Cuando la Navidad llega al trabajo
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Las fiestas afectan de lleno a numerosas profesiones, que estos días ven como su actividad se tiene que adaptar a las demandas propias de estas fechasPara mucha gente, las Navidades comienzan bastante antes de la llegada de las fechas propiamente dichas. En algunos casos, con meses de antelación. Porque para que estos días podamos disfrutar de las cosas propias del periodo navideño, muchos profesionales llevan semanas preparando todo lo necesario para ofrecer los productos y los servicios propios de esta época del año.
Da igual si se trata del sector del comercio, de la alimentación o de la comunicación. Todos deben adaptar sus rutinas para afrontar una época marcada por un incremento notable del trabajo. Cuando la Navidad llega al trabajo, lo hace con un regalo bajo el brazo: ese auge de tareas también implica que se trata de uno de los momentos del año fundamentales en la facturación de las empresas.
Cuatro profesionales cántabros de distintos sectores explican a El Diario Montañés cómo afrontan esta época y qué implica para sus empresas.
Laura Juez Panadería La Antigua
«En estas fechas es cuando más trabajamos», destaca la joven encargada de esta panadería santanderina. «Se nota que la gente se mueve más, hay más clientes y se compra más». De hecho, «se nota muchísimo», resalta Laura Juez.
En el caso de Panadería La Antigua se trata de una dinámica que comienza a principios de diciembre: «Sobre todo ese puente ha sido algo brutal. En realidad llevamos ya todo el mes preparando cosas de Navidad, y seguiremos así hasta el día de Reyes». Los productos estrella, cómo no, son los dulces navideños: «Lo que más demanda la gente son los roscos de Reyes, las figuritas de mazapán, el pan de Cádiz… Y también el turrón y los polvorones».
«Lo que más nos piden son los roscos, que empezamos a hacerlos en octubre o noviembre y los mantenemos hasta marzo». También los polvorones y el mazapán, «que le gustan muchísimo a la gente y se venden un montón, son unos clásicos que vuelan», detalla. En su caso, explica, «tenemos tres pasteleros que son los que nos hacen todo el género y que ahora es cuando más trabajo tienen».
Durante estas fechas el incremento de trabajo se nota mucho y «los días fuertes necesitamos algo de refuerzo porque no damos abasto«. Por ello, no duda en afirmar que »las Navidades mueven mucho la economía».
Ese aumento de actividad no solo tiene implicaciones laborales. También da lugar a diferentes anécdotas y momentos divertidos: «Vino un abuelo que se tuvo que comer un roscón entero porque su nieta quería la figurita y al final no apareció». ¿Error? Pues no: «La realidad es que las figuritas se meten en los roscos de Navidad y todavía no las estábamos metiendo», explica entre risas.
Juan Gracia Disenium
El mundo de la comunicación no es ajeno a las dinámicas propias de la Navidad. Son días de mucho trabajo que requieren de muchas acciones específicas. Así lo explica Juan Gracia, director de la agencia de marketing y comunicación santanderina Disenium.
«Todos los finales de año tenemos mucho trabajo, tanto por la Navidad como porque los clientes quieren cerrar proyectos y entonces llegan las clásicas prisas y agobios de diciembre», señala. Esta agencia de comunicación santanderina nota la Navidad en muchos aspectos: «En materia de diseño tenemos mucho trabajo con los calendarios personalizados, las felicitaciones, las agendas para el nuevo año...». También las redes sociales suponen mucho trabajo: «Todo el mundo quiere hacer comunicaciones especiales para estas fechas, desde felicitaciones navideñas a invitaciones para eventos o concursos y sorteos».
El auge del comercio propio de este periodo también se traslada a su actividad: «Otros aspectos en los que trabajamos mucho es todo lo que tiene que ver con anuncios y campañas de publicidad y comercio electrónico, de cara tanto a la campaña navideña como a las rebajas posteriores», resalta.
Además, «eso se junta con el inicio de año, que también implica labores específicas como el diseño de nuevas tarifas o la actualización de catálogos». En su caso, en realidad el periodo navideño empieza mucho antes: «Este auge de trabajo se empieza a notar en octubre y va aumentando a medida que se acercan las Navidades; en general se puede decir que es todo el último trimestre del año, pero se nota especialmente de mitad de noviembre para acá».
Como ocurre en muchos otros casos, el incremento del trabajo condiciona la gestión laboral: «Los trabajadores saben que esta época del año es la más complicada y nos ajustamos para sacar adelante todo el trabajo». La consecuencia es que «eso hace que cojamos vacaciones en otros periodos del año porque esta es la que más tenemos y no puede faltar nadie. Por eso generalmente si se cogen vacaciones se cogen después de Reyes».
Ana Pico Regalos Pico
En una época como Navidad, marcada por los regalos, un comercio clásico como Regalos Pico vive su periodo de actividad más intenso: «Esta época se nota mucho, porque las Navidades al final representan casi la venta del año». En su caso, explica, eso se nota «especialmente de cara a los Reyes, porque en Cantabria la mayoría de la gente es más de celebrar los Reyes y se nota, porque además te lo dicen».
En su caso, el incremento del trabajo comienza varias semanas antes de la llegada de estas fechas: «Como tenemos la sección de Belenes notamos el incremento ya desde noviembre, pero lo que son los regalos llega más tarde», detalla. «Como buen español, lo vamos dejando para más tarde y generalmente para última hora», añade, lo que se traduce en que «se va vendiendo a goteo hasta que llega la semana más fuerte, que es la de Reyes».
El auge de actividad propio de estos días conlleva la necesidad de disponer de ayuda: «Para estos días más fuertes contratamos a una dependienta que nos ayuda en diciembre y de cara a Reyes», explica. En cuanto a las ventas, destacan los clásicos: «Vendemos mucho artículo de piel, billeteros de caballero y de señora, monederos, y también todo lo relacionado con artículos de escritorio y con juegos».
El hecho de ser un comercio ya clásico en la capital cántabra y de disponer de gran variedad de artículos les ha convertido en un comodín para sus clientes: «Aquí piden de todo y todos los días pasan cosas curiosas o simpáticas. Como tenemos tantas cosas la gente siempre dice que vayan a Pico a ver si lo tenemos y que si no, será difícil encontrarlo», explica con orgullo.
Ana Pico también valora los cambios que aprecia en las dinámicas de consumo, que ha visto cambiar a lo largo de los años: «Los jóvenes cada vez están más acostumbrados a internet y ya compran poco en los comercios locales. Es una pena, ha cambiado todo mucho», señala. La comerciante pone en valor el hecho de que «en el comercio local ofrecemos un trato cercano, recomendamos, asesoramos». Y va más allá: «Nuestra generación entiende mal eso de comprar algo sin verlo, sin tocarlo, porque muchas veces después, cuando te llegan las cosas, te llevas un susto», afirma. «Veremos cómo evoluciona y si podemos sobrevivir así, pero…», concluye.
José Francisco Revuelta Cafetería Picos de Europa
El de la gastronomía y la restauración es uno de los sectores que más nota los cambios provocados por la llegada de la Navidad. Así lo confirma José Francisco Revuelta, cocinero y responsable de la Cafetería Picos de Europa, en Santander.
«El volumen de trabajo es mayor porque se junta el día a día con las cenas y comidas de empresas y los pedidos de comida para llevar». Ese último apartado es uno de los más notables: «En Navidad y Año Nuevo se nota mucho el tema de la comida para llevar para las casas, que es un tipo de servicio que cada vez la gente utiliza más, especialmente desde la pandemia». En ese sentido, las peticiones se centran en «los platos típicos de Navidad: caracoles, torrijas, merluza rellena...»
El incremento de trabajo, destaca, comienza bastante antes de la llegada de las fechas navideñas: «La gente empieza a demandar los menús con tiempo, para organizarse. También las comidas y cenas de empresa comienzan antes de tiempo, y ya en noviembre empiezan a cerrar las reservas».
El auge de actividad tiene un gran impacto en la organización del trabajo: «Es una época en la que se nota bastante que hay más trabajo y eso también se nota en los resultados», resalta. «Nosotros tenemos una media de trabajo más o menos estable todo el año, una línea de trabajo muy constante, muy fija, pero toda la actividad de estas semanas siempre ayuda».
Más trabajo supone necesitar más gente para afrontarlo. «En esta época siempre se intenta contratar más gente, siempre necesitamos algún refuerzo porque hay días con un pico de trabajo brutal», asevera. «Como está la situación no es fácil, pero siempre metemos a alguien más». Además, «lógicamente en esta época no tenemos vacaciones, lo que hace que también aumente el personal porque es un periodo en la que está la plantilla al 100%».
En el caso de esta clásica cafetería del centro de Santander, una vez finalizado el periodo navideño toca reorganizarlo todo de nuevo: «Una vez pasado Reyes, ya se vuelve un poco a la rutina habitual y a la gente de todos los días». Es entonces cuando empiezan «a dar vacaciones, a dar los días que se deben y a poner esas cuentas en orden». Pero para eso todavía falta: «La Nochebuena y la Nochevieja son los días más intensos. Y este año, como las Navidades caen un poco de aquella manera porque Nochebuena es domingo, será un fin de semana un poco largo».
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