Nueve de los diez municipios más poblados no tienen aprobado el Presupuesto de 2022

La situación política en cada municipio influye (tener o no mayorías). Pero el retraso también se achaca, según explican en varios de los ayuntamientos afectados, a otros motivos. En Santander (gobierno de PP y Cs, a falta de un voto para la mayoría), la alcaldesa Gema Igual justifica la tardanza por la supresión de la plusvalía, que suponía 12,6 millones de euros para las arcas. El Gobierno ha puesto en marcha un fondo de compensación, pero no equilibra la pérdida. El «remedio», dice Igual, se traduce en diez millones. «No vamos a renunciar a esos 2,6 millones». La idea, según confirmaron ayer desde el Consistorio, es presentar un borrador «a finales de semana».

De la plusvalía hablan también en Piélagos (pacto PSOE-PRC-AVIP). «Que se aclare cómo va a afectar a los ingresos y que soluciones van a proponer finalmente», asegura Verónica Samperio. Pero la alcaldesa añade otro motivo, en su caso. «Con las inundaciones que tuvimos, las inversiones planteadas se han trastocado al surgir obras de emergencia. Estamos a la espera de los presupuestos de esas obras para saber cuánto dinero dedicaremos». Quieren «tenerlo preparado para marzo».

En Laredo (con un pacto PSOE-PRC y en minoría), el concejal Javier Ramírez explica, por ejemplo, que «hasta la semana pasada» han estado «sin interventor». Desde el jueves, incide, cuentan con el de Los Corrales trabajando «al 33%». «En este primer trimestre tenemos que acometerlo, llevarlo a pleno y aprobarlo». Y para eso ya saben que habrá que negociar. Cuentan, de hecho, con la «dilatación» que supone depender de otros. «No pasa por mi cabeza no llegar a un acuerdo y no aprobarlo con mayoría», destaca. Y eso lleva tiempo.

Estar en minoría es un condicionante «y negociar un presupuesto no es fácil», reconoce en la misma línea Pablo Antuñano, concejal en Castro Urdiales (pacto PSOE-Cs y gobierno en minoría). A su juicio, incluso con mayorías, debe negociarse «porque es más sólido y tiene más continuidad». Dice que en eso están ahora. «Se está elaborando, negociando... En noviembre ya tuvimos una reunión con los grupos de la oposición». No da fechas concretas: «Lo antes posible». Y, como motivo para justificar el retraso acumulado, señala que quieren tener «de forma pormenorizada la liquidación de 2021 para saber con qué se puede contar».

A lo de hacer 'encaje de bolillos' con la situación política en el municipio se aferran en El Astillero. Es el único municipio con alcalde de Ciudadanos y está en minoría. Fuentes del consistorio, al preguntar por el de 2022, recuerdan que las cuentas de 2021 se aprobaron «tras cinco años sin presupuesto». Prorrogando los de otros años sin alcanzar acuerdos. «Y fue gobernando en minoría, como ahora». De hecho, destacan que lograrlo el año pasado gracias a un acuerdo con PP y a la abstención de Izquierda Unida (ocurrió ya en verano, en el mes de julio) fue toda una pirueta política. Para elaborar un borrador, no obstante, reconocen que actualmente hay muchas dudas respecto a los ingresos y citan, como en otros municipios, asuntos como el de la plusvalía o los fondos europeos.

En todo caso, la visión de los responsables municipales respecto a no tener aún las cuentas con el año en marcha no siempre es la de incurrir en un retraso. Desde Camargo (PSOE-PRC, con mayoría) aseguran en una nota para este periódico que están «ultimando» un documento que irá «en la línea del año pasado, ya que se demostró que ha sido un buen presupuesto». Y, en este punto, reconocen que «desde hace unos años» lo vienen «presentando a partir de marzo». O sea, que, más que un retraso como tal, es una elección política «para cerrar bien el ejercicio anterior, para tener claras las cifras de remanentes, superávit...».

«Suele ser con el año avanzado, pero la voluntad inicial era tenerlo para el último pleno del año pasado», reconoce por su parte Sergio Abascal, alcalde de Santoña (pacto PSOE-PRC, con mayoría). Cuenta que están «en ello desde hace tiempo con reuniones semanales», que el «objetivo es llevarlo al próximo pleno» y que necesitan «unos presupuestos poscovid en lo económico». Y explica que, si no lo lograron antes, fue porque «tuvieron que dar prioridad a los expedientes de las inversiones en base a los remanentes de tesorería, que eran tres millones y tenían que estar antes de fin de año».