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Cualquier muerte en carretera es una tragedia. Pero en este 2021, los motoristas se llevan la peor parte del balance. Hasta noviembre han fallecido siete conductores de motocicleta, que a falta de que termine el año, ya son tres más que el total de 2020. ... Pero si echamos la vista atrás, la comparación aún es más desafortunada. En 2019 solo murió un motorista en las carreteras cántabras y en 2018 fueron tres en todo el ejercicio. Es decir, la cifra de conductores de moto fallecidos en este 2021, siete personas de entre 17 y 52 años, ya supera la de los dos años anteriores juntos.
De hecho, los motoristas representan el 70% de las víctimas mortales en las carreteras cántabras en lo que va de año, según la Jefatura Provincial de Tráfico en Cantabria. O lo que es lo mismo, de las diez personas que han perdido la vida en carretera en los últimos diez meses, siete circulaban en moto.
José Miguel Tolosa, Jefe Provincial de Tráfico en Cantabria, ya mostraba en una entrevista de El Diario Montañés su preocupación ante el auge de víctimas sobre dos ruedas en plena campaña de verano, momento en el que cuatro de los siete fallecidos contabilizados en carreteras correspondían a este tipo de conductores. «Los motoristas en la pospandemia han buscado la libertad que da la moto. Hay que hacer algo, la gente está saliendo más y se está matando», apuntaba puntualizando que las víctimas no lo han sido especialmente por sus imprudencias.
Pero, ¿la crisis sanitaria ha influido en la compra y uso de ciclomotores? Desde Motos San Miguel confirman que después del confinamiento la venta de motocicletas «se disparó».Y reconocen que no ha ocurrido lo mismo en el 2021. La tienda Hakuba Motor Honda cree que ese incremento se debe a que «la gente prefería no utilizar el transporte público por miedo al contagio», además de las restricciones perimetrales, ya que «no podían viajar ni realizar viajes de larga distancia».
En julio, el que fue el mes negro del año con tres fallecidos, este periódico publicaba un reportaje en el que se recopilaba las impresiones de diez motoristas sobre los accidentes y la seguridad en las carreteras. Todos coincidían en lo «esencial» de la precaución y varios lanzaban un mensaje claro a las Administraciones: el «mal estado» y «abandono» de algunos viales.
La inseguridad de los motoristas en las carreteras se ha visto reflejada en las diferentes protestas que se han llevado a cabo en los últimos años. La más reciente, el pasado 13 de junio. Cientos de personas se concentraron en Santander para luchar por «su derecho a la vida, a la seguridad, y a la movilidad en libertad». Entre sus reivindicaciones, pedían protección en los guardarraíles, que las marcas y el firme garanticen la seguridad o que se señalicen los peligros.
27 de mayo
Un torrelaveguense de 45 años se convirtió en mayo en el primer motorista fallecido en Cantabria en 2021. El accidente tuvo lugar en la carretera que une Cabezón de la Sal y Treceño (Valdáliga), en la zona conocida como El Alto del Turujal. La moto colisionó contra la parte trasera de la furgoneta, que se encontraba detenida para girar a la izquierda, y la víctima salió despedida hasta quedar debajo del furgón, en el que viajaban un matrimonio y un niño pequeño, quienes resultaron ilesos.
En esta zona ya se habían registrado otros siniestros. El último en 2020, cuando un potro irrumpió en la carretera provocando un accidente en el que un conductor resultó herido. En el año 2015, una joven de 26 años sufrió heridas de gravedad al colisionar el turismo que conducía contra una furgoneta y en 2006, también en El Turujal, murió un joven de 28 años, motorista, al colisionar contra un todoterreno.
9 de julio
Julio fue un mes negro para los accidentes mortales sobre dos ruedas. Y es que en menos de tres semanas perdieron la vida tres motoristas. La primera víctima del mes fue un hombre, de 49 años, natural del Valle de Trápaga (Vizcaya), que falleció en un accidente grave el día 9 de julio en la A-8, en Castro Urdiales, al lado de la salida de Ontón y en dirección a Santander.
Tuvo una salida de vía «bastante complicada» y otros conductores trataron de reanimarlo cuando cayó inconsciente sobre el asfalto. En un primer momento, entró en parada cardiorrespiratoria y los profesionales sanitarios desplazados a la autovía consiguieron reanimarlo. Sobre las seis de la tarde fue trasladado en ambulancia al hospital de Cruces en estado crítico y, poco más tarde, falleció. A las 20.00 horas, la Delegación del Gobierno de Cantabria informaba de su muerte por las lesiones que había sufrido.
10 de julio
Apenas dos días después de la última víctima, se confirmaba la muerte del segundo motorista en el mes de julio. Un vecino de 52 años de Ongayo, en Suances, fallecía durante la noche del 10 de julio tras chocar contra un coche en la CA-132, a la altura de Hinojedo.
Los servicios sanitarios del 061 trasladaron al varón, aún con pulso, en estado crítico al Hospital Marqués de Valdecilla, donde finalmente falleció debido a las graves lesiones sufridas en el accidente.
31 de julio
El mes de julio acabó de la peor forma posible. Un motorista de 43 años de la localidad de Quintanadueñas (Burgos) fallecía el último día del mes tras salirse de la vía en la carretera nacional N-623, a la altura del municipio cántabro de Luena en sentido hacia Santander.
Los efectivos de la Guardia Civil de Tráfico y sanitarios del 061 se desplazaron hasta la zona, donde solo pudieron certificar el deceso del hombre.
4 septiembre
Septiembre no comenzó de mejor manera. Uno de los acontecimientos del año en la región terminó en desgracia. Un motorista que pertenecía a la organización de la Vuelta Ciclista a Cantabria falleció tras sufrir un accidente durante la celebración de la tercera etapa de la prueba. La víctima, de 49 años y vecino de Liencres, circulaba por delante de los corredores cumpliendo con el protocolo de encintando y velando para que ningún vehículo ni imprevisto perturbase la competición. En pleno descenso, por el puerto de La Braguía, dirección a la Vega de Pas, sufrió el accidente y los servicios médicos no pudieron hacer nada por su vida.
Más de ochenta personas rindieron homenaje a su compañero en un lugar de encuentro para los moteros, el restaurante Solar de Hilario, en Miengo. «¿Qué somos? ¡Olímpicos!». Con esa frase quisieron recordar a un amante de las travesías en moto.
23 de septiembre
20 días después del accidente mortal de la Vuelta ciclista a Cantabria, las carreteras de la región se cobraron la vida de un hombre de 50 años, vecino de Colindres, que se salió de la vía y chocó contra una farola en la localidad de Terán de Cabuérniga. Concretamente, en la carretera autonómica que une Cabuérniga con Cabezón de la Sal. Viajaba por motivos laborales.
Se trata de una recta aparentemente sin peligrosidad, con buena visibilidad y por la que circulaba un día sin lluvia. Sin embargo, el hombre perdió el control de la moto.
31 de octubre
Hace dos escasos días, Ampuero recibió un duro golpe y el mundo de las motos también. Un joven del pueblo de 17 años murió durante la madrugada del sábado al domingo al salirse de la carretera en la N-634 y chocar contra un poste. El accidente tuvo lugar a la altura de la localidad de Colindres. .
Hasta el lugar del siniestro se trasladaron agentes de la Guardia Civil de Tráfico y una ambulancia del 061, cuyo personal médico estabilizó al joven y lo trasladó rápidamente al Hospital de Laredo. Fue allí donde finalmente falleció. Se trata de la última víctima en lo que llevamos de año, uno de los más negros en cuanto a accidentes de moto.
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