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El secretario general del PRC, Miguel Ángel Revilla, dijo ayer, «con una seguridad como nunca antes he tenido en mi vida», que su partido va a ganar las elecciones autonómicas y municipales que se celebrarán el día 26 de mayo, una fecha en la que ... se va a cometer «un grave atentado contra la fuerza de las autonomías» si, como parece, el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, convoca también las elecciones generales.
«Me da en la nariz que ganamos seguro... Y no es porque lo diga la calle», matizó luego el regionalista, que pidió a los militantes de su formación que den «el do de pecho» ante un desafío que van a afrontar «en una coyuntura muy positiva para nuestro partido».
Con la sola ayuda de cuatro papelillos en los que llevaba anotadas algunas claves de su intervención, el candidato del PRC a la presidencia del Gobierno de Cantabria en los próximos comicios autonómicos acaparó el protagonismo absoluto del almuerzo navideño del partido, una cita a la que respondieron casi mil dirigentes, afiliados y simpatizantes de la formación regionalista, a los que Revilla obsequió con un larguísimo monólogo.
«Ya aviso que no voy a dar ningún discurso. Voy a hablar», previno. Y habló. Una hora y veinte minutos de reloj que él sólo se tragó dando apenas un par de sorbos al botellín de agua que le habían acercado «y sin toser», un síntoma de que «estoy como una moto».
Eufórico por momentos, Revilla empezó hablando de lo que ha encontrado a su llegada de México, donde ha asistido a la proclamación de Andrés Manuel López Obrador como presidente del país azteca. «Una España sin presupuestos», «un Gobierno que va a movilizar a 9.000 policías para celebrar un consejo de ministros en Barcelona», «políticos en el trullo y los que quedan por entrar», «jueces que quitan los teléfonos móviles a periodistas», «'La Manada' suelta por las calles», «un señor, un tío llamado Villarejo, que tiene cogida por los cataplines a toda España»...
«Y en medio de este panorama –enganchó el secretario general– estamos nosotros, los de siempre, un partido al que uno se puede agarrar dentro de toda esta convulsión, un partido fiable, creíble, que a diferencia del resto de los partidos, que a lo mejor un día son de derechas y otro día son de izquierdas, no hemos variado nuestro rumbo. Un partido serio que ha demostrado con creces que las cosas mejoran cuando está gobernando».
En este punto, Revilla se detuvo para lanzarle una primera andanada al PP, en particular a su presidenta regional, María José Sáenz de Buruaga, que el sábado por la noche, durante la cena navideña de los populares, se mostró muy crítica con la gestión del presidente.
«La señora del PP –dijo tal cual– ha dicho que somos un desastre, que este gobierno es un desastre... Y acaban de salir los datos del paro y somos la segunda comunidad autónoma con menos paro, un 8,9, cuando ellos nos dejaron en un 18. Pues... ¡que siga el desastre!».
La segunda no tardó mucho en llegar. Hablaba el presidente cántabro de lo meritorio de su partido, que nunca ha gobernado con mayoría absoluta «pero siempre ha presentado los presupuestos a tiempo», cuando volvió a cargar contra el PP. «Unas veces con unos y otras veces con otros, los hemos presentado siempre. ¿Cómo? Con capacidad de cintura, negociando, cediendo... Y no como el PP, que no hace amigos en ningún lado, que te insulta, que te echan la bronca todos los días. Y luego te llaman para pactos hasta que ya no te pueden llamar porque ¿cómo te van a llamar si te están poniendo verde todos los días? ¿Cómo les voy a coger el teléfono? Yo no valgo para hacer eso», dijo. «Hubo un tiempo en el que había en ese partido personas más serias. Pero ahora están en otra deriva... Leña al mono y a mentir constantemente».
Y la tercera llegó justo a continuación, cuando Revilla, ya encendido, pidió a la militancia que no se deje arredrar por lo que pronostican las encuestas, a las que el PP se agarraba la noche anterior.
«Ha dicho su presidenta que según sus datos y lo que le dice la calle van a ganar. Ya os digo yo a vosotros lo que me dice a mí la calle. Si yo me fiase de lo que me dice a mí, nos vamos a la mayoría absoluta. Que cada día llego a casa con los chupones que me hace la gente», dijo. «Pero si yo voy con ella a cantidad de actos y no se le arrima nadie», añadió el regionalista.
«No os alarméis si oís que va a ganar el PP», avisó Revilla a los militantes, a los que aseguró que las encuestas «fallan» y la que han publicado los populares no es excepción. «Creo que dan empate. Diez y diez. Imaginaos cómo estará el patio para poner que empatamos», dijo el regionalista, que hizo su propio vaticinio. «A mí me da en la nariz que vamos a ganar nosotros, y no porque lo diga la calle».
Puesto en 'modo electoral', Revilla, que hizo un inciso para dirigirse a quienes le reprochan sus repetidas apariciones en programas televisivos («gracias a eso toda España se ha enterado de que nos engañan con el tiempo», dijo bromeando o no), no ocultó su preocupación ante la posibilidad de que las próximas elecciones generales se convoquen el mismo día en que se van a celebrar las municipales y autonómicas. Un 'Superdomingo' que él ve con total rechazo.
«Sería muy duro para nosotros», dijo el secretario general del PRC, que, una vez más, insistió en que «si las elecciones generales se convocan el próximo día 26 de mayo, el Partido Regionalista de Cantabria concurrirá al Congreso, al Senado... y a todo».
En este sentido, Revilla precisó que ha tenido ya una conversación con el presidente Pedro Sánchez, a quien ha transmitido su disconformidad con una idea que no beneficiaría a su partido.
«Esto es un ataque a la fuerza de las autonomías», sentenció Revilla, que reconoció que él no entiende «este auténtico popurrí electoral en el que en lugar de hablar de las autonomías se va a hablar del Bréxit, de la 'momia' de Franco y del independentismo catalán».
Yendo aún más allá en el calificativo, aseguró que esa posibilidad es «un atentado» porque, a su juicio, «es diluir la importancia que tienen unas elecciones municipales y autonómicas, que es donde nos ventilamos el pan nuestro de cada día, trayendo aquí a gente que nos va a hablar de cosas que yo entiendo que se tienen que hablar en otro lado. No. Aquí tenemos que hablar de nuestros ayuntamientos, de nuestras carreteras, de nuestro AVE... ¡Qué le importará el Bréxit a Puente Viesgo!».
Después de refrescarse la garganta, y en un último intento por alentar a toda la militancia regionalista, ya exultante a esa hora de la tarde, Revilla pidió a todos los presentes (y a los que no pudieron estar por falta material de espacio) que den «el do de pecho» para pilotar la nave del PRC no solo hacia una victoria sino a una victoria lo suficientemente holgada como para que «nadie diga que estamos aquí de manera fraudulenta».
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