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Una de las cuestiones más trascendentes del testimonio que ofreció Jacobo Vidal en el mes de noviembre fue lo relativo a la actitud de la que fue su empresa. El investigado por una presunta estafa de cincuenta millones de euros a unos ochenta clientes de la oficina que Novo Banco tuvo en Santander ... declaró que la entidad estaba al tanto de sus movimientos y que, en cualquier caso, no usaba los mecanismos de control básicos exigidos. O sea, que miraban para otro lado. Novo Banco lo desmiente. Más aún, aseguran que han «aportado ya importante prueba documental que evidencia la falsedad de las manifestaciones vertidas durante la declaración del investigado». Niegan que estuvieran al tanto y niegan, incluso, que la cantidad de la que se habla sea la real. La presuntamente estafada.
«Desde el inicio del procedimiento, Novo Banco ha mostrado el mayor grado de colaboración posible y ha proporcionado toda la ayuda al Juzgado», insisten a preguntas de este periódico, que destapó el caso hace ahora un año. Recuerdan que solicitaron «personarse como acusación porque también están afectados por esta actuación presuntamente delictiva». Eso y que, hace tres meses, presentaron «un informe forensic elaborado por un tercero independiente en el que, entre otras cosas, se estimaba que la cifra de perjuicios globales aparentemente derivados de la actuación del principal investigado, Jacobo Vidal, es muy inferior a la que se ha hecho pública». Es decir, que no llega a los cincuenta millones de euros, que es la cantidad que figura en el Juzgado en base a la documentación que presentó el propio Vidal cuando dio a conocer los hechos. «La cifra real del perjuicio causado -dice Novo Banco- es una cantidad que está muy por debajo de la basada en documentación que el propio investigado reconoció como falsa en el mismo momento de su confesión».
El asunto es capital porque de las cifras depende el dinero que se tendrá que devolver a los perjudicados. Y la disparidad de criterios parte de la diferencia entre la información que Vidal entregaba a sus clientes sobre su dinero y el resultado de las inversiones, y el que tenían en realidad. Es clave tanto en la investigación que lleva a cabo el Juzgado como en las negociaciones que Novo Banco está llevando a cabo con los afectados de forma paralela con el objetivo de buscar acuerdos discretos e individualizados.
«Novo Banco -añade la entidad para rebatir a Vidal- nunca ha conocido ni ha podido conocer con anterioridad a este proceso los hechos llevados a cabo por el investigado sino hasta que él mismo los confesó, momento en que Novo Banco emprendió acciones legales contra el investigado, de forma inmediata, como parte perjudicada. Condición ésta recientemente confirmada por la Audiencia Provincial de Cantabria».
Llegado a ese punto aseguran que, de hecho, ya han presentado pruebas «que evidencian la falsedad de las manifestaciones vertidas por el investigado».
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