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El punto kilométrico 232,8 de la N-634 está, más o menos, a la altura del apeadero de Ganzo. Dejando atrás la gasolinera de Cepsa que hay en Torres. El 243,1 está en Casar de Periedo. Al tramo que une esos dos puntos – ... poco más de diez kilómetros–, el Informe de la Fundación RACE de 2023 le pone la etiqueta negra. Ojo, se analizan 1.395 tramos en toda España y sólo nueve son «negros», «de riesgo alto para la seguridad de sus usuarios». Se establece en base a un Índice de Riesgo, que tiene en cuenta, sobre todo, el número de accidentes mortales y graves ocurridos en un itinerario. En este caso, en el periodo 2020-2022. Pues bien, a este trayecto cántabro por la N-634 le ponen un 98,2. La séptima nota más alta de toda España. Además, indican, es reincidente. Ya aparecía en el trienio anterior.
¿Qué dice exactamente el informe? Centrándose en Cantabria, analizan 519,1 kilómetros, de los que 46 son, según sus datos, de riesgo. Un 8,9% que pone a la comunidad por encima de la media (7,9%). Del tramo negro indican que se produjeron cinco accidentes con resultado de «heridos graves» (sin fallecidos). Eso y que tiene una Intensidad Media Diaria (IMD) de tráfico de 4.600 vehículos. Además, señalan otros dos tramos en la región, ambos igualmente en la N-634 y en este caso con etiqueta roja (entre los cincuenta primeros). Uno es la continuidad del que termina en Casar –hasta pasado Cabezón–. El otro, desde el alto de San Andrés, saliendo de Castro, hasta la zona de Liendo.
Del papel al terreno. El Diario recorrió esta semana el trayecto 'negro'. La primera conclusión es que no se trata del habitual tramo interurbano de una Nacional. Lo que uno tiene en la cabeza. Una carretera que une distintas localidades con kilómetros en los que, para entenderse, no hay nada entre una y otra. Una carretera con rectas y curvas que tiene poco más que eso. Esto es otra cosa, como un tramo urbano, pero prolongado. En poco tiempo se atraviesa Puente San Miguel, La Veguilla, Valles, Quijas... De hecho, las señales marcan límites de velocidad de 30, 50, 60 y –en un breve espacio– de 70 kilómetros por hora. La única parte en la que uno puede tener la tentación de dejarse ir es en la bajada del alto de Quijas (y casi no da tiempo).
Las claves
El balance Entre 2020 y 2022, cinco heridos por accidentes: una bici, dos ciclomotores, una moto y un peatón
El tramo Bien señalizado, con buen firme y un carácter casi urbano. Destaca por la presencia de ciclistas
Tráfico y carreteras Sin restar preocupación por los datos, entienden que «no es un tramo especialmente peligroso»
Prácticamente en todo momento hay urbanizaciones, casas, polígonos, naves industriales y multitud de negocios a ambos lados de la vía (hostelería, talleres...). Eso implica la proliferación de entradas, desvíos y cruces. Y también de numerosos pasos de cebra y de semáforos. A eso hay que sumar hasta cuatro rotondas durante el recorrido. El firme está bien y la señalización es abundante (hasta muy abundante).
¿Lo ven tan peligroso los vecinos?
Victoriano Díaz | Casar de Periedo «Es muy distinto a cómo era hace años. Está la velocidad controlada. No tengo la sensación de que sea peligroso»
Gema Herrán | Almacén Piensos Quijas «Desde que hicieron la rotonda del alto, la velocidad ha disminuido bastante. No me parece especialmente peligroso»
Fermín Llorente | Puente San Miguel «Para nada tengo esa sensación. Es un tramo bien señalizado, con carril bici y aceras para pasear»
Uno de los aspectos que más llama la atención es la presencia de un carril bici. A veces separado con pivotes azules, en ocasiones por una isleta y en otros casos únicamente con la figura de una bicicleta pintada en el suelo sobre el arcén. Hay carril o, directamente, arcén, pero sí que hay muchos ciclistas. Para hacerse una idea, un martes al final de la mañana, en menos de cinco minutos detenidos en Casar de Periedo tomando notas, pasan más de diez corredores. Y, subidos al coche, tramo arriba y abajo, es una constante cruzarse con ellos. Hay, de hecho, un buen puñado de señales para advertir su presencia y para recordar que el adelantamiento debe hacerse manteniendo la distancia.
Y no sólo ciclistas. Mucho peatón (de paseo, con perros, o haciendo recados), un buen número de ciclomotores para moverse por la zona sin tocar la autovía y hasta un par de tractores y un patinete eléctrico.
«Esa estadística, no sé yo...», dicen tres jubilados sentados en una terraza al borde de la carretera en Valles cuando los periodistas les hablan del informe. ¿Les parece peligroso? Llama la atención que todos ponen la misma cara de extrañeza. «Ahora es muy distinto a cómo era hace años. Está la velocidad controlada. Hay algún accidente, pero no es como era primero. Yo no tengo la sensación de que sea peligroso. La gente va con cuidado, está Tráfico, las señales de cincuenta... Y la gente lo respeta bastante», dice Victoriano Díaz, vecino de Casar de Periedo. Vive al borde mismo de la carretera y viene con la bici de hacer unos recados.
«No me parece especialmente peligroso», coincide Gema Herrán, del almacén de piensos Quijas. Otro punto del tramo. «Trabajamos al lado de la carretera y algún accidente ha habido, pero nada llamativo. Desde que hicieron la rotonda del alto, la velocidad ha disminuido bastante y los coches no pasan muy deprisa. Yo no soy consciente de que haya muchos accidentes aquí».
Y muy parecido es lo que dice Fermín Llorente en Puente San Miguel. «Vivo aquí y para nada tengo esa sensación. Paseo habitualmente por este tramo y nunca he observado accidentes. Es un tramo bien señalizado, con carril bici y aceras para pasear».
En Tráfico concretan que los cinco accidentes fueron con una bici, dos ciclomotores, una moto y un peatón (elementos de los considerados «vulnerables»). Más allá de un atropello (culpa del turismo), casi todos los sucesos fueron por giros en algunas de esas salidas o cruces. Heridos graves porque se requirió ingreso, pero no por peligrar su vida.
«Entre el punto kilométrico 233 y el 238,800 se llevó a cabo el extendido de una capa de microaglomerado durante el mes de junio de 2022. Con la señalización horizontal se ha reducido el ancho de los carriles para aumentar el ancho del arcén y facilitar así el tránsito de las bicicletas que discurren por ese tramo de carretera», indican desde la Demarcación de Carreteras.
Unos y otros, Tráfico y Carreteras, coinciden en el análisis. Sin restar preocupación por los datos que reslata el informe, entienden que «no es un tramo especialmente peligroso».
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