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La densa niebla ha vuelto a ser la protagonista en el Seve Ballesteros por segundo día consecutivo. En total, cuatro aviones desviados, una cancelación (el de Santander-Madrid a las 9.20 horas) y cientos de pasajeros que han llegado tarde a sus destinos o ... que, directamente, se han quedado en tierra después de que la capital cántabra amaneciese con una bruma que reducía la visibilidad al mínimo. Los primeros en anunciar otra jornada complicada en el aeropuerto cántabro han sido los vuelos procedentes de Barcelona (FR6384) y París (FR9852), desviados antes de las nueve de la mañana a la capital española. Y la cadena de cambios no ha parado hasta casi las once de la mañana. La primera conexión del día desde Madrid a Santander (IB552) ha aterrizado en Asturias, mientras que el aparato de la ruta Bucarest-Santander (W43193) ha cambiado su itinerario y ha terminado aterrizando en Zaragoza.
Los primeros desvíos han desatado la tormenta perfecta, provocando desde primera hora del día una cadena de retrasos en las pantallas del aeropuerto. A las nueve de la mañana, en plena hora punta de salidas, las sillas de la cafetería y los pasillos del aeropuerto empezaban a abarrotarse de pasajeros que miraban sus móviles en busca de soluciones y varios grupos se sentaban en el suelo como resignados a esperar en la que preveían una mañana muy larga.
La cadena de demoras ha empezado también a ser evidente en los vuelos que debían haber partido desde Santander en esos aviones que no han podido aterrizar a primera hora. Como el de Barcelona, que salió pasada la una del mediodía con más de cinco horas de retraso.
✈🔵 1️⃣0️⃣:4️⃣5️⃣ primera llegada a #Parayas
— Amigos de Parayas (@AParayas) October 7, 2023
El #Boeing737 #MAX de @Ryanair_ES procedente de #Madrid acaba de aterrizar en el Seve Ballesteros - #Santander
En unos minutos saldrá rumbo a #Paris #Beauvais
Este avión no pudo aterrizar a primera hora y se tuvo que desviar a #Barajas pic.twitter.com/Yz55h4iVXU
El de Madrid de las 9.20 horas ha sido directamente cancelado. Los pasajeros arremolinados y nerviosos por el rumor de que su vuelo no saldría han recibido al final la noticia por megafonía. Un aviso que ha dado lugar a una larga cola de más de 50 personas en los mostradores de Iberia para solicitar las devoluciones. Una de las afectadas cuenta que la alternativa ofrecida era el transporte por carretera. «Sólo han puesto un autobús en el que no cabíamos todos los pasajeros y ya nos han dicho que el siguiente vuelo a Madrid a la una del mediodía está lleno», explica a este periódico mientras resalta que la cola para reclamar seguía siendo «muy larga». La situación ha dejado situaciones curiosas en el aeropuerto cántabro. Como una pasajera que recibía en su móvil un mensaje de la compañía en el que le deseaban que hubiera disfrutado del vuelo cuando todavía esperaba en el mostrador para ser atendida y poner una reclamación.
Tras una mañana marcada por las incidencias, la bruma ha dado tregua al filo de las once y el primer avión de la mañana ha aterrizado en el aeropuerto cántabro a las 10.45 horas. Ese mismo aparato ha sido el protagonista del primer despegue del día rumbo a París pocos minutos después en una jornada que, sí, finalmente resultado una odisea como la de este viernes.
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