«Ninguna española ha hecho el Himalaya a pie»

Destaca que este reto sólo lo ha logrado una mujer en el mundo, una holandesa, por lo que en caso de completar con éxito la expedición «sería la primera mujer española en recorrer la ruta del Himalaya a pie». Ese es el objetivo, pero es que además el proyecto cuenta con una vertiente cultural y artística, ya que antropología, paisaje y religión conforman los tres pilares que hacen del 'Cultural Trail' el gran viaje a pie recorriendo otras formas de vida, costumbres, naturaleza y creencia.

Esta vecina de Suances, conocida en la región por su faceta artística, explica que las rutas que atraviesan el Himalaya de Nepal son dos: el Great Himalaya Trail, que recorre el país junto a la cordillera más alta del mundo; y el Cultural Trail, que a la sombra de las cimas del Himalaya, se adentra en los valles y las poblaciones para conectar las montañas con sus gentes, su cultura y sus religiones. Esto último es lo que pretende Raquel García. «Además del desafío que supone completar la ruta, y las dificultades técnicas que ello conlleva lo que queremos es conocer de primera mano la cultura de los habitantes de esta parte remota del mundo», dice.

Ambas rutas atraviesan las diez regiones del Himalaya nepalí, pero la expedición de la cántabra -formada por cinco personas- realizará el recorrido de este a oeste, acabando la aventura en la frontera con la India. Raquel subraya la importancia de la mujer en la cultura del Himalaya y por ello «tendrá un papel fundamental en el desarrollo de la historia que queremos contar». Por eso, se pretende contratar a mujeres sherpanís porteadoras que han demostrado su capacidad alcanzando en numerosas ocasiones la cima del Everest. El Gobierno de Cantabria, a través de la Dirección General de Deporte, es uno de los patrocinadores del evento, junto con las empresas Grupo Fernández Jove, Aldro, Grupo Pitma y Helios Dica.

Raquel García recuerda que el presupuesto para llevar a cabo la travesía, cercano a los 20.000 euros, es posible gracias al apoyo de estas instituciones y empresas para que la expedición se cubra con todas las garantías. Además de los vuelos, hoteles, comidas, dietas, el pago a porteadores, seguros, permisos, y la grabación de un documental -la montañera viajará con un cámara- una de las partes fundamentales del proyecto es la dotación del Racetracker, un sistema por satélite de seguimiento que permite seguir la ruta en tiempo real.

Este novedoso sistema incluye el 'botón del pánico', que según la expedicionaria y artista «se utiliza en casos de emergencia y una vez que lo pulsas te localizan y te viene a recoger un helicóptero».

Al margen de la aventura que supone recorrer el Himalaya, Raquel insiste en que la difusión juega un papel clave en el proyecto, por lo que contará con actualizaciones en redes sociales, el propio Racetracker; se realizará un documental para televisión de unos 30 minutos, así como exposiciones fotográficas y de pintura; se editará un libro y una vez de vuelta se realizarán conferencias en centros de enseñanza, semanas culturales y jornadas de montañismo. La artista recuerda que la producción y organización técnica del Cultural Trail corre a cargo de Javier Campos, el montañero que realizó la primera travesía mundial invernal y en solitario del Great Himalaya Trail.

Asimismo, indica que uno de los principales atractivos del desafío que supone cruzar a pie el Himalaya es poder avistar algunas de las montañas más altas del mundo, los famosos ochomiles, ocho de los cuales se encuentran a lo largo de la ruta que recorrerá la expedicionaria cántabra. «El pico más alto que cubriremos está a 4.800 metros, y además de las dificultades que siempre supone completar cualquier cima, habrá días en los que durante el camino no veamos a nadie», apunta.

Por lo que respecta a la vertiente artística del proyecto, Raquel dice que su obra «siempre se ha caracterizado por introducir elementos inspirados en la cultura hindú y, en concreto, en el Nepal, por lo que hay una relación directa entre el viaje y mi obra». «A lo largo del viaje queremos adentrarnos en las escuelas de las aldeas del Himalaya para poder interactuar con los niños nepalís, por medio de talleres y juegos y luego esas experiencias mostrarlas a escolares de Cantabria», agrega.