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Es un código deontológico. No una ley ni implica sanciones. Un compromiso entre el Ministerio de Consumo y la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ) con el sector publicitario de por medio (Autocontrol, el organismo de autorregulación de la industria publicitaria). Unos y otros acuerdan, básicamente y entre otras cosas, que en los anuncios se evite la imagen permanente de la niña asociada a cuidados, trabajos domésticos y belleza, y la del niño a coches o armas. Y está en vigor desde el arranque de diciembre. ¿Qué se ve hoy en día dándose un paseo por los comercios de Cantabria? Pues que las cosas han cambiado, pero que quedan ejemplos de juguetes que se presentan con los roles que quiere evitar el Ministerio.
En la sección de juguetes de una gran superficie comercial salta a la vista que buena parte de las grandes firmas ha evolucionado en su discurso. El Lego del espacio con chico y chica astronauta, la caja de Barbie con un 'You can be anything' (tú puedes ser cualquier cosa) y las muñecas de Nancy en envoltorios de color azul. Es más, hay menos fotos que hace unos años de niños o niñas con la cara entusiasmada en una esquina del paquete que contiene el juguete. De esas que venían a decir sin rodeos que esto era para niñas y esto otro, para niños.
Si acaso, imágenes de cuerpo entero porque son necesarias para que grandes (que compran) y pequeños (que juegan) se hagan una idea del tamaño del producto –lo dicen los fabricantes, que es algo esencial en la publicidad para evitar decepciones, que de eso también va el código–. Y ahí es cada vez más frecuente que, de salir, salgan los dos. Niño y niña en el Superquímica o en El cuerpo humano (los dos de Ciencia y juego), en el Chuchelandia (de Educa) o en el taller con las típicas herramientas de 'Black+Decker' (de Smoby). Y lo mismo en una lavadora para el 'slime' (que, si no está al tanto, es como un blandiblú), en una enorme caja para hacerse una peluquería en casa (el chaval es el que sale lavando el pelo a la chavala) o en una recreación de la cocina de un hogar, con ella dándole a cazuela y él, a la plancha. Muchos ejemplos.
El caso es que, en paralelo, recorriendo pasillos hay otras conclusiones. Que el rosa sigue claramente vinculado a la idea de juguete de chicas (el nuevo código, que es una renovación del que existía en 2005, intenta evitar las asociaciones de colores). O que todo lo que tiene que ver con belleza y con cuidado de muñecos de bebés está enfocado a niñas, mientras que en garajes, armas (juegos de pistolas láser, puños de súper héroe...) o juegos aventureros predomina la imagen de un crío.
Pasa en una gran superficie comercial y también en una juguetería del centro de Santander. Mismas conclusiones. Una clara evolución con respecto a lo de hace unos años, menos identificaciones (es habitual que sean figuras de animales o de personajes animados los que aparecen en los envoltorios jugando con los productos en vez de niños o niñas) y hasta algunas estampas que en otras generaciones hubieran llamado la atención –la niña pequeña sonriente jugando con la grúa del Excavola, de Vtech–. Pero también se repiten las conclusiones sobre el rosa, los kits de belleza (aunque hay un secador de pelo de Juguettos con la estampa de un chaval ajustándose el tupé), los juguetes de bebés...
El centro comercial, la juguetería y también el bazar. Uno asiático (así se presenta en su cartel). Allí, con productos más baratos, más alejados de la publicidad en televisión y, muchas veces, más antiguos, es donde más fácil resulta encontrarse con los estereotipos que pretende eliminar el Ministerio. La 'Deluxe Kitchen' lleva a una niña con delantal y los muñecos del 'Gunman van' con un mercenario. No hay duda. Un pasillo prácticamente rosa en su totalidad lleno de cocinitas, carritos de supermercado, rulos para el pelo y ponis amorosos, y otro, de distintos colores, con dinosaurios, coches y espadas.
Puestos a poner ejemplos, dos paquetes juntos –los de las fotos de la parte superior de la página–. En la 'Beauty case' (estuche maquillaje) para mayores de tres años y de color rosa, aparece una niña pintada como una puerta. En el de al lado, de color azul, el 'Doctor medical equipment' viene acompañado del dibujo de un niño vestido de médico.
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Álvaro Machín | Santander
Guillermo Balbona | Santander
Sócrates Sánchez y Clara Privé (Diseño) | Santander
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