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La llegada del calor y de las vacaciones de verano convierte a algunas localidades 'fantasma' de la región en lugares sobrepasados por el exceso de ... población. Son sitios que se caracterizan por sus playas y su rica vida cultural durante los meses más cálidos del año. Aunque tener muchos visitantes puede aportar grandes beneficios económicos al lugar en cuestión, también puede saturar servicios públicos como los aparcamientos o la policía. La hostelería es la gran vencedora. Hace 'el agosto' y, en muchas ocasiones, no sólo aumenta su plantilla, si no que requiere más camareros y cocineros de los que consigue contratar, convirtiendo el cartel de 'Se necesita personal' en una parte más de la decoración del local. La mayor parte de los visitantes que desembarca en estas villas marítimas son vecinos de Castilla y León que llegan huyendo de las altas temperaturas y buscando el mar. Muchos tienen una segunda residencia en la región y otros tantos optan por alojarse en hoteles o alquilar apartamentos temporalmente. Los servicios de limpieza, policía local, mantenimiento y bomberos son algunos de los que más flojean porque en la mayoría de municipios no es posible ampliar las plantillas en la misma proporción que la población. Esto es especialmente notable en lugares como Noja, que multiplica por más de treinta el número de habitantes. En el abastecimiento de agua, aunque los consistorios también deben hacer un esfuerzo para llegar a todos, suele tenerse en cuenta este incremento de gente para evitar problemas de escasez.
Noja
Habitantes censados: 2.500
Habitantes en verano: 80.000
Noja es uno de los municipios de España donde más aumenta la población en verano. Se multiplica, ni más ni menos, que por 32. Un factor que transforma por completo el lugar, en el que más del 90% de las viviendas es segunda residencia, según el Instituto Nacional de Estadística. Una de las «demandas históricas del municipio», cuenta el alcalde regionalista Miguel Ángel Ruiz, es tener un acceso desde la autovía «mucho más fluido que el actual». Explica que su Corporación trabaja con las de los municipios del entorno «para lograr que se construya una variante que no retrase la salida desde la A-8». Para gestionar eficazmente el incremento del número de coches que supone el aumento de población, en Noja se regula el aparcamiento con la ORA, que está activa desde el 15 de junio al 15 de septiembre.
Aunque todos los comercios y negocios que trabajan de cara al público notan este incremento de gente en las calles, la hostelería es, sin duda, el sector que más convive con la subida. «Tiene mucha temporalidad» y las plantillas se ven muy reforzadas en verano. En cuanto al número de policías locales, Ruiz asegura que la villa cuenta con unos «servicios dimensionados de forma adecuada para que estos aumentos de población no modifiquen ni perjudiquen el funcionamiento y los horarios de los empleados». Pero con una subida tan drástica de vecinos en verano, una plantilla de quince agentes resulta escasa.
En cuanto a la limpieza, el edil explica que el sistema de basuras se intensifica con refuerzos por parte de la empresa concesionaria del servicio, tanto de residuos orgánicos como de reciclaje. También aumenta el mantenimiento de las calles, parques y jardines.
Y el consumo de agua en verano se triplica. Si a principios del año se sitúa en torno a los 40.000 metros cúbicos, esa cifra alcanza los 130.000 en julio. La basura generada se multiplica por nueve. De recoger más de 100.000 kilos de residuos en enero, el servicio de limpieza del municipio recoge cerca de una tonelada durante los meses de verano.
Suances
Habitantes censados: 8.000
Habitantes en verano: 25.000
Suances es otro de los puntos más turísticos de la región y triplica su población en verano. Una cifra que no tiene en cuenta a aquellos visitantes que disfrutan de sus playas y restaurantes sin hacer noche allí. Es un lugar en el que abundan las segundas residencias que, además de utilizarse en la época estival, también son el destino elegido para los puentes, la Semana Santa y las escapadas de fin de semana. Los propietarios de estas viviendas son, principalmente, de Castilla y León y vienen «buscando el mar y temperaturas más suaves», asegura el alcalde del municipio, el socialista Andrés Ruiz Moya. Aunque el incremento del tráfico en verano ha sido un problema durante años, «la creación de nuevas infraestructuras y la mejora de las autovías» ha disminuido notablemente los atascos. La recogida de basuras o la brigada de obras y mantenimiento también aumentan en esta época, en la que se contratan dos auxiliares de refuerzo para apoyar a la Policía Local. Un esfuerzo que no evita que las noches del fin de semana y en las fiestas se acumulen bolsas y desperdicios en la playa y en el paseo marítimo a raíz del botellón. El sector de la hostelería es el «más importante» de Suances. De los 873 contratos que se hicieron en junio, el 97% se correspondió con este sector, «aunque es un motor económico del municipio durante todo el año, en mayo y en abril el porcentaje fue similar».
Laredo
Habitantes censados: 11.150
Habitantes en verano: 70.000
La población de Laredo en verano, especialmente en agosto, se multiplica por seis. La mayoría de esa gente que llega posee una segunda residencia en la localidad, mientras el resto se aloja en viviendas de alquiler temporal o en instalaciones hoteleras. Este incremento poblacional condiciona, «como es lógico», la circulación de vehículos, afirma la alcaldesa socialista Rosario Losa. «Especialmente en el tema de aparcamiento desde la segunda quincena de julio hasta el final de agosto». Cuenta que, a pesar del estacionamiento disuasorio ubicado en la zona del puerto, con 300 plazas, y un segundo parking con capacidad para 60 coches, la afluencia de decenas de miles de personas dificulta encontrar un lugar. «El transporte público, que se ve reforzado estos meses, es una buena opción para desplazarse hasta aquí». En materia de empleo y prestación de servicios públicos, la época estival implica elevados niveles de contratación en el sector hostelero del municipio y en otros servicios inherentes al turismo. Los de recogida y eliminación de residuos urbanos viven un «notable incremento» en este periodo, tanto en la frecuencia de sus actuaciones como en la dotación de medios técnicos y materiales para el desarrollo de la actividad.
San Vicente
Habitantes censados: 4.200
Habitantes en verano: 20.000
El aparcamiento «es uno de los grandes problemas» de San Vicente de la Barquera, aunque se «ha aliviado» parcialmente con la entrada en funcionamiento de un estacionamiento de 370 plazas ubicado en el puerto. Un parking que, el resto de meses del año, «está prácticamente vacío», cuentan fuentes del Ayuntamiento. Por la orografía de la localidad, en la que sólo hay un acceso entre la villa y la playa, es habitual que la ruta que las une se colapse en algunos momentos del día, sobre todo en las jornadas de sol y altas temperaturas. La dependencia que tiene San Vicente del sector servicios, especialmente de la hostelería, provoca que «mientras los índices de desempleo en invierno son superiores a la media, en pleno verano es habitual ver carteles en los que se busca personal de camareros o ayudantes de cocina». El servicio de recogida de basura se refuerza en el área de la playa, donde en invierno apenas existe actividad, y también en las zonas rurales. En la villa, prácticamente no varía porque este servicio funciona diariamente durante todos los meses del año.
Castro Urdiales
Habitantes censados: 32.500
Habitantes en verano: 65.000
Castro Urdiales dobla matemáticamente su población en verano. De esas más de 30.000 personas que llegan en la época estival, más de 11.000 tienen una segunda residencia en la localidad, lo que repercute en aspectos como el tráfico y la dificultad para aparcar. «Se incentiva el uso del transporte público y del parking para evitar la saturación de coches», expone la concejala de Turismo, Rosa Polanco. Los servicios de limpieza, seguridad y vigilancia, al igual que la población, «se duplican». «El problema es que, con el mismo personal y el mismo presupuesto, hay que doblar los esfuerzos. Se multiplican los ciudadanos durante dos meses y hay que satisfacerlos como al resto de vecinos». Esto, continúa Polanco, provoca que los ciudadanos no reciban a veces unos servicios de la calidad que se espera en relación a los impuestos que pagan por vivir en Castro. «De ahí la importancia de empadronarse en el lugar en el que se reside la mayor parte del año y contribuir, así, a mejorar la seguridad, la limpieza y los espacios verdes». El servicio de bomberos, por ejemplo, tiene una guardia mínima de tres personas que no se ve incrementada en verano, ya que un cuarto miembro se encarga de cubrir vacaciones y bajas. El volumen de basura y suciedad se incrementa al mismo ritmo que la población, «que se consigue limpiar a costa de gestionar y organizar los servicios municipales». A la recogida de los contenedores de residuos orgánicos «se añaden seis recursos humanos de refuerzo con los que nos apañamos, pero el reciclaje no depende de nosotros y mucha gente, al ver llenos los cubos amarillos y azules, da por hecho que está todo saturado». Estos últimos son responsabilidad de la Consejería de Medio Ambiente y, «aunque nos da la impresión de que han aumentado la frecuencia con la que pasan los camiones, seguimos apreciando algo de déficit», añaden desde el departamento de Medio Ambiente del Consistorio. En un municipio con nueve pedanías y múltiples fiestas durante julio y agosto, también la Policía Local se ve, en ocasiones, sobrepasada para poder atender todos los puntos del lugar.
Comillas
Habitantes censados: 2.500
Habitantes en verano: 15.000
Comillas tiene una población mínima durante el invierno. Una cantidad de gente que se multiplica por seis durante los meses de verano. Hay segundas residencias, aunque muchos visitantes optan también por alquilar, quedarse en hoteles o acampar. En verano, los servicios públicos se refuerzan para poder atender a esa cantidad extra de personas. La empresa encargada de limpiar las playas multiplica esfuerzos para que estén listas cada mañana y la Policía Local prácticamente dobla su número de agentes para atender las incidencias. De cuatro personas que hay durante el invierno pasan a siete en verano. «Se aumenta especialmente para las noches», asegura la alcaldesa regionalista Teresa Noceda. Pone énfasis en que desde el Consistorio «hacen muchos esfuerzos» para mantener el municipio limpio. Hay siete operarios dedicados a la limpieza a lo largo del año. En la época estival se suman trece más. El depósito de agua con el que cuentan en Comillas abastece a un máximo de 20.000 personas, por lo que es un aspecto que «no les preocupa». También se añaden cuatro personas más como guías turísticos y dos vigilantes extras para los actos culturales y espectáculos. «También contamos con un médico para atender a desplazados, nos exigen más porque a veces no es suficiente, pero traer a uno es todo lo que podemos hacer desde el Ayuntamiento».
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