Las nuevas ayudas a la dependencia se podrán solicitar desde el jueves

Si es cuidador habitual de un dependiente que vive en su hogar pero hasta ahora no percibía ninguna ayuda económica, porque no es familiar directo o simplemente le une a esa persona una relación de confianza o amistad, sepa que a partir del 1 de mayo el escenario es otro y su situación puede cambiar para mejor. La nueva orden que regula el catálogo de prestaciones de la ley de dependencia, aprobada por el Gobierno de Cantabria a finales de marzo y que entra en vigor en 48 horas, abre la puerta a que los allegados se conviertan en nuevos beneficiarios de una cuantía mensual que oscila entre un mínimo de 100 euros y un máximo de 455 euros, en función del grado de dependencia de la persona a la que atiende. Es una de las novedades que se podrá solicitar a partir del próximo jueves, día 2.Hasta ahora esta prestación económica, que perciben en Cantabria 8.797 personas (es, con diferencia, la más demandada) se limitaba a familiares de hasta tercer grado de parentesco (desde padres, hijos o hermanos hasta tíos, sobrinos, nietos, bisabuelos y bisnietos), mientras que ahora se amplía al cuarto grado, donde tienen encaje los primos hermanos y los tíos abuelos. Aunque lo más llamativo es que se admite, por primera vez, como cuidadores a personas del entorno del dependiente sin vínculos familiares con él.

Pero la lista de cambios enfocados a la mejora de las condiciones y la calidad de vida de las personas incluidas en la red de atención a la dependencia de Cantabria no se queda ahí. La ayuda vinculada al servicio, que es una aportación económica que recibe el solicitante mientras espera a poder acceder al recurso asignado desde la administración por falta de plazas concertadas, también tendrá nuevos destinatarios.

Esta prestación, que en la actualidad perciben un total de 245 personas, únicamente se aplicaba en el caso de las residencias –se contribuía así a los gastos de una plaza privada hasta que se pasara a una pública–.Pero el Gobierno cántabro ha decidido extenderlo a otros servicios. En concreto, se concederá también en aquellos casos en los que el usuario no tenga plaza pública disponible en un centro de día próximo a su lugar de residencia o no se le pueda ofrecer la ayuda a domicilio. En ambos casos, hasta que puedan acceder a los recursos asignados dentro de la ley de dependencia, recibirán una cuantía económica para sufragar los gastos del servicio que contraten. Así que las personas que estén en alguna de esas situaciones también podrán tramitar sus solicitudes a partir de mayo.

No obstante, hay unas ayudas concretas vinculadas al servicio que tendrán que esperar hasta noviembre para poder incorporarse de forma efectiva al catálogo.Se trata de la incluidas dentro del apartado de promoción de la autonomía personal: rehabilitación, atención temprana, terapia ocupacional... Como en los supuestos anteriores, durante el tiempo que esas personas necesiten cualquiera de esas sesiones terapéuticas podrán disfrutar de una ayuda económica destinada a pagarla si desde la red pública no hay plazas concertadas disponibles para facilitárselas.

En paralelo, y esta es otra de las novedades, esta prestación, en cualquiera de sus variantes, será compatible con la ayuda para cuidados en el entorno familiar y con la de asistencia personal. Y no es la única combinación de prestaciones que se añade con la nueva orden. Así, quienes reciben la cuantía económica para cuidados en casa también podrán solicitar, como apoyo, el servicio de ayuda a domicilio cuando se trata de un dependiente de grado II y III (dependencia severa y grandes dependientes, respectivamente). Y los clasificados como grado I (dependencia moderada) que perciban la prestación económica para el cuidado en el entorno familiar podrán compaginarla con el servicio de centro de día. Una opción que también se contempla para los dependientes de grado II. De otro lado, las personas que ya acudan de forma habitual a un centro de día a partir de ahora también pueden solicitar la posibilidad de recibir el servicio de ayuda a domicilio, aunque en este caso estará limitado a una hora al día.

Según las últimas estadísticas del Icass, referidas al cierre de marzo, son 1.984 los cántabros que tienen asignada plaza concertada en un centro de día, 1.390 los que reciben la ayuda domiciliaria y 3.236 los apuntados a la teleasistencia, el servicio de comunicación permanente que permite al usuario pedir ayuda en caso de emergencia desde su casa (por ejemplo, en caso de caída) con solo apretar el botón del colgante que va conectado a la línea telefónica. Y precisamente la teleasistencia es otra de las prestaciones que se renovará con aplicaciones más modernas, siempre con el objetivo de que las personas mayores puedan permanecer más tiempo viviendo en sus casas de forma independiente y con la atención adecuada a sus circunstancias. Para ello, se proporcionará tecnología más avanzada que la utilizada hasta ahora, como son relojes anticaída, medidores de constantes vitales o incluso detectores de humo. Esta teleasistencia avanzada se podrá conceder, aun cuando el beneficiario no pueda utilizarla directamente, si convive con personas que sí pueden hacerlo.

Otra de las novedades que se pondrá en marcha son las estancias temporales en una residencia de mayores por un periodo de cuarenta y cinco días al año, pudiéndose repartir en dos periodos. Una solución pensada, por ejemplo, para dependientes que viven solas y que al enfermar no tienen quien les cuide o que han tenido que pasar por un ingreso hospitalario pero aún necesitan ciertos cuidados antes de poder volver a su casa. En estas circunstancias, se valorará cada caso de forma individual y se buscará la mejor alternativa en cada momento, sin perder de vista –y esa será tarea a tener en cuenta por el Instituto Cántabro de Servicios Sociales– la elevada tasa de ocupación de las residencias en Cantabria, especialmente en los núcleos más poblados. En este sentido, cabe recordar que son 5.129 las personas que a día de hoy viven en una residencia, más de la mitad de ellos en el área de Santander, y que 61 están a la espera de que se libere una habitación en un centro de mayores.

El presupuesto de Cantabria destinado a las prestaciones de la dependencia incluye 102 millones para plazas concertadas en residencias, centros de día y otros centros de servicios sociales; 22,4 millones para prestaciones económicas; 13,9 millones a repartir en servicios de ayuda a domicilio y 800.000 euros para teleasistencia. Un montante que se estima se incremente en unos 5 millones de euros con las nuevas prestaciones.

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