
Ver fotos
Secciones
Servicios
Destacamos
Ver fotos
A la salida de la primera de las pruebas parecía que nada había cambiado. Caras de ansiedad, nervios o satisfacción, según el caso, se mezclaban ... en el exterior de las aulas de las 29 sedes de los ocho municipios que habían acogido las oposiciones docentes, aplazadas por la pandemia. Lo habitual. Pero tres horas antes, el panorama era muy distinto. Un estricto protocolo anticovid había citado con mucha antelación a los 5.363 candidatos –el dato de los que finalmente se presentaron aún no era oficial ayer– que se presentaban a las 396 plazas de profesor que se ofertaban. Accedieron guardando las distancias, tras identificarse y desinfectarse las manos con gel. «A pesar del covid, como siempre, esto es una lotería», comentaban al salir. Dentro, un millar de personas se encargaban de que todo transcurriera según lo previsto. Este año, de hecho, hay el doble de tribunales de oposición: 101.
El riguroso control sanitario inquietó «más todavía» a unos y a otros, por contra, les ayudó a «destensar» y tomarse la prueba «con más tranquilidad». Son algunas de las percepciones que compartieron con este periódico varios participantes de la sede del IES Zapatón de Torrelavega, donde se examinaron de Geología-Biología y Estética.
Para muchos era su primera experiencia. Una vez dentro, podían abandonar el examen tras los quince primeros minutos. Si no, debían permanecer y tampoco podían salir en el último cuarto de hora. «Ha sido bastante complicado, la verdad. Pero bueno, creo que he tenido suerte porque al menos he podido desarrollar uno de los cinco temas propuestos», decía Alfonso Fernández, que debutaba como opositor en Biología y Geología. «Ahora a ver qué tal me sale el visual, que creo que suele ser bastante difícil», añadía a continuación.
Esta convocatoria de Oferta de Empleo Público Docente había cogido a muchos con el pie cambiado. «No he podido prepararme como quisiera por el trabajo en el instituto. Además, pensé que no iban a salir las oposiciones como finalmente ha sucedido. Ha sido un compás de espera un tanto extraño», comentaba Ana Cubas, que trabaja en el IES Foramontanos de Cabezón de la Sal y se presentaba por segunda vez. «Además, no he tenido demasiada suerte con los temas que han salido», admitía a continuación.
Su deseo, como el del resto de aspirantes, era acceder a una de las plazas de las 31 especialidades diferentes en liza –en su caso de Biología–. Sergio Delgado, natural de Palencia, en cambio salía sonriente. Era su segundo intento pero el primero en Cantabria, ya que el anterior lo había realizado en Asturias. «Estoy acabando el doctorado y quería probar suerte, por si acaso», apuntó. «Lo que sí he notado es muchos nervios ahí dentro. Todos sabíamos que si no habían salido las plazas el año pasado, tendrían que salir este», relataba mientras se dirigía fuera del recinto escolar para fumar un pitillo.
«La sensación ha sido distinta, había mucha menos gente que en otras oposiciones», afirmaba Emilio de Cos, que acudía a su segunda convocatoria. «A mí me ha ayudado a relajarme», apostilló. «Los nervios juegan malas pasadas. A una mujer que se presentaba a Estética, como yo, la han echado por poner su nombre en las hojas. Es una pena», explicaba Miriam García nada más salir por la puerta.
Noticia Relacionada
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.