Ningún municipio de Cantabria está entre los 130 más ricos de España

El estudio permite conocer la estadística de los declarantes de IRPF por municipios de más de mil habitantes. Aun así, y pese a la mejora de Bezana en la clasificación general, se queda fuera de los 130 más ricos de España, en concreto en el puesto 139. En la otra cara de la moneda -de la región- se encuentran los ayuntamientos de Selaya, Rionansa y Soba, que tienen unas rentas brutas medias muy por debajo del promedio del territorio cántabro.

«Somos conscientes de que por la situación geográfica, la calidad de vida y el tipo de vivienda se pueda dar esa renta per cápita tan alta. Pero tenemos que ser realistas y no olvidarnos de que en el municipio viven también otros sectores de la población que tienen dificultades, como los jóvenes o los jubilados. Hay que doblar esfuerzos desde el municipio y trabajar para que los más jóvenes accedan a la vivienda y no tengan que marcharse a otros lugares», comparte Carmen Pérez (PP), alcaldesa de Santa Cruz de Bezana. La cercanía con respecto a Santander permite que muchos de sus habitantes decidan situar su residencia principal en Bezana y trasladarse a trabajar diariamente a la capital cántabra.

En la segunda posición del ranking se coloca Castro Urdiales, habitual en este puesto: su cercanía al País Vasco influye directamente en la economía del municipio. Muchos vascos, al jubilarse, deciden fijar en la localidad costera su primer lugar de residencia, elevando así la renta media bruta.

Santander (32.031 euros) asalta el tercer puesto a nivel regional, pero sufre una caída de 27 puestos en lo que al ranking nacional se refiere. Su efecto de capital y que albergue la mitad de la actividad económica ayuda a que presente datos más positivos que otras capitales de provincia o ciudades similares como Burgos (31.258), Valladolid (30.908), Gijón (30.540) y Albacete (29.254). En la estadística no aparece Bilbao -de nuevo por el régimen especial vasco-, pero la capital cántabra sí es superada por La Coruña (33.810) y Oviedo (32.264) como las dos ciudades de más de 100.000 habitantes que la aventajan en el norte de España.

Además de Bezana, Castro y Santander, poniendo el foco en otros municipios cántabros, hasta seis más se encuentran por encima de la renta bruta media de la región: es el caso de Piélagos, Liendo, Ribamontán al Mar, Villaescusa, Argoños y Suances.

Aunque para caso curioso, el de Torrelavega. Hay que bajar hasta el puesto 18 de la clasificación regional para localizar en el listado a la segunda ciudad con más habitantes de Cantabria. Eso sí, en 2022 mejora considerablemente los números del año anterior, con una subida que roza los 3.000 euros. Una de las explicaciones más lógicas a este fenómeno se puede achacar a su tasa de paro, porque la renta que tiene una persona que está cobrando un subsidio es menor que la de un asalariado. Según Hacienda, los torrelaveguenses ingresaron de media 8.242 euros menos que los de Bezana. Pese a todo, la pérdida de habitantes ha sido notable en la última década -aunque se ha estabilizado-, lo que, sumado a un envejecimiento de la población, ha podido influir en que la capital del Besaya no haya sido capaz de subir más puestos.

En una situación totalmente diferente se encuentra Soba, que ocupa la última posición de la región -pero que al menos experimenta una mejora significativa de 1.675 euros con respecto al año anterior-. Su alcalde, Julián Fuentecilla (PRC), describe que ese último puesto se debe a la menor cuantía de las jubilaciones del mundo rural. «Marca muchísimo la diferencia con respecto a otros municipios, ya que quienes reciben aquí estas prestaciones se han dedicado al mundo agrícola o han sido autónomos. Se nota mucho más comparado a otras poblaciones que cuentan con grandes empresas a su alrededor y los sueldos son más normales». Por eso la mayor parte de los municipios con poco peso del sector servicios y donde la actividad económica es primordialmente primaria -zonas agrícolas y ganaderas- están en la parte baja del ranking.

La situación general de Cantabria según las declaraciones de la renta de 2022 es, además, positiva respecto al año anterior en 62 de los 65 municipios analizados: en ellos las rentas brutas percibidas por sus ciudadanos son superiores en comparación con 2021. Solo tres municipios ven cómo este indicador medio decreció entre 2021 y 2022: Santillana del Mar, Ribamontán al Monte y Ampuero.

En Santillana se produjo un descenso brusco y sorprendente entre estos dos periodos: sus habitantes perdieron el 10% de sus rentas, que pasaron de ser las terceras mejores de toda la región, con 31.622 euros de media durante el año 2021, a situarse en el puesto 12 en el último año declarado, con una cifra de 28.539 euros de media.

En el caso de Ribamontán al Monte y Ampuero, los descensos interanuales fueron mínimos, de un 1,5% y un 3,5%, respectivamente, sobre las rentas declaradas por sus habitantes en el año 2021. Además de la pérdida de poder adquisitivo en ambos municipios, hay que distinguir algunas diferencias en sus situaciones. La primera se encuentra en el puesto 16 de la región, mientras que la segunda ocupa el puesto 40. En Ribamontán al Monte, la cifra del año 2022 es de 27.919 euros y en Ampuero, de 25.491.

La capacidad económica de los más ricos permite a Cantabria situarse entre las seis primeras comunidades autónomas a nivel nacional, pero con la excepción de que Navarra y País Vasco cuentan con su propia hacienda y no se encuentran incluidas en este informe. Hay que recordar que las personas con menores ingresos no tienen la obligación de presentar la declaración de la renta, por lo que estos datos permiten realizar una buena referencia, pero también tienen un punto de distorsión.

Así, Cantabria se encuentra muy lejos de Madrid (39.892), Cataluña (35.030) y Baleares (33.006), donde los sueldos son bastante más elevados por su potencia económica, pero sí que se encuentra muy pareja frente a Asturias (29.428) y Aragón (29.174). Mientras, Extremadura, Andalucía y Castilla-La Mancha, por razones históricas, vuelven a estar en el vagón de cola.