Nacimientos con historia y mensaje

Pieles de fruta, papel de periódico, ramas, algas, aluminio, mascarillas, navajas -el molusco-... Es solo una muestra de lo que José Emilio (Chemi) Pelayo, ex director adjunto de El Diario Montañés, y su mujer, Carmen Sánchez, utilizan para elaborar artesanalmente sus nacimientos. Todo con materiales naturales y reciclados, muchas veces rescatados de los contenedores. Donde otros ven basura, ellos ven arte. Tras años sumergidos en esta disciplina, el matrimonio acumula más de 900 piezas. La mayoría las guardan a buen recaudo en su vivienda y en su casa del pueblo, pero también las han repartido entre amigos y familiares. Ahora, todo el mundo puede visitar su exposición 'Nace todos los días' en el patio del Parlamento de Cantabria, que comparte espacio con el belén montañés realizado por Espacio Creativo Laetitia, de Ribamontán al Monte. Chemi y Carmen presentan 50 obras –33 hechas este año– que se podrán visitar todos los días hasta el próximo 7 de enero, de 9.00 a 20.00 horas, de lunes a viernes, y de 10.00 a 14.00h sábados y festivos.

Juntos hacen el mejor equipo. Cada uno aporta su mejor versión. «Chemi es el artista, el creador de las obras, y yo pienso ideas y voy recogiendo materiales que me encuentro», explica Carmen. Aunque parezca imposible, no se quedan sin ideas. «Al principio pensaba que llegaría un momento en el que no se nos ocurrirían más cosas, pero todavía no ha pasado», añade. Y es que sus piezas evocan inspiración y originalidad. Son únicas. Detalles que pueden pasar desapercibidos pero que, si se fijan, demuestran todo el trabajo que hay oculto. «Recuerdo que cuando trabajaba en el periódico tenía poco tiempo, así que siempre me daban las tantas creando piezas», confiesa Chemi.

Todo está pensado, todo tiene un por qué. Desde la idea hasta la ejecución. La base es la Navidad, el portal de Belén, pero detrás de cada nacimiento hay un mensaje. Una razón de ser. De hecho, 'Nace todos los días' surge como un concepto personal, para que cada uno lo aplique a lo que quiera. «Absolutamente todo puede nacer cada día. Solo hay que proponérselo», aseguran.

Todo empezó como una tradición familiar de los Pelayo. Su padre hacía nacimientos y él le siguió el testigo en el año 85. Desde entonces no ha dejado de crear, contagiando a Carmen ese espíritu navideño durante todo el año que ahora ella también lleva por bandera. No fue hasta 2018 cuando empezaron a exponer. «Hasta ese año solo lo hacíamos para regárselo a amigos, pero el pueblo de Berreces (Valladolid), se interesó por nuestras obras y nos animamos a compartirlas». Ahora, sus nacimientos ya son de todos.

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