Novo Banco, cinco años de espera

Justo eso ocurre con la fianza que la jueza que lleva el caso determinó que el banco debía depositar en los juzgados. Se fijaron 19 millones, el banco presentó un autoaval, las defensas de los afectados recurrieron y -primero la jueza y después la Audiencia (todo, tras una larga espera)- les dieron la razón. Dijeron que tiene que avalar un tercero. En principio, una victoria para los que reclaman que les devuelvan el dinero. Pero no. Novo Banco presentó un aval de su filial de banca electrónica, una maniobra que rechazan nuevamente las defensas. Entienden que siguen avalándose a sí mismos. Pero ahora la jueza ha dado la razón a la entidad y los afectados han recurrido ante la Audiencia. O sea, más esperas.

Además, los abogados de Novo Banco, según relatan fuentes del caso, han aprovechado el auto en el que la magistrada declaró la suficiencia de su aval para recurrir ante la Audiencia la propia obligación de presentar una fianza. Sumen otra ronda de esperas.

Y el asunto es clave. Porque supone contar con un dinero asegurado en caso de que se determine que hay que devolverlo y porque las mismas fuentes entienden que, en el momento en el que la entidad tenga que poner una cantidad sobre la mesa (o lo haga otro como avalista), se agilizará el proceso -justo lo contrario de la estrategia que están utilizando, «tratando de dilatar al máximo los tiempos con escritos y escritos»-.

«No hay prácticamente avances en el último año», cuentan los que siguen el caso. Han desfilado por el juzgado para declarar buena parte de los afectados. Los que aseguran estar «desesperados». Pero aún faltan. Lo más destacado en el horizonte es, precisamente, la declaración del antiguo director de la oficina que Novo Banco tenía en los bajos del Club de Regatas. Aquí sí que ha habido un cambio. En la lista de investigados figuran por ahora Jacobo Vidal, varios de sus familiares -él habría utilizado, según trascendió de la investigación, sus cuentas para mover dinero, aunque todo apunta que tres de ellos dejarán de serlo (parece que son más víctimas que cooperantes) y sólo hay ciertas dudas con uno-, el propio banco (Vidal ha mantenido que sabían y consentían) y algunos de los exempleados que trabajaban en la oficina. Aquí está la novedad. De la lista de citados como investigados entre los extrabajadores de la oficina han salido algunos nombres. No tenían nada que ver. Pero a esa lista sí que se ha incorporado el antiguo director de la sucursal. Su testimonio puede ser importante.

Y poco más que contar del último año. Dada la complejidad del caso, se aprobó que la jueza pudiera contar con un refuerzo para avanzar. Pero no se ha hecho efectivo, explican a este periódico desde los juzgados.