Los municipios tendrán la llave para que el ocio nocturno vuelva a abrir hasta la una

Esta 'facilidad' por parte de Medio Ambiente es una respuesta a una consulta de la Federación Cántabra de Municipios (FCM). En el documento remitido por parte de la Consejería, recogen que «la modificación del horario de funcionamiento de tales actividades no supone una modificación sustancial de la actividad que deba someterse nuevamente a informe de comprobación ambiental». Por lo que, por su parte, estos negocios no necesitan ningún permiso nuevo desde Medio Ambiente y quedarían en manos de los ayuntamientos, que son los responsables de dar las licencias de apertura.

Esto vale «para casi todos», destaca Cuevas. «Podrán hacerlo aquellos locales con licencia especial que tengan cocina y quieran mantenerla y los que no la tengan ni la quieran». Es decir, aquellos que tengan pensado seguir como hasta ahora. Como sus condiciones no van a cambiar, no necesitan un nuevo control ambiental porque van a realizar la misma actividad que antes de verse obligados a cerrar. «Esto incluye a un 98% de los negocios dedicados al ocio nocturno. El resto, serían aquellos que no tienen cocina y la quieren poner, que ya se verían obligados a pasar ese trámite de Medio Ambiente». No existe una fecha concreta a partir de la que estos negocios puedan abrir, ya que cada uno dependerá del Ayuntamiento en el que esté. «Para obtener esa doble licencia, el propietario de cada local tendrá que acudir al Consistorio y aportar una documentación, con eso sería suficiente».

Desde la FCM no lo ven tan fácil. Su presidente, Pablo Diestro, explica que para que los locales de ocio nocturno puedan volver a abrir, «existen dos opciones: o reducir la licencia para convertirse en bar normal, o pedir doble licencia». La primera es inmediata, pero conlleva el riesgo de que, cuando la situación se calme y los establecimientos puedan volver a abrir hasta más tarde, tengan que volver a solicitar la licencia de bar especial, que podría tener más requisitos que cuando el bar la solicitó por primera vez y que pudo ser hace años. Por lo tanto, se daría el caso de que tuviera que invertir dinero en acondicionar el local a nuevas medidas de accesibilidad o prevención con las que no contaba anteriormente. «En esta primera opción sólo hace falta una declaración responsable por parte de los locales».

La segunda opción es «más larga y complicada, pero más segura». Consiste en pedir una doble licencia. Además de la de bar especial, cada negocio deberá solicitar la de bar normal. «Supone empezar una licencia desde cero. Tiene menos requisitos que la de un bar especial, por lo que lo normal es que la mayoría lo cumplan ya. En caso de que todo esté en orden, se puede tardar una semana o algo más, depende de cada ayuntamiento». Diestro recalca que se ha asesorado con varios profesionales, pero que recibió la respuesta del Gobierno hace dos días y aún están estudiando las diferentes posibilidades y escenarios en profundidad.