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Sorpresa en el concurso para concertar las derivaciones de cirugías del Servicio Cántabro de Salud (SCS) en centros externos: la Mutua Montañesa queda excluida ... del único lote al que se había presentado y que es el principal del contrato, el de Traumatología, valorado en 11,1 millones de euros para dos años. Y lo hace después de haber superado la valoración técnica, con «muy buena calificación», y de haber presentado su oferta económica (10,7 millones). A finales de diciembre se publicó la resolución con las puntuaciones de las tres licitadoras -las otras dos son Santa Clotilde, aliado tradicional de la sanidad pública, y Quirón (IDCQ)- y, a mediados de enero, se decidió el reparto de los porcentajes de la actividad asumida por cada una para descongestionar las listas de espera del SCS.
Así la propuesta de adjudicación era que el primer posicionado, que era Santa Clotilde, realizaría el 70%; la Mutua Montañesa, en segunda posición, el 20%; y Quirón, el 10% restante. Pero desde entonces el proceso se había enredado en una maraña de alegaciones que hasta la fecha ha impedido formalizar el concierto. Primero se requirió documentación adicional a las tres licitadoras. Y en febrero, la mesa de contratación apreció «una posible causa de exclusión» de la Mutua Montañesa «por falta de capacidad para licitar» este contrato, al estar «limitada por la Ley al cumplimiento de sus funciones de naturaleza pública de colaboración con la Seguridad Social», expone. En el fondo, lo que se cuestiona es que su labor, dedicada a «la prestación de asistencia sanitaria, incluida la rehabilitación, comprendida en la protección de las contingencias de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales de la Seguridad Social», pueda ser compatible con participar en este acuerdo marco quirúrgico «de lucro mercantil».
Un revés que la compañía, de entrada, contaba con resolver sin problema, con el argumento de que «las mutuas colaboradoras con la Seguridad Social pueden celebrar convenios y acuerdos con servicios públicos de salud, previa autorización del Ministerio de Empleo y Seguridad Social». De hecho, así había sido hasta ahora, pues la Mutua Montañesa también es colaborador habitual del SCS. No obstante, la mesa pidió que se presentara dicha autorización en la que «conste expresamente que puede firmar este contrato». Pero de nada ha servido.
La última resolución publicada desde la Gerencia del SCS confirma el descarte. Una decisión que ha generado «extrañeza» en la Mutua Montañesa, «tanto por el momento, cuando el proceso ya estaba finalizado, como por las formas, sustentadas en argumentos que consideramos no muy sólidos», como apuntan a este periódico desde la Dirección. En todo caso, aclaran que «no somos una empresa de sanidad privada, sino que la financiación viene de recursos públicos y lo que hacemos es poner nuestros recursos a disposición de la Consejería con idea de ayudar a afrontar la delicada situación de las listas de espera, como parte de nuestro compromiso con la sociedad». Y aunque aún están asimilando la exclusión, siguen «abiertos a colaborar con la sanidad pública cántabra».
Por resumir, una vez descartada la participación de la Mutua, que ha puesto el asunto en manos de sus servicios jurídicos, Santa Clotilde queda como primer destinatario de las cirugías derivadas desde el SCS tanto de Traumatología, que es el lote más cuantioso, como de Cirugía General y Oftalmología. Y Quirón, como único licitador se adjudicará las intervenciones menores de Urología y las de Cirugía Vascular. Los otros cinco lotes del contrato -Otorrinolaringología, Cirugía Maxilofacial, Cirugía Plástica, Ginecología y Urología- han quedado desiertos.
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