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El escenario tradicional de la Nochevieja refleja a familias multitudinarias sentadas alrededor de una larga mesa. La casa de los abuelos suele ser la ubicación habitual en la que se desarrolla la estampa. Después de cenar y a la espera de las campanadas, los mayores ... hablan -algunos discuten- y los pequeños juegan a pocos metros. Cinco minutos antes de la medianoche, los anfitriones reúnen a todos de nuevo, generalmente con un plato de uvas frente a cada comensal. Poco después, algunos se irán a dormir, otros regresarán hasta sus casas y los más valientes continuarán la velada en algún bar o establecimiento hostelero. No obstante, todo esto ha cambiado. Cada año es más habitual aprovechar las fiestas navideñas para realizar alguna escapada, ya sea con familiares, con amigos o en pareja. En Cantabria, esta creciente tendencia se refleja en la ocupación tanto de establecimientos rurales como hotelera, que alcanzarán altos registros.
«En Santander, el porcentaje medio de habitaciones ocupadas durante toda la campaña navideña se sitúa en el 75%. Y, sin duda, el pico más alto se alcanzará la noche del 31», asegura el presidente de la Asociación de Hosteleros, Ángel Cuevas. Afirma que, aunque también se registran números optimistas en los pueblos, se debe tener en cuenta que la mayor parte de los alojamientos están cerrados. «Mientras en la ciudad están abiertos prácticamente el 100% de los hoteles, en los pueblos apenas abre un 10 o 20% del total», señala. Eso sí, en los pocos que están disponibles para el público, la ocupación rondará «el 70%». También pone de relieve que la mayor parte de los turistas que disfrutan de estos días en la región son originarios de otros puntos del país y que apenas vienen extranjeros.
En el centro de Santander, el Hotel Bahía cumple el pronóstico de Cuevas. «Durante estos días nos hemos movido entre el 80 y el 82% de habitaciones ocupadas. En Nochevieja sobrepasaremos el 90%», cuenta su director, Sergio Peón. Las fechas más reseñables de estas fiestas, como Nochebuena, Año Nuevo o Reyes, suelen acercarse al lleno. «Es el escenario habitual durante los últimos tres años». Nadie quiere quedarse sin plan y las reservas para la época navideña se realizan con mucha antelación, especialmente la de la noche del 31. «Quizá un 15% de los clientes esperan a última hora, pero la mayoría lo planifica bastante tiempo antes».
El Parador de Santillana es uno de los pocos establecimientos que abre durante estas fechas en su zona. «En Nochebuena hemos estado al 100% y en Nochevieja también vamos a llenar», afirmaba su jefe de recepción, Javier Diéguez. Está contento con la ocupación, que, de media, se ha mantenido en el 78%. «Las reservas aumentan con el paso de los años».
Menos optimistas se mostraban en el Hotel Infantado, de Potes. «Unos días llenamos la planta entera y otros alguna habitación», narra Isabel Fombellida, y comenta que la ocupación media de estas fiestas se sitúa entre el 30 y el 40%. «Los establecimientos cercanos están cerrados y aún así no subimos las cifras». Este año se sitúan muy por debajo de los números registrados en 2017. «No es comparable porque fue Año Santo». Pero de cara a Nochevieja se muestra más positiva. «Creo que llegaremos al lleno porque hacemos cotillón y todos los años tiene mucho éxito». Ayer ya habían ocupado el 80% de las habitaciones para el 31 de diciembre y Fombellida confiaba en las reservas de última hora para alcanzar el lleno.
Las casas rurales siguen la misma tendencia que los hoteles ubicados en estas zonas y también hay muchos establecimientos cerrados durante el invierno. El presidente de Turismo Rural, Jesús Blanco, estima que el 60% no abrirá de nuevo hasta Semana Santa. «Muchas estancias cierran desde el puente del Pilar hasta marzo». Pero aquellas que están en funcionamiento registran buenas cifras. «Tienen mucho éxito las casas grandes que se reservan completas para grupos y las viviendas rurales, un poco más pequeñas, destinadas a familias», asiente. Coincide en que Nochevieja será la jornada estrella de las reservas. Aunque el fin de semana que le precede -desde ayer- ya va marcando el camino e incrementando las cifras.
Las temperaturas agradables y la ausencia de lluvias han protagonizado las condiciones meteorológicas de diciembre. Aunque las últimas dos jornadas el descenso en el termómetro ha sido evidente y ha habido ligeras precipitaciones en algunos puntos de la región, el sol vuelve a asomarse hoy por la tarde. Los valores, que rondarán entre los doce y los nueve grados a lo largo de la jornada, continúan con la tendencia de las últimas semanas. Mañana, domingo, tampoco variarán, pero el cielo despejado será más evidente y apenas habrá restos de nubes que acompañen al sol. En ambas jornadas, sin embargo, no faltarán los bancos de niebla o las brumas matinales,
Esta tendencia apacible se alargará hasta Nochevieja. La última noche del año transcurrirá con una probabilidad de lluvia del 0%, una gran noticia para aquellos que tengan pensado disfrutar hasta el amanecer. En el momento más frío de la noche el termómetro bajará a los siete grados en la capital cántabra. No será muy distinto en otros puntos como Potes;allí la máxima rondará los 16 grados y la mínima los seis. En el cielo se repetirá el mismo escenario y se mostrará despejado.
Aunque el chubasquero no será necesario, sí lo será un buen abrigo en algunos puntos. En Reinosa los valores bajarán hasta -4º. El cambio de año no afectará a las condiciones meteorológicas pues el uno de enero continuará con la misma tónica que los últimos días del año que termina. A partir del día dos los cielos comenzarán a nublarse, pero las lluvias seguirán sin hacer acto de presencia en las próximas jornadas.
«Las que están en funcionamiento alcanzan sin problema el 60% de ocupación, el 70% en la última noche del año». Los grupos grandes son los clientes más habituales de este turismo rural, aunque también muchas parejas se animan. «La gente ya no se queda en casa, les gusta descubrir entornos agradables, hacer rutas con los niños y disfrutar de una chimenea en un lugar tranquilo», concluye Blanco.
Hace veinte años era «impensable» alcanzar cifras de ocupación tan altas en temporada baja. Cuevas lo asegura. «Cuando terminaba el Pilar, se acababa el turismo. Ahora, el que esté abierto en el puente del 1 de noviembre roza el lleno». Dice que en Navidad «venían cuatro», y que ahora hay «un cambio drástico» de tendencia. La Navidad ya no es tan casera y a mucha gente le gusta aprovechar los días libres para visitar otros lugares. «Hace seis o siete años que comenzó esta moda y sigue en aumento».
La alta ocupación hotelera se refleja en las atracciones turísticas de la región. Y las instalaciones de Cantur son, sin duda, las más visitadas. «El año pasado fue de récord, pero este 2018 también está registrando muy buenas cifras», afirma el director de la empresa pública, Javier Carrión. En diciembre, el número de visitas a Cabárceno se ha incrementado un 12% respecto a 2017.
El teleférico de Fuente Dé va más allá y lo supera por un 20%. «Ha hecho muy bueno y eso nos ha beneficiado mucho». Pero no olvida que el tiempo también ha traído malas consecuencias, como la imposibilidad de abrir la estación de esquí Alto Campoo. «A tres días de que empiece 2019, todavía desconocemos cuándo podremos ponerla en marcha», se lamenta. La desestacionalización del turismo, indica el experto, anima a la gente a acercarse en cuanto tienen «varios días libres». Asegura que esta tendencia ha ayudado a que 2018 sea el «segundo año con mejores cifras de la historia de Cantur», justo después de su antecesor.
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