicio del curso se han cerrado temporalmente en Los Corrales de Buelna tres aulas de Educación Infantil y Primaria, dos en el colegio José María Pereda y una en La Salle. El colegio público Gerardo Diego, de momento, se ha librado. Su directora, Argentina Pérez, asegura sentirse «orgullosa de toda la comunidad educativa, alumnado, familias, profesorado, por mostrar una conducta ciudadana ejemplar y de máxima responsabilidad en estos tiempos de crisis sanitaria». La última aula confinada es del colegio público José María de Pereda. La directora, Yolanda Gutiérrez, hablaba aun así de un mes, el de noviembre, de «mayor sosiego».
Los casos en la Educación Secundaria han sido también mínimos, apenas una decena de alumnos en cuarentena preventiva desde el inicio del curso en los institutos Estelas de Cantabria y María Telo. La directora del primero, Paz Sasián, afirmaba que «con esfuerzo y coordinación estamos manteniendo la situación controlada, ya que no ha sido necesario cerrar aulas, pero los casos detectados son un claro reflejo de la situación de alerta sanitaria que estamos sufriendo». Por su parte, la directora del María Telo, Pilar Lobeto, señalaba que el curso «está siendo completamente atípico y complicado, han cambiado muchas cosas, hasta la forma de dar clase, pero vamos avanzando y adaptándonos a la nueva situación que nos ha tocado vivir gracias al esfuerzo y a la paciencia de todos». «Ahora tenemos por delante el reto de hacer frente al frío en las aulas, pero, eso sí, no nos falta el ánimo», ha señalado Lobeto.
Reinosa
Por Ernesto Sardina.
La capital campurriana, Reinosa, es el ejemplo más claro y preocupante de la evolución del covid en la comarca. Con una tasa de incidencia acumulada en los últimos 14 días de 1.444 casos por cada 100.000 habitantes y unos 184 casos activos, la principal preocupación se centra esta última semana en el brote registrado en la Residencia San Francisco I de Reinosa, en el edificio más antiguo de los dos con los que cuenta la Fundación Residencia de Ancianos San Francisco en la ciudad.
Según los últimos datos, confirmados por el Icass, hay 75 usuarios y 32 trabajadores con PCR positiva. «Aunque si bien es cierto que el número de contagios está siendo catastrófico, la afección, dentro de lo que cabe, está resultando leve de momento», señaló esta pasada semana Juan José Lázaro, director de la residencia.
El propio alcalde de Reinosa y presidente del Patronato de la Fundación, José Miguel Barrio, solicitó este pasado jueves en el pleno «responsabilidad» a la ciudadanía ante el índice de contagios de coronavirus que se está registrando en el municipio. Barrio, que aludió a la «preocupante situación» por la que está atravesando la Residencia San Francisco I, «agradeció», en nombre de la Corporación municipal, la labor de todos los empleados y la dirección del centro, quienes están haciendo «lo posible y lo imposible parar controlar el brote».
Esta situación, que se repite también en la residencia Santa Eulalia del municipio vecino de Valdeolea, se enmarca en un contexto de aumento de los casos de covid en todo el sur de Cantabria por encima incluso de lo registrado durante la primera ola, en los meses de marzo, abril y mayo. Todo esto, sumado al toque de queda y al confinamiento municipal, además de a las restricciones de acceso y control de aforos está lastrando a todos los sectores productivos y en especial al comercio y a la hostelería, muy castigados por la crisis sanitaria derivada de la pandemia.
Al igual que en los municipios de toda Cantabria, las restricciones y normas, muy cambiantes, están obligando a un esfuerzo extra a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, como es el caso de la Guardia Civil. Así, el teniente Juan Carlos Fernández sostiene que «se han incrementado los operativos en las vías públicas y que se realizan las correspondientes comprobaciones para que se cumpla con la normativa actual». Fernández, responsable de la Guardia Civil en Campoo, reconoce que la mayoría de las personas son «muy escrupulosas en el cumplimiento de las directrices marcadas a raíz de la crisis sanitaria, aunque siempre hay excepciones».
Tanto Fernández como Tomás Ramos, jefe de la Policía Local de Reinosa, señalan la «buena coordinación y el entendimiento» entre ambos cuerpos. Ramos asegura que la situación actual que se vive en todos los municipios de Cantabria requiere de un «esfuerzo extra», no sólo en el control de las medidas generales impuestas por la pandemia (uso de mascarillas, distancia social, restricciones, horarios de cierre...), sino además de un trabajo de información a los ciudadanos respecto a los cambios normativos y las numerosas dudas que estos generan. «Estamos reforzando mucho la coordinación con la Guardia Civil, algo que quiero destacar y agradecer, al igual que el trabajo que desempeñan los agentes de la Policía Local de Reinosa» , explica Ramos.
Cabezón de la Sal
Por Lucía Alcolea.
El municipio de Cabezón de la Sal es uno de los que ha acumulado mayor incidencia de covid desde que se decretase el estado de alarma el pasado mes de marzo, unos datos que mejoraron durante el verano, pero que se han repetido en esta segunda ola. El municipio llegó a tener 71 casos activos hace aproximadamente 15 días, que por suerte han ido disminuyendo hasta situarse en 52, que son los contagios registrados este mismo viernes. La localidad vivió su peor momento en el mes de abril, cuando la residencia Sagrada Familia de Carrejo se convirtió en el principal foco de contagio, lo que situó al municipio en la lista de los más afectados por la pandemia en la región.
Aunque ese hecho parece ser el principal motivo por el que aumentó la cifra de casos en la primera ola, es necesario tener en cuenta que la localidad es cabecera de comarca y, por tanto, el lugar al que habitualmente acuden los vecinos de los municipios limítrofes a hacer la compra, estudiar o practicar actividades deportivas, lo que también puede haber influido en la incidencia acumulada en esta segunda ola.
El cierre perimetral y las restricciones impuestas a la hostelería han afectado también sobremanera a Cabezón de la Sal, donde la mayoría de bares y restaurantes se han visto obligados a echar la persiana, al no contar con terrazas con las que obtener un rédito económico. La climatología adversa tampoco ayuda. Así lo asegura un vecino que toma un café a media mañana en el exterior de un bar situado en la Avenida de Cantabria y trata de calentarse las manos con la taza. «Ahora que empieza a hacer frío es más complicado estar en las terrazas y poder quedarte un rato», explica. A la media hora, siendo optimistas, el cuerpo empieza a percibir la bajada de la temperatura.
El confinamiento perimetral también afecta, y mucho. «Yo me siento presa y me ha creado muchísima ansiedad, tengo muchas ganas de coger el tren y salir corriendo», explica Milagros Gutiérrez, acostumbrada a desplazarse a Santander o Torrelavega en tren. Algo parecido le sucede a Estefanía Cobo. «Cuando no tengo que trabajar –explica– cojo el coche y voy a ver a mis amigas de otros pueblos o simplemente a la playa para disfrutar del aire libre, pero ahora ya no podemos hacer ni eso», admite resignada.
Cabezón de la Sal es desde hace semanas un lugar distinto, que se parece al de antes, con las mismas calles y edificios, pero que no lo es. Los vecinos ocupan cada vez menos las avenidas semivacías y el silencio en torno a los bares pesa como un grito que se ahoga. «A ver cómo salimos de esta», comentan dos hombres mayores que charlan frente a un cajero. También se percibe la ausencia de los vecinos de otros pueblos que acudían a los comercios locales situados a ambos lados de su principal avenida. Aunque se han empezado a decorar escaparates, Papá Noel no ve a nadie a través del otro lado del cristal y se prepara para una Navidad descafeinada.
A pesar de todo, desde el Consistorio han realizado una campaña para animar a los ciudadanos a consumir en el municipio, esta vez más que nunca, y no marcharse a las grandes superficies. Otros doce comercios del casco urbano se han unido para organizar pequeñas actuaciones musicales y lecturas de poesía en la calle. Otra forma de atraer al comprador y despertar sonrisas en tiempos duros.
Potes
Por Pedro Álvarez.
Durante el pasado verano, la villa de Potes recibió, al igual que el resto de municipios de la comarca, la llegada de miles de personas provenientes de todas las comunidades autónomas, deseosas de disfrutar de un espacio natural al aire libre. Tanto desde los inicios de la pandemia en el mes de marzo, como durante el verano, la villa lebaniega se mantuvo sin apenas casos positivos de covid. De hecho, según datos del Servicio Cántabro de Salud, a primeros de noviembre sólo había tres casos activos. A mediados de mes se llegó a la treintena y desde los últimos días de noviembre hasta el pasado día dos de diciembre, la cifra aumentó hasta los 65 casos activos. Así, el pasado martes, en los datos facilitados por el Servicio Cántabro de Salud, se recogía que 35 usuarios y 16 trabajadores de la residencia de la Tercera Edad 'Félix de las Cuevas' de la villa lebaniega habían dado positivo. Una noticia que preocupa a todos los vecinos, ya que desde el inicio de la pandemia, las medidas preventivas adoptadas en el centro habían permitido que el virus no entrase por sus pasillos.
Ante esta situación se han adoptado medidas más restrictivas y se están realizando test PCR, de lunes a viernes, frente a las instalaciones del centro de salud de Potes para tratar de contener el aumento de contagios y lograr devolver al municipio a la situación privilegiada que había mantenido hasta ahora.
Respecto a la hostelería, son pocos los negocios en Potes que durante este confinamiento por municipios han abierto sus puertas al público. Manuel Cabo, responsable de la Cafetería Cabo y de la Pizzería Cabo, reconoce que «el verano ha sido bueno, mucho más para los negocios con terraza, ya que los de interior la gente se ha mostrado más reacia a consumir en la barra, o comer y cenar bajo techo, pero ha habido mucho turista».
Actualmente, solo mantiene abierta la pizzería, ya que «atendemos a los clientes de siempre a domicilio, y con ello puedo seguir contando con los empleados, a pesar de que existe gran desinformación continuamente sobre las normativas a aplicar». Cabo, de cara a la Navidad, considera que «la gente debe ser cuidadosa». «Tenemos que pensar más en los riesgos que en nuestro negocio, porque son fechas muy delicadas y habrá más navidades que poder celebrar».
Xavi García, del establecimiento 'Donde Xavi', manifiesta que «hemos trabajado bien, pero preocupa la situación actual, en especial los ERTE de los empleados. Ahora estoy trabajando solo con la pequeña terraza que tengo, y estoy muy agradecido de mis clientes de la villa». Con respecto a las fechas navideñas, señala que «la situación es bastante incierta, ya que todo es muy ambiguo y la gente se va a mover, por lo que hay preocupación».
Respecto a los espacios culturales y turísticos de la villa, se mantienen abiertos el Centro de Estudios Lebaniegos y la Torre del Infantado, en horario de 10.00 a 14.00 horas y de 16.00 a 18.00 horas, además de la oficina de Turismo de Potes. Por su parte, La Casa del Oso Pardo y la Casa de Cultura permanecerán cerradas hasta el próximo año.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José Antonio Guerrero | Madrid y Leticia Aróstegui (diseño)
Rafa Torre Poo, Clara Privé | Santander, David Vázquez Mata | Santander, Marc González Sala, Rafa Torre Poo, Clara Privé, David Vázquez Mata y Marc González Sala
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.